La Unión Europea (UE) quiere que la energía eólica pase de los menos de doscientos gigavatios con los que cuenta a día de hoy a los 510 gigas en 2030. Pero la velocidad de crucero a la que avanza el sector para alcanzar ese objetivo no es ni mucho menos suficiente. Porque habría que construir 39 GW cada año y en la Unión solo se están erigiendo dieciocho gigas anualmente (18 GW). El porqué de ese enorme desfase está en la Administración, según la patronal europea del sector eólico, WindEurope, que lleva muchos meses quejándose de "los cuellos de botella en la concesión de permisos". Según la asociación, las normas y procedimientos para la obtención de las autorizaciones que necesita son demasiado complejas: "se tarda demasiado en conseguir un permiso", advierten, y, además, "no se conceden suficientes permisos". El resultado es el susodicho: 18 gigas año en vez de los 39 que serían necesarios para materializar el objetivo 510.
Así las cosas, WindEurope insta a los gobiernos a simplificar los procesos de concesión de permisos. Y apela a Bruselas. La UE ya ha entendido la necesidad -dice- de atajar ese problema. Y, así, dentro de su estrategia REPowerEU, la Comisión Europea ha propuesto una serie de reformas para acelerar la concesión de permisos. Una de las principales reformas -destaca WindEurope- es que la expansión de las energías renovables "se trate a partir de ahora como una cuestión de interés público superior, lo que garantizaría -asegura la patronal- un buen equilibrio entre la expansión de las energías renovables y otros intereses sociales, como la protección de la biodiversidad".
Según WindEurope, la consagración del principio del interés público superior aceleraría la concesión de permisos y aumentaría el volumen de proyectos autorizados; no supondría una disminución de las normas medioambientales; no cambiaría en absoluto las normas de evaluación del impacto ambiental; y los promotores de parques eólicos seguirían teniendo que demostrar que no hay una ubicación alternativa más adecuada; y tendrían que seguir mitigando o compensando cualquier impacto sobre la biodiversidad.
Pues bien, con ese horizonte, WindEurope insta a los Estados miembros de la UE y al Parlamento Europeo a que respalden el principio del interés público superior cuando ultimen la nueva Directiva sobre energías renovables de la UE. La asociación considera esa medida "esencial para acelerar los procesos de concesión de permisos y la expansión de las energías renovables, lo que es fundamental para los objetivos europeos de cambio climático y seguridad energética".