El evento RE-Source 2017, organizado por WindEurope y SolarPower Europe, ha reunido en Bruselas a multinacionales como Google, Mars, Ikea y Alcoa con actores clave del sector energético europeo (como EDF, ENEL Green Power, Envision y Vestas) y con prescriptores políticos. ¿Objetivo? Hablar en general de la transición energética y, más concretamente, de los PPAs (power purchase agreement). Según WindEurope, la cantidad de energía vinculada a contratos bilaterales de compraventa de electricidad casi se ha triplicado en 2016 (último año del que se dispone de datos cerrados). Mediante estos contratos (los PPAs), que son suscritos entre productores de energías renovables y grandes consumidores, el primero -un productor eólico o solar, por ejemplo- se compromete a suministrar al segundo -una multinacional del sector teleco, por ejemplo- una cantidad de electricidad a un precio fijo durante un plazo determinado (15, 20, 25 años).
La gran patronal eólica europea, WindEurope, calcula que el año pasado se firmaron PPAs de este tipo por valor de más de un gigavatio de potencia. Por otro lado, y, a escala global, más de cien compañías top de todo el mundo se han comprometido recientemente -a través de la iniciativa RE100- a consumir solo electricidad cien por cien renovable. La demanda global de ese centenar de compañías multinacionales ronda los 150 teravatios hora año de electricidad.
En Europa, son aún pocas las grandes corporaciones que han apostado por abastecerse de energías renovables, y, además, ello solo ha sucedido en un puñado de países europeos, fundamentalmente Escandinavia y el Reino Unido. Según WindEurope, el cumplimiento de los objetivos señalados en el Paquete Energía Limpia de la Unión Europea puede hacer cambiar ese escenario e impulsar la popularización de los contratos bilaterales de compraventa de electricidad.
El Paquete Energía Limpia es un amplio catálogo de propuestas legislativas que incluye un borrador de Directiva de Energías Renovables. WindEurope considera que la propuesta que ha hecho la Comisión Europea de Directiva de Energías Renovables no es lo suficientemente proactiva en lo que se refiere al impulso de los PPAs y anima al Parlamento Europeo y al Consejo a que lo sean en la siguiente fase de negociaciones de esa directiva.
Según la gran patronal eólica europea, en muchos países, incluida Alemania, hay demasiadas dudas sobre si la ley permite o no el establecimiento de PPAs. WindEurope insiste por eso en que es necesario que los gobiernos remuevan las barreras legales a las que se enfrentan estos contratos bilaterales de compraventa de electricidad. Un mejor marco legal -considera además WindEurope- ayudaría a difundir el modelo PPA también entre las pymes.
Según el presidente de WindEurope, Giles Dickson, los productores eólicos pueden suministrar electricidad barata gracias a las significativas caídas que han registrado a lo largo de los últimos años tanto el coste de la tecnología propiamente dicha, como el de la operación y mantenimiento de los parques.
Los PPAs vinculados a productores renovables -ha dicho Dickson en RE-Source 2017- permiten a las empresas liberarse de la volatilidad de los precios de los combustibles fósiles. "Sin embargo -ha apuntado el presidente de WindEurope-, todavía hay barreras para los PPAs. El Paquete Energía Limpia -ha concluido- es una oportunidad para removerlas y asegurar que estos contratos bilaterales de compraventa directa de electricidad realmente florecen".
En la misma línea se ha manifestado en RE-Source 2017 James Watson, el presidente ejecutivo de SolarPower Europe, la patronal solar europea. Según Watson, el interés de las grandes empresas europeas por la energía solar es creciente, habida cuenta de los costes cada vez más competitivos de esta. En ese sentido, Watson ha animado a las grandes corporaciones y a las empresas del sector a trabajar conjuntamente “para acelerar la transición energética”.
También ha estado presente en RE-Source 2017 el vicepresidente ejecutivo de la división de Energías Renovables del Grupo EDF, Antoine Cahuzac, que ha dicho que su compañía está plenamente comprometida con la lucha contra el cambio climático y que ha destacado que corporaciones como Google, Kimberly-Clark, Microsoft y P&G se encuentran ya en su cartera de clientes. “Esto confirma -ha dicho- el creciente interés, económico y ambiental, de las grandes corporaciones por las energías renovables”. Cahuzac se ha mostrado convencido además de que una regulación adecuada animará a otros actores de la economía global a sumarse a esta corriente, que “ha emergido primero en los Estados Unidos”.
De América también ha hablado Javier Vaquerizo, máximo responsable de la Oficina Comercial de Enel Green Power. Vaquerizo, que ha destacado la “amplia experiencia global en PPAs” de su compañía, ha destacado especialmente sus PPAs americanos: General Motors, Google, T-Mobile y la cervecera Anheuser-Busch. Según este ejecutivo de Enel Green Power, un marco regulatorio propicio en Europa podría hacer despegar la próxima generación de proyectos de energías renovables en el Viejo Continente.
Al otro lado del mostrador, entre los clientes de los proveedores de soluciones renovables, ha estado, entre otros, Google
Según su responsable de la división de Estrategia Energética y de Localización para Centros de Datos, Gary Demasi, “desde que comenzamos a trabajar con PPAs de largo plazo, hemos ido comprobando cómo nos imitaban muchas otras compañías tecnológicas, y también de otros sectores más convencionales”. Demasi ha apuntado en ese sentido que “la industria en general está empezando a darse cuenta de que al operar de este modo no solo está haciendo las cosas como es debido, sino que, además, está haciendo un buen negocio”.
De la misma opinión es Morten Dyrholm, vicepresidente senior del fabricante de aerogeneradores Vestas Wind Systems: “el significativo incremento de los PPAs renovables suscritos por grandes corporaciones nos demuestra que el mundo de los negocios está haciendo ya contribuciones reales a la lucha contra el cambio climático. Y esas corporaciones están actuando así porque esa manera de actuar tiene sentido económico”.
Y viceversa: así como los grandes actores de la economía global están apostando por las energías renovables -vía PPAs- por motivos no solo ambientales sino también claramente económicos; las grandes compañías del sector de las energías renovables también se están beneficiando de esa apuesta. ¿Por qué? Pues porque esa iniciativa privada -la de las grandes corporaciones- está ayudando al sector de las energías renovables a superar un problema con el que está empezando a encontrarse: el desgaste de las políticas públicas de apoyo, que se han desinflado en una cierta medida en toda Europa a lo largo de los últimos años.
RE-Source 2017 viene en ese sentido a insistir en la simbiosis entre unos y otros actores. El director general del Consejo Europeo de la Industria Química (Cefic), Marco Mensink, lo ha apuntado en este foro: “la industria química necesitará enormes cantidades de energía limpia si quiere responder a sus compromisos ambientales con la futura economía hipocarbónica. Los contratos bilaterales de compraventa de electricidad [PPAs] constituyen -ha dicho Mensink- una valiosa alternativa a las ayudas públicas y nos ayudarán a ir más allá en la integración de energías renovables en el mercado. Este tipo de contratos nos proporciona la vía para obtener energía limpia a precios competitivos y, por consiguiente, puede ayudar a nuestra industria en su transición energética”