También hay retos ligados a la infraestructura de transmisión, además del estudio de la competitividad de costos y valor dentro del mercado brasileño, puesto que la energía eólica marina deberá competir con otras cadenas de suministro más maduras y altamente competitivas, como los proyectos solares y eólicos terrestres, según señala el informe de GWEC, del que informa el portal Bnamericas.
De acuerdo con el informe de GWEC, uno de los aspectos más relevantes para los inversionistas son las reglas que se establecerán para las subastas de energía. Tras regularse la asignación de áreas, el siguiente paso es la celebración de la primera subasta de energía eólica marina.
La agencia de noticias recuerda que ya se ha dado un primer paso para avanzar en la solución de estos problemas, tanto con la publicación de un decreto como con la ordenanza ejecutiva sobre la cesión de uso de espacios marítimos, que debería difundirse este año. Otra señal regulatoria positiva es un proyecto de ley federal que detalla el alcance para producir energía renovable marina, lo que abre posibilidades para nuevas tecnologías en el futuro, como la eólica marina flotante.
El proyecto de ley, bajo análisis en el Congreso, crearía un marco regulatorio para el otorgamiento de parques eólicos marinos mediante subastas y cobra el pago de participaciones especiales al Gobierno Federal, los estados y municipios, recursos que no están previstos en el decreto.
GWEC estima que los primeros aerogeneradores marinos de Brasil pueden estar operando para finales de la presente década. “Esto permitiría una fuerte expansión del mercado por su capacidad para abastecer otras cadenas de generación renovable, como el hidrógeno verde”, indicó la organización.
Hasta abril, el Instituto brasileño de Medio Ambiente (Ibama) había analizado emprendimientos eólicos marinos por más de 130 GW. Se espera que Brasil celebre su primera licitación de energía eólica marina el próximo mes de octubre.