El acuerdo, desarrollado por AWEA con el apoyo inicial de 17 de sus miembros, apela a los operadores de los parques eólicos a que reduzcan la velocidad de operación de las turbinas durante la temporada otoñal de migración de los murciélagos, período durante el cual los investigadores han demostrado que el riesgo de colisión de estos singulares mamíferos voladores es mayor. Según explica la American Wind Energy Association, los nuevos protocolos están basados "en más de diez años de investigaciones de la asociación Bats and Wind Energy Cooperative y otras entidades".
El eólico, ejemplo para otros sectores energéticos
Según el presidente de AWEA, Tom Kiernan, la adopción de este protocolo de operación "es una continuación de nuestro legado de respeto y cuidado para con la fauna salvaje y el medio ambiente". Kiernan ha dicho que la energía eólica está "fuertemente comprometida" en la generación de la electricidad "más segura y más limpia para la gente y para el medio ambiente". El presidente de AWEA sostiene además que la industria eólica espera servir como ejemplo para que otros actores del sector energético sean también proactivos en la reducción de sus impactos sobre el medio ambiente.
Menor impacto ambiental
A pesar de la potencial pérdida de millones de dólares que este protocolo puede suponerle a la industria eólica estadounidense, AWEA explica que ha decidido comprometerse voluntariamente a promover este protocolo de operación. El compromiso supone, entre otras cosas, que los operadores ralentizarán la rotación de las palas de las turbinas hasta una velocidad de entre una y tres revoluciones por minuto, dependiendo de la longitud de la pala, con el objetivo de reducir la siniestralidad por colisión en las poblaciones de murciélagos durante la temporada migratoria otoñal.
Anuncio bien recibido por los ecologistas
La industria espera que, de ese modo, se reduzca considerablemente la siniestralidad. AWEA habla de hasta un 30% menos de colisiones. Esas previsiones parten, según esta asociación aestadounidense, de los estudios que han hecho a lo largo de los últimos años tanto la Bats and Wind Energy Cooperative, "como otras comunidades académicas que están trabajando junto a la industria en la identificación de soluciones". El anuncio de este protocolo de actuación ha sido muy bien recibido por asociaciones conservacionistas como Bat Conservation International o la National Wildlife Federation.