El informe del Observatorio de Recursos Naturales del Sáhara Occidental detalla cómo Marruecos piensa construir centenares de megavatios en instalaciones de energía renovable en el Sahara Occidental. Según Alicia Fernández, miembro del Observatorio, "hoy en día, aproximadamente el 7% de la energía verde producida por Marruecos es generada en el Sáhara Occidental", porcentaje que en 2020 podría ascender hasta el 26, según los cálculos del Observatorio. "Como consecuencia -concluye la activista-, Marruecos se está haciendo dependiente de infraestructura energética en el Sáhara Occidental, lo cual cimenta la ocupación y mina las negociaciones de paz de la ONU", muy tocadas desde el pasado mes de marzo (*).
El informe «Energía para el expolio» estima que más del 95% de la energía que necesita en El Aaiún la empresa estatal marroquí de fosfatos, OCP, es generada por un parque de 22 molinos de Siemens (el parque eólico -Foum El Oued- se encuentra a unos nueve kilómetros al sureste del puerto de El Aaiún, en el sur de Marruecos). Pues bien, el Observatorio denuncia que Siemens está participando de ese modo en el expolio de los recursos naturales -fosfatos- existentes en unos territorios ocupados cuyo legítimo propietario no es otro que el pueblo saharaui, un pueblo que "no ha consentido nunca los proyectos marroquíes".
El informe «Energía para el expolio» explica que la electricidad generada en Foum El Oued se usa para tres funciones principales: la extracción de la roca fosfórica; su transporte por una cinta transportadora de 100 kilómetros hasta el puerto, y la desalinización de agua del mar. Según los cálculos del Observatorio, "un solo envío de fosfatos puede suponer tanto como la tercera parte de la ayuda humanitaria total anual que reciben los refugiados saharauis, que son los dueños legítimos del mineral". Más aún, el informe estima que los ingresos procedentes del tráfico de fosfato procedente de la mina ascendieron a 167,8 millones de dólares estadounidenses solo en el año 2015.
El Observatorio apela a la ética a propósito de Siemens
El Consejo de Ética del Fondo de Pensiones del Gobierno noruego -explica el informe del Observatorio- incluyó en 2015 en la lista negra de su cartera a un cliente de OCP. El Consejo justificaba así su decisión: "el fosfato lo vende la empresa estatal marroquí OCP y hay que presumir que los ingresos generados por la operación van en su mayoría al Estado marroquí. La extracción de recursos de fosfato del Sahara Occidental por parte de OCP, en su forma actual, constituye una seria violación del derecho. Ello es debido a que ni los deseos ni los intereses de la población local son respetados y a que esta operación está contribuyendo a que permanezca sin resolver la situación legal internacional, y, con ello, la presencia marroquí y la explotación de recursos en un territorio sobre el que no tiene soberanía.”
Los prolegómenos
En 2010 -explica el Observatorio-, el Gobierno de Marruecos decidió incrementar su capacidad de generación eólica con vistas al Horizonte 2020. Pues bien, según denuncia este informe, el Ejecutivo marroquí proyecta, en ese marco, la instalación de hasta cuatrocientos megavatios (400 MW) en territorio saharaui, o sea, en los territorios ocupados. En concreto, se trata de dos parques, uno en Bojador (Boujdour en francés), con una capacidad de 100 MW; y otro en Tiskrad, cerca de El Aaiún, de 300 MW. Así, a principios de 2012, la agencia marroquí para la electricidad, ONEE, lanzó una licitación, invitando a las empresas a realizar una oferta para la construcción de 5 parques eólicos (los otros tres, en territorio marroquí).
En marzo de 2016, la ONEE anunció oficialmente que, de los seis consorcios que habían concursado, Siemens Wind Power, en asociación con Enel Green Power y Nareva, habían conseguido el contrato de 1.200 millones de dólares estadounidenses. El Observatorio denuncia que "tanto Siemens como Enel se refirieron al proyecto como localizado en Marruecos, sin distinguir entre Marruecos y la tierra que ocupa ilegalmente". Según el informe elaborado por el Observatorio, el proyecto se llevará a cabo "mediante una asociación con la ONEE, la Société d’Investissements Énergétiques y el Fondo Rey Hassan II, todas estatales; ONEE comprará toda la electricidad generada mediante un contrato a 20 años".
El calendario
La puesta en funcionamiento de los parques eólicos está prevista para el período 2017-2020. El Programa Integrado de Energía Eólica de Marruecos, programa estatal, persigue un objetivo muy concreto: que el país -Marruecos- eleve hasta el 42% su cuota de electricidad renovable en el Horizonte 2020. Pues bien, según el Observatorio, para 2020, la cuota eólica proporcionada por el Sahara Occidental habrá ascendido del actual 7% (de Marruecos + Sahara Occidental) al 22,75%. Y en esa transición la clave es la familia real marroquí, propietaria del 74% de las acciones del gran holding privado Société Nationale d’Investissement, o SNI, que a su vez es dueña de la compañía Nareva, de energía renovable.
Nareva ganó a otros cinco consorcios, en marzo de 2016, las licitaciones, tanto en Marruecos como en el Sahara Occidental ocupado. La empresa de la casa real marroquí salió vencedora, asociada a Siemens y Enel. Según el Observatorio, Nareva "es el dueño de todos los parques eólicos operativos y en proyecto". La única excepción sería la planta Cimar, de cinco megavatios (5 MW), que pertenece a Ciments du Maroc y proporciona electricidad a su fábrica radicada en El Aaiún. El parque de Foum El Oued está explotado por Énergie Éolienne du Maroc (EEM), subsidiaria al 75% de Nareva y que se creó en 2010. A través de Nareva -explica el informe del Observatorio-, el rey de Marruecos "es el dueño de casi todos los parques eólicos –operativos y programados- del territorio que mantiene bajo ocupación militar, en violación del derecho internacional".
El Observatorio repasa la bibliografía, de la Unión Africana a la Unión Europea
La Unión Africana (UA) emitió en 2015 un dictamen concluyendo que “el pueblo del Sahara Occidental y sus legítimos representantes no sólo tienen que ser consultados sino que tienen que consentir y participar efectivamente en alcanzar cualquier acuerdo relativo a la explotación de sus recursos naturales en el territorio del Sahara Occidental”. El Consejo de Paz y Seguridad de la UA ha condenado la explotación de los recursos naturales del Sahara Occidental, llamándola “un acto hostil que puede perpetuar el conflicto y el colonialismo en el Sahara Occidental”. El Consejo ha indicado además que las compañías que trabajasen en el Sahara Occidental ocupado no serían bienvenidas en otros estados miembros de la Unión Africana.
El informe «Energía para el expolio» recalca además que ningún estado en el mundo reconoce la reivindicación marroquí sobre el territorio saharaui. La Audiencia Nacional -explica el Observatorio- afirmaba en un auto de 2014 que España sigue siendo formalmente la potencia administradora, ya que nunca descolonizó. El Tribunal de Justicia de la Unión Europea se hizo eco de este pronunciamiento en diciembre de 2015, afirmando que el Sahara Occidental “no está incluido en las fronteras de Marruecos internacionalmente reconocidas”. En consecuencia ordenó que fuera anulada la aplicación en el Sahara Occidental del Acuerdo de Libre Comercio".
El informe también recuerda que las instituciones europeas han sido claras: no quieren financiar proyectos energéticos en el territorio ocupado. Y cita varios ejemplos. A saber: el Banco Europeo de Inversiones, la UE y el banco de desarrollo KfW, propiedad del Gobierno alemán, que han anunciado que no financiarán proyectos ubicados en el Sahara Occidental ocupado. El Observatorio de Recursos Naturales del Sáhara Occidental escribió el año pasado al KfW para recabar su opinión sobre el particular. Esta fue la respuesta, que el Observatorio incluye en su informe:
“KfW Development Bank, al igual que otras entidades financiadoras, solo financiará a las agencias que ejecuten proyectos en Tánger II, Jbel Lahdid y Midelt, es decir fuera del Sahara Occidental. La estructura de financiación, los flujos financieros y las cuentas están separadas según los lugares en que están enclavados los diferentes proyectos para asegurar una distinción clara. Esta separación clara y estricta es válida para todas nuestras financiaciones; ahí están el PVI-program en el que financiamos sólo el proyecto Noor Ouarzazate, pero no los de Bojador y El Aaiún”.
La oenegé también denuncia los proyectos solares
Las pretensiones de energía renovable de Marruecos en el Sahara Occidental -explica el Observatorio- no se limitan a la energía eólica. El Plan Solar Marroquí fue anunciado en noviembre de 2009, en presencia del Rey de Marruecos y de la que sería Secretaria de Estado de los EEUU, Hillary Clinton. El proyecto aspira a una capacidad instalada de 2.000 MW para 2020 repartida entre 5 sitios. Dos de esos sitios están en el Sahara Occidental ocupado, y, juntos, proporcionarán un 30 % de la capacidad total planeada para el Plan Solar Marroquí.
El sitio de Bojador (Boujdour, en francés) albergará una planta termosolar de 100 MW, que denominan Noor Boujdour. En el sitio de Foum El Oued, justo al sur de El Aaiún, la capital del Sahara Occidental, una planta solar de 500 MW se construirá en una superficie de 5.700 hectáreas. Esta planta, que ahora denominan Noor Laayoune, será conectada a la red eléctrica para proporcionar electricidad a Agadir y a El Aaiún.
La Agencia Marroquí para la Energía Solar (Masen) ya ha sacado a subasta las primeras fases de estas dos plantas, según el Observatorio. El proyecto fotovoltaico Noor PV I incluirá la construcción, funcionamiento y mantenimiento de un total de 170 MW en tres sitios: 70 MW en Ouarzazate (en Marruecos), 80 MW en El Aaiún y 20 MW en Bojador. Masen ha preseleccionado no menos de 20 consorcios que agrupan entre todos a 37 compañías internacionales. Una de esas compañías es Enel Green Energy, que se presenta sola. Con estos proyectos eólicos y solares, Marruecos aspira a una capacidad operacional de 1.055 MW en el Sahara Occidental ocupado para 2020. "Según nuestros cálculos -dice el informe-, esto corresponde a 26,4 % de la capacidad total eólica y solar que el Gobierno de Marruecos pretende tener instalada y en funcionamiento para ese año".
El Observatorio concluye su informe con una serie de recomendaciones
A las compañías
"Que cesen inmediatamente su participación en los proyectos y cancelen sus planes futuros". Según el Observatorio, "ningún proyecto energético en el Sahara Occidental, no importa cómo sea de verde, debería darse en la zona ocupada de ese territorio. Tal actividad -concluye el informe- contribuye a la violación del derecho internacional, afianza la ocupación marroquí y obstaculiza los esfuerzos que están llevando a cabo las Naciones Unidas para lograr una solución al conflicto".
A los accionistas
Que se pongan en contacto con las compañías de las que tienen acciones para que estas detengan los planes de infraestructura en los territorios ocupados y cesen los actuales. "Si las conversaciones no dan fruto, pedimos a los accionistas que desinviertan".
A la Unión Europea
"Que se asegure de que su pretensión de importar energía del norte de África no debe estar por encima de sus imperiosas obligaciones derivadas del derecho internacional de no admitir la ocupación por Marruecos del Sahara Occidental. La UE -señala el Observatorio- debería garantizar que todas sus instituciones cumplen con las promesas de la UE de no asignar fondos de la UE para estos programas en el Sahara Occidental".
A los gobiernos
"Que se aseguren de proporcionar la información necesaria a las corporaciones que se planteen hacer negocios o apoyen de cualquier otra manera actividades en el Sahara Occidental ocupado, que, en tanto que Territorio No Autónomo, presenta límites específicos para actividades de recursos y desarrollo, y tengan en cuenta que el requisito establecido por el derecho internacional es que los habitantes originales del territorio den su consentimiento previo a dichas actividades".
A las Naciones Unidas
"Que declare inequívocamente que las solicitudes para obtener bonos de carbono para proyectos solares o eólicos a desarrollar en el Sahara Occidental ocupado no se tendrán en cuenta mientras el estatus del territorio esté pendiente del proceso de autodeterminación liderado por las Naciones Unidas".
A los actores del mercado de carbono
"WSRW apela a las empresas de auditoría para que verifiquen, validen y certifiquen los proyectos que pidan bonos de carbono, y certifiquen negativamente los proyectos situados en los territorios ocupados del Sahara Occidental. WSRW pide a todos los actores del sector carbono que no compren bonos de carbono de proyectos en los territorios ocupados del Sahara Occidental".
(*) El 5 de marzo de 2016, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon efectuó una visita oficial a Argelia, en el marco de la cual se reunió con refugiados saharauies. Ban Ki-moon se refirió entonces a la situación en que viven esos refugiados como "inaceptable" y definió el control marroquí sobre la mayor parte del Sahara Occidental como "ocupación". Diez días después, el Gobierno marroquí informa a la ONU sobre su intención de reducir “significativamente” el componente civil de la Misión de Naciones Unidas para el Referéndum en el Sahara Occidental. Esta Misión fue creada en 1991 para, grosso modo, elaborar un censo de saharauis con derecho a votar si quieren ser súbitos marroquíes o nacionales de un Sáhara independiente.
Marruecos y el Sáhara Occidental, 2015/2016, un informe de Amnistía Internacional