Herramientas para predecir el viento
La CNE, que preside Pedro Meroño, cree que se deberían utilizar herramientas tecnológicas que permitieran predecir la fuerza del viento. De este modo, la operación del sistema resultaría más sencilla y los aerogeneradores podrían entrar a competir en el mercado de generación, realizando ofertas conjuntas de varios parques eólicos y otras instalaciones de régimen especial. Es decir, que esas instalaciones tendrían que rivalizar con las centrales nucleares, de carbón, gas e hidráulicas y abaratarían su energía.
Ahora, los parques eólicos tienen asegurada la venta de toda su producción a un precio fijo de 10,42 ptas el kWh cuando las instalaciones son superiores a 10 MW de potencia, o reciben una prima de 4,79 ptas sobre el pool de electricidad. A pesar de las afirmaciones anteriores, la CNE dice "reconocer la necesidad de promover las energías renovables".
La eólica, con el 2% de la electricidad, no es culpable
Para Antoni Martínez, director general de Ecotècnia, una de las principales empresas del sector eólico en España, "la pretensión de la Comisión Nacional de Energía de frenar el desarrollo de la energía eólica no es coherente con los actuales planteamientos de eficiencia energética y de cumplimiento de los acuerdos de Kioto".
Martínez considera que "a estas alturas no debe suponer una sorpresa el hecho de que se deba hacer un esfuerzo adicional para saber gestionar la complejidad que supone una generación distribuida con distintas fuentes de energía, en las que alguna como la eólica tienen muy poca capacidad de previsión. Resolver el reto de gestión que ello comporta intentando eliminar a la eólica que aporta el 2% de la electricidad consumida parece muy poco serio".