El Cabildo insular de Tenerife fundó el Instituto Tecnológico y de Energías Renovables (ITER) en 1990 con el "objetivo principal de promover el uso de las energías renovables en Tenerife y la investigación en ese mismo campo, financiada a través de la venta de energía de las plantas de generación renovables propias". A tal efecto, y durante una década, el Instituto instaló en los terrenos de ITER en Granadilla de Abona hasta tres parques eólicos, propios o participados, con algo menos de trece megavatios de potencia nominal. Pues bien, transcurridos los 20 años de vida útil de dichos aerogeneradores (30, en algunos casos), el ITER ha puesto en marcha, desde su Departamento de Energía Eólica, el proyecto de adecuación de estos parques para solucionar los problemas asociados a tecnologías obsoletas (dificultad de conseguir repuestos, problemas estructurales y de durabilidad de materiales, reducción de la disponibilidad y la eficiencia, etcétera). De esta forma -explican desde el Instituto-, se garantiza la penetración de energía eólica correspondiente a toda la potencia instalada.
Procedimiento
Parte de la adecuación de los parques se realiza de la mano de la Agrupación de Interés Económico Eólicas de Tenerife, participada al 50% por ITER y Enel Green Power, propietaria de uno de los parques eólicos sobre los que se propone la adecuación (EGP es una división del grupo italiano Enel, propietario de la antaño española Endesa). El parque ITER-Enel comparte su configuración con los dos parques del Instituto. Por esa razón -explican desde el Instituto tinerfeño-, y por las restricciones derivadas principalmente de la limitación de los terrenos disponibles y las servidumbres aeronáuticas del Aeropuerto Tenerife Sur, se ha hecho necesario llevar a cabo una adecuación conjunta de las tres instalaciones: "las razones principales son maximizar la eficiencia en la ubicación de los futuros aerogeneradores, optimizar la potencia y superficie disponibles y aplicar mejoras ambientales a gran escala que favorezcan la liberación de mayores franjas de terreno, actualmente ocupadas por aerogeneradores".
Desmantelamiento de las máquinas
El desmantelamiento de los 29 aerogeneradores actuales y el de las posibles infraestructuras que entren en desuso también se ha proyectado de forma conjunta para los tres parques. El mismo procedimiento se ha llevado a cabo para la restauración de los terrenos ocupados o afectados por las obras, con especial atención a la segunda fila, que limita con el Monumento Natural Montaña Pelada y cuyo espacio quedará completamente liberado.
La adecuación proyectada propone una única fila de 5 aerogeneradores y una longitud total de 850 metros. La potencia total de la nueva instalación será de 12 MW. Aunque el trabajo será realizado en conjunto por las dos empresas, a efectos de titularidad -informa el ITER- se ha dividido en dos proyectos que serán tramitados de forma independiente.
Tras un largo periodo de incubación, el Instituto ha solicitado en la primera semana de julio la Autorización Administrativa y Declaración de Impacto Ambiental para los proyectos de adecuación a la Consejería de Transición Ecológica, Lucha contra el Cambio Climático y Planificación Territorial y da así por iniciado el procedimiento que espera culmine en la puesta en marcha de dicha adecuación en un plazo máximo de dos años.
