El preacuerdo establece que Capital Energy se compromete con Alcoa al suministro anual, a una tarifa estable previamente establecida y durante un periodo inicial de 10 años, de 876.000 megavatios hora (MWh) al año, equivalentes a una potencia en carga base de 100 MW, la cuarta parte del consumo eléctrico asociado a la producción de aluminio en San Cibrao.
Capital Energy asumiría este compromiso gracias a la entrada en funcionamiento de un total de 11 instalaciones eólicas que está desarrollando en la actualidad en Galicia y que suman una capacidad instalada de 573 MW. Todos estos proyectos, que ya disponen del permiso de acceso a la red concedido, han sido admitidos a trámite, y cinco de ellos, que suponen más de la mitad de dicha potencia (295 MW), ya han salido a información pública.
Para Juan José Sánchez, CEO de Capital Energy, “a través de este principio de acuerdo para el suministro de energía renovable a un cliente tan relevante para el tejido industrial gallego como Alcoa, ratificamos nuestro compromiso no solo con la transición energética sino también con el bienestar medioambiental y socioeconómico de Galicia, comunidad a la que nos sentimos muy ligados y en la que ya hemos invertido, solo en las actividades relacionadas con la tramitación de nuestros parques, 14,9 millones de euros”.
La empresa tramita por vía regional alrededor de 39 parques eólicos en esta comunidad autónoma, distribuidos en las cuatro provincias y que suman una potencia conjunta que supera los 1.000 MW. Su construcción supondría la creación de casi 4.500 puestos de trabajo en entornos rurales, una contribución al PIB cercana a los 350 millones de euros y un impacto fiscal de más de 30 millones de euros.
En la fase de operación y mantenimiento, la compañía daría empleo permanente y de calidad a unos 170 profesionales gallegos. Sus instalaciones aportarían al PIB más de 12,5 millones de euros al año y generarían un impacto fiscal anual en las arcas locales superior a los 3,7 millones de euros.
Cierre temporal
La planta de Alcoa de San Cibrao, la única de aluminio primario que queda en España, ha acordado esta misma semana interrumpir su producción durante los próximos dos años. El cese temporal ha sido aceptado por el comité de empresa y será operativo desde el 1 de enero de 2022.
Como parte de este acuerdo,
la multinacional estadounidense se ha comprometido a trabajar para alcanzar lo antes posible preacuerdos de suministro eléctrico cuando se reanude la producción a partir de 2024, y de al menos diez años, de forma que se pueda alcanzar un precio de la energía mínimamente competitivo. En esta actuación se enmarca el preacuerdo firmado con Capital Energy y, pocos días antes, con otra empresa energética, Greenalia, que también le suministará energía eólica.
Alcoa, que ha comprometido 68 millones de dólares para inversiones de capital y 35 millones de dólares para costes de reinicio, mantendrá los salarios de los trabajadores durante el período de parada de dos años y extenderá los contratos de las empresas contratistas hasta 2024. Asimismo, se ha comprometido a que no se considerará ningún proceso de despido colectivo de la planta de aluminio hasta el 31 de diciembre de 2025, como mínimo.