El parque, Centre Manche 1, que sus promotores estiman generará electricidad suficiente como para atender la demanda de 800.000 hogares, será ejecutado frente a la costa de Normandía y llega tras los parques (también del Canal de la Mancha) Fécamp, Courseulles, Dieppe-Le Tréport y Saint-Brieuc. Según WindEurope, la asociación patronal del sector eólico europeo, Centre Manche 1 viene a reforzar la cadena de fabricación local, en el marco del Offshore Wind Pact (Pacto Eólico Marino) que firmaron en el mes de marzo de 2022 el Gobierno francés y la industria eólica. Ahora mismo -explican desde WindEurope-, la cadena de suministro eólico presenta un perfil robusto en Normandía, territorio en el que Siemens Gamesa fabrica palas y góndolas para aerogeneradores marinos (en Le Havre) y General Electric produce palas en su fábrica de Cherburgo. Además -apuntan desde WindEurope-, el Gobierno francés tiene previsto aprobar en los próximos meses un proyecto de ley (Green Industry Bill) para apoyar la cadena de suministro y facilitar su crecimiento.
Francia se ha propuesto como objetivo tener una cincuentena de parques eólicos marinos operativos en el año 2050. En febrero -recuerdan desde WindEurope-, el Ejecutivo galo adoptó su primera Ley de Energías Renovables, cuyo objetivo es acelerar el desarrollo y despliegue de estas tecnologías en el país. Lo que debe hacer ahora Francia -advierten desde la asociación eólica- es acelerar el proceso aún más mediante la planificación marítima y la agilización de los procedimientos administrativos. Entre junio de 2019 y marzo de 2023 -recuerdan desde WindEurope-, Francia no ha adjudicado ni un solo megavatio eólico marino. "Si el país quiere materializar sus objetivos eólicos marinos deberá adjudicar al menos 2.000 megavatios de nuevos proyectos cada año".
La asociación patronal eólica europea alerta además sobre la paralización del sector en Francia. La última subasta eólica terrestre en el país pretendía adjudicar mil megavatios de potencia, pero de los sesenta aspirantes solo cuatro proyectos (por valor de 56 megas) resultaron adjudicatarios, apenas el 5% del total. WindEurope responsabiliza a la administración gala del fracaso. La asociación denuncia que ciertas instrucciones poco claras acabaron descalificando muchas de las ofertas y pide más agilidad para la futura subasta de mayo que el Gobierno quiere lanzar para compensar el fracaso (to make up for the flop) y más recursos humanos al objeto de evitar "este tipo de torpezas en el futuro" (this tipe of blunder).