EWEA, asociación de la que AEE es miembro, ha emitido un documento en el que establece cinco prioridades para que la Unión Energética tenga realmente sentido y que la UE se consolide como líder en energías renovables: garantizar marcos regulatorios estables, asegurar el suministro energético, completar el mercado interno de la energía, estimular el crecimiento y combatir el cambio climático.
En este contexto, AEE considera que es el momento de apostar con fuerza por el sector eólico y su desarrollo. Entre otras cosas, es importante ampliar las interconexiones, especialmente entre España y Francia (el objetivo para nuestro país es pasar del 2% de interconexión actual al 10% en 2020), así como garantizar la estabilidad regulatoria y la visibilidad a largo plazo –muy dañadas en España por la Reforma Energética, señala la asociación– para recuperar la capacidad de atraer las necesarias inversiones al sector.
Un rol fundamental
De acuerdo con AEE, el papel de la eólica en Europa es fundamental: un parque eólico marino que ocupara el 0,06% del Mar del Norte (equivalente al 75% de la superficie del municipio de Madrid) es capaz de abastecer de electricidad a toda la UE. Si en 2008 la cobertura de la demanda con eólica en la UE fue del 4,7%, en 2013 fue del 8% (el año pasado en España fue la primera tecnología del sistema y cubrió el 20,9%).
Las previsiones apuntan a que en 2020 la eólica cubra entre el 15 y el 17% de las necesidades de electricidad de la UE y que dé empleo a 354.000 personas. El estudio de la Comisión Europea sobre el impacto del paquete energético y climático de 2030 indica que la eólica es la tecnología energética que crea más empleo por MW instalado.