¿Previsiones que hace «energy [revolution]»? La eólica multiplicará por diez -de aquí a quince años- el número de personas empleadas (pasará de los más de 700.000 trabajadores actuales a 7,8 millones). Más datos: la industria de placas fotovoltaicas podría emplear a 9,7 millones de personas para 2030 en todo el mundo, diez veces más que en la actualidad. ¿Y en cuanto a la generación? Pues, según «energy [r]evolution», en solo quince años, la cuota de generación de electricidad de origen renovable se triplicará, al pasar del 21% actual a un futurible 64%, es decir, que las energías renovables cubrirán en 2030, dentro de apenas quince años, casi dos tercios del total de la demanda de electricidad mundial. Más aún: según el autor principal del informe «energy [r]evolution», el doctor Sven Teske, de Greenpeace, "las industrias eólica y solar han alcanzado la mayoría de edad y son económicamente competitivas frente al carbón; es muy probable que reemplacen a la industria del carbón en puestos de trabajo y suministro de energía en la próxima década". Eso, en los próximos diez años, porque de aquí a 2050 el cien por cien renovable estaría asegurado.
Más eólica igual a menos CO2
Todo ello se va a traducir, además, en que, en países como China, Brasil o India, las emisiones de CO2 podrían decrecer hasta dos tercios. En lo que a ese aspecto se refiere, el secretario general del Consejo Global de la Energía Eólica, Steve Sawyer, ha dicho con rotundidad que "ya tenemos tecnologías competitivas que pueden resolver la mayor parte del problema climático, las emisiones de dióxido de carbono procedentes del sector energético; lo que necesitamos ahora es que los políticos aprueben las medidas regulatorias y fiscales apropiadas para implementar todas esas soluciones". En ese sentido, y según los autores del informe, los líderes globales van a tener en apenas unas semanas, en la Cumbre del Clima de París, una magnífica oportunidad para dar "los primeros pasos críticos en la lucha contra el cambio climático". ¿Y cómo pueden hacerlo? Pues "acelerando el abandono de los combustibles fósiles por parte del sector energético mundial a la par que se emprende la transición hacia un mundo 100% renovable".
Cuestión de temperatura
El desafío que se plantea este informe es muy concreto: evitar que las temperaturas suban más de 2º centígrados, que ese es el umbral a partir del cual los científicos no saben qué va a pasar con el clima. Pues bien, el informe actualiza los escenarios que recogiera su anterior edición -el «energy [revolution]» de 2012-, y, además, por primera vez, ofrece un Escenario Avanzado en el que plantea un suministro 100% renovable de energía, a la par que contrasta ese escenario (escenario que Greenpeace y el GWEC sostienen sobre unas premisas que señalamos abajo) con otro escenario, el que plantea la Agencia Internacional de la Energía (el IEA's World Energy Outlook Current Policies scenario). Pues bien, según el Consejo Global de la Energía Eólica, "los detallados análisis del informe muestran que una transición hacia un modelo 100% renovable en el Horizonte 2050 crearía millones de puestos de trabajo y ahorraría dinero".
La revolución es imparable
En realidad -añaden los autores-, las inversiones necesarias para poner en marcha ese nuevo modelo están más que cubiertas por los ahorros futuros en costes energéticos. Según el presidente del Global Wind Energy Council, "este último «energy [revolution]» muestra claramente que la revolución de las energías renovables ya está teniendo lugar y que es imparable". El informe señala que el crecimiento formidable que ya han registrado las energías renovables en muchos países ha sido debido a las asimismo formidables bajadas de costes que han experimentado estas tecnologías, "especialmente la solar fotovoltaica y la eólica, forzando además a otras tecnologías renovables a reducir a su vez sus propios costes". Todo ello ha sucedido además -continúa el informe- en un entorno en el que las ayudas y subsidios a los combustibles fósiles han sido enormes, 550.000 millones de dólares anuales, cantidad enormemente superior a la percibida por las energías renovables, según la propia Agencia Internacional de la Energía. La conclusión a la que han llegado los autores del informe es que "no hay grandes barreras económicas o técnicas para transitar hacia un modelo 100% renovable en el año 2050".
París espera a los políticos
Así las cosas -bajada de costes, no emisión de gases de efecto invernadero, madurez tecnológica-, la cuestión que los políticos deben contestar en París es -ha añadido Sawyer- la siguiente: "¿ayudarán ustedes [ayudarán los poderes políticos] a que esto suceda [la revolución renovable] a tiempo de salvar el clima?". Según sus autores, "the energy [R]evolution 2015 muestra cómo es posible esta transformación y cuánto costaría, así como el impacto que tendría en materia de empleo". Y las conclusiones con rotundas: el coste sería menor que los ahorros derivados de las medidas implementadas. Según los autores del informe, "la necesaria inversión para realizar este cambio estaría más que cubierta por el ahorro generado en los futuros gastos en combustibles".
Eso sí: la inversión adicional promedio necesaria en energías renovables hasta el año 2050 es de aproximadamente 900.000 millones de euros al año. ¿Respuesta? "Debido a que las energías renovables no requieren de combustible, el ahorro en el mismo período sería de unos 950.000 millones de euros al año, por lo que se cubriría holgadamente los costos de la inversión necesaria, con el punto de cruce en torno a 2025 y 2030". Además, el empleo generado por este sector, el de las renovables, sería mucho mayor que el que producen y/o producirían las tecnologías convencionales de generación de electricidad; y el beneficiario último sería, lógicamente, el clima.
El escenario [R]evolución pasa por que los líderes del mundo asuman...
• el objetivo a largo plazo (2050) de una transición hacia un modelo 100% renovable, transición que debe dejar fuera a los combustibles fósiles y a la nuclear, y que incluya medidas de protección ambiental y de reforestación;
• un compromiso quinquenal por parte de los países cuya primera etapa comience en el año 2020;
• un acuerdo legalmente vinculante que incluya reglas comunes de conteo para la mitigación y la financiación y que anime a actuar con audacia a los líderes políticos;
• un desplazamiento de los subsidios y ayudas que reciben los combustibles fósiles de aquí a 2020;
• un fuerte compromiso en materia de adaptación, financiación y reparación de pérdidas y daños (cien mil millones de dólares anualmente de aquí a 2020 para la [r]evolución y adaptación energéticas).
• y un compromiso para rebajar las emisiones antes del año 2020, en aras de mantener el incremento de la temperatura en el planeta por debajo de los 2/1,5 grados centígrados.
Sobre el valor de este informe
Greenpeace presume de haber logrado una gran reputación en materia de predicciones del potencial de crecimiento del mercado de las energías renovables. En ese sentido -informan desde la organización ecologista-, la multinacional de la consultoría Meister Consultants Group, con sede en los Estados Unidos, concluyó a principios de año que "históricamente, las previsiones que sobre el particular ha hecho Greenpeace en colaboración con la industria de las energías renovables fueron más precisas que las de otros actores del sector, como la Agencia Internacional de la Energía, Goldman Sachs o el Departamento de Energía de los Estados Unidos".