La revisión del plan eólico es consecuencia de un mandato del Parlamento vasco, que el catorce de marzo aprobó una moratoria en la concesión de nuevos parques eólicos hasta revisar el Plan Territorial Sectorial (PTS) que fija los enclaves adecuados para instalarlos.
En tanto en cuanto no se culmine este trabajo, aseguraba el diario El País en su edición del pasado miércoles, Industria no dará la aprobación definitiva a los cuatro parques que adjudicó hace apenas unos días en los Montes de Iturrieta, Arkamo y Cruz de Alda, todos ellos con 50 MW y ubicados en Álava, y el de Gazume, en Guipúzcoa, de inferior potencia (16 MW).
Industria, añadía el rotativo madrileño, ha tenido que renunciar a cuatro de los proyectos previstos en el plan eólico aprobado en 2002 por el rechazo que suscitaron los emplazamientos propuestos. Primero fue el de Ordunte (Vizcaya), que supuso un punto de inflexión en la energía eólica: por vez primera en su historia el Departamento de Medio Ambiente emitía una declaración de impacto negativa a un proyecto industrial avanzado por los daños "irreversibles" que habría causado a la naturaleza.
Además, han caído los de Kolometa, Ganegokorta (Vizcaya) y Mandoegi (Guipúzcoa), únicos pendientes de la primera fase del plan, que incluía los de Elgea, Urkilla y Badaia (en Álava) y el de Oiz, en Vizcaya, todos ya en funcionamiento.