Elecnor, la empresa adjudicataria, ya ha llevado a cabo el montaje de los dos aerogeneradores, de 800 kW cada uno. La iniciativa municipal -informa el Ayuntamiento- ha supuesto una inversión de 2.865.939 euros, de los que 477.957 euros han sido cofinanciados a través de la Unión Europea con fondos Feder para proyectos que favorecen el paso a una economía baja en carbono en entidades locales. El resto, 2.300.000 euros, han sido financiados con fondos propios municipales. El Consistorio galdense prevé amortizar la inversión "en unos siete u ocho años". El Ayuntamiento estima que, una vez transcurrido ese período, el parque podría generar unos beneficios económicos de en torno a 10 millones de euros al municipio (la instalación tiene una vida útil de aproximadamente 25 años).
Teodoro Sosa, alcalde de Gáldar: "estamos en un gran día porque después de tres años de trabajo con declaraciones de impacto ambiental, solicitud de permisos de vertido a la red, lograr financiación del Feder y con una importante inversión municipal, se ha logrado este parque eólico, que va a permitir pagar más de la mitad del consumo de todas las dependencias municipales y el alumbrado público del municipio, con un ingreso total en torno a los 400.000 euros anuales”
Antonio Morales, presidente del Cabildo de Gran Canaria: "hasta hace muy poco, había aquí un antiguo vertedero y hoy vemos un parque eólico pionero en Canarias, que producirá desde el ámbito municipal energías limpias. Es el camino, no queda otro camino para luchar contra el cambio climático y rebajar nuestra huella de carbono”
Cada aerogenerador tiene una altura de 89 metros, a la punta de la pala, con 24 metros de longitud de pala, 48 metros de diámetro de rotor y 65 metros de altura de torre. Según el Ayuntamiento de la localidad grancanaria, este es además "un proyecto doblemente sostenible, ya que en el mismo lugar en el que se está llevando a cabo su construcción se concluyó hace unos meses el sellado del antiguo vertedero de Botija, de donde se extrajeron unos 70.000 metros cúbicos de residuos que aún permanecían desde hace más de dos décadas en este paraje natural. Los trabajos concluyeron con la restauración paisajística y la repoblación de la zona con especies autóctonas".