La Hoja de Ruta contiene 20 líneas de actuación con el objetivo de alcanzar entre 1.000 y 3.000 megavatios de potencia de eólica marina flotante en 2030 (lo que supone hasta el 40% del Objetivo UE 2030: 7.000 megavatios) y hasta sesenta megavatios de otras energías del mar en fase precomercial (energía undimotriz o de las olas, o energía mareomotriz, o de las mareas). Según el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, el Gobierno, y "entre otras medidas", prevé habilitar al menos 200 millones de euros hasta 2023 "para reforzar las plataformas de ensayo y ofrecer los mejores bancos de pruebas de nuevas tecnologías" y prevé así mismo evaluar "las necesidades de la infraestructura portuaria, donde se deben invertir de 500 a 1.000 millones para cubrir las nuevas necesidades logísticas".
El Gobierno justifica su apuesta
España -explican desde el Ministerio- es una potencia eólica, tanto en fabricación de equipos (dispone del 90% de la cadena de valor) como en producción de electricidad (la eólica este año es la primera fuente de generación). En tierra firme hay ahora mismo, en toda España, más de 20.000 aerogeneradores operativos (28.027 megavatios). Sin embargo, mar adentro, en las aguas territoriales españolas, la eólica no se ha desarrollado aún debido a las elevadas profundidades que se alcanzan muy cerca de la costa y a que los aerogeneradores con cimentación fija son económicamente inviables a partir de 50 metros de profundidad.
Habida cuenta de esa limitación física, España ha desarrollado a lo largo de los últimos años soluciones flotantes para los aerogeneradores: de las 27 identificadas a escala global, siete son españolas, según el Ministerio. España es así mismo el socio europeo con más instalaciones de I+D para eólica flotante y las otras energías del mar, como la Plataforma Oceánica de Canarias (Plocan) y la Plataforma de Energía Marina de Vizcaya (BiMEP) o la Zona experimental de aprovechamiento de energías marinas de Punta Langosteira (A Coruña), el segundo banco de pruebas del mundo para la energía de las olas.
El recurso eólico existente en el mar es superior en términos de velocidad media, densidad energética y regularidad que en tierra firme. En 2018, el factor de capacidad global promedio para las turbinas eólicas marinas fue del 33% en comparación con el 25% para turbinas eólicas terrestres y el 14% para energía solar fotovoltaica. De cara al futuro, se espera que los nuevos proyectos eólicos marinos tengan factores de capacidad superiores al 40% en condiciones de viento moderado y de más del 50% en áreas con recurso eólico de alta calidad, llegando a alcanzar factores de capacidad comparables a otras formas de generación fósil. [Junto a estas líneas, tabla extraída de la Hoja de Ruta. En ella, el Ministerio presenta una comparativa de los factores de capacidad anuales por tecnología y región en el mundo. Como se aprecia, la eólica marina aventaja al gas].
La Hoja de Ruta que ha diseñado el Gobierno persigue cuatro grandes objetivos con vistas a 2030. Estos
1.- Establecerse como polo de referencia europeo de I+D para el diseño, escalado y demostración de nuevas tecnologías, reforzando las plataformas de ensayo y ofreciendo el mejor entorno y el más rápido para probar nuevos prototipos. A tal fin se activarán al menos 200 millones de fondos públicos hasta 2023 para I+D en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR).
2.- Ser referente internacional en capacidades industriales, generando cadena de valor y empleo de calidad en todo el ciclo de vida de las tecnologías, optimizando las condiciones logísticas y acompañando a la iniciativa empresarial, siempre con una perspectiva de economía circular. Se incidirá en las sinergias con sectores ya punteros en nuestro país, como el naval, el siderúrgico o la experiencia en la energía eólica terrestre.
3.- Integrar la sostenibilidad como pilar central del desarrollo de las energías renovables en el mar. Además de un despliegue ordenado gracias a los Planes de Ordenación del Espacio Marítimo, ahora en información pública, se aprovechará el despliegue de estas tecnologías para incorporar sistemas de monitorización del medio marino, facilitando su conservación y mejorando el conocimiento de las interacciones y afecciones de las distintas actividades.
4.- Desplegar de un modo ordenado las instalaciones, eólicas en particular, con una regulación clara y previsible, sobre tres elementos clave: ordenación espacial, conexión a red y modelo de negocio, que adquieren especial relevancia por la ubicación de las plantas en dominio público, la gran inversión inicial que precisan y su elevada generación eléctrica.
Otros mecanismos de apoyo
Para facilitar la aplicación de la Hoja de Ruta, además de los citados 200 millones para I+D, hay -recuerdan desde el Ministerio- numerosos programas de financiación, tanto europeos como nacionales. Entre los segundos destacan los instrumentos gestionados por el Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI) y el Instituto para la Diversificación y el Ahorro de la Energía (IDAE), pudiendo incorporarse otros, como la emisión de bonos verdes.
La Hoja de Ruta aprovecha la Agenda Sectorial de la Industria Eólica, que forma parte de la Estrategia de Política Industrial de España 2030 y se incardina en el Componente 7 del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, dedicado al despliegue e integración de las energías renovables.
El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico define su "Hoja de Ruta de la eólica marina y las energías del mar" como "una estrategia para potenciar el liderazgo español en el desarrollo tecnológico y de la I+D de las distintas fuentes limpias que aprovechan los recursos naturales marinos, con especial atención a la eólica y que también garantiza el despliegue ordenado de las instalaciones en las aguas territoriales, de modo que sea respetuoso con el medio ambiente, compatible con otros usos y actividades y se aproveche para mejorar el conocimiento del medio marino".
Pie de foto: visita institucional del Gobierno vasco, el pasado mes de junio, a las obras de construcción, en el puerto de Bilbao, de la plataforma flotante que ha diseñado la empresa vasca Saitec. La plataforma, que emplea hormigón como materia prima y pasa por ser "un sistema pionero en todo el mundo", ha sido ideada para soportar grandes aerogeneradores marinos que serán instalados allí donde la profundidad de las aguas no hace viable económicamente la cimentación de los aerogeneradores al lecho marino. Esta plataforma flotante prototipo tiene 30 metros de manga y 67 metros de eslora y sobre ella se colocará un aerogenerador de 2 MW.
Hoja de Ruta para el Desarrollo de la Eólica marina y de las energías del mar en España