Hasta el 80%, siempre y cuando sean gestionadas con "un sistema eléctrico más flexible". Esa es la conclusión central de un estudio publicado por el Laboratorio Nacional de Energía Renovables (NREL), entidad dependiente del Departamento de Energía del gobierno federal de los Estados Unidos (EEUU). Para alcanzar es horizonte, no obstante, sería preciso un parque eólico terrestre nacional de unos 460 GW, nueve veces la potencia instalada ahora, cifra que se traduce en la necesidad de instalar diez gigas al año durante el periodo. La eólica marina, aún sin iniciar en EEUU, debería alcanzar los 140 GW. En total, la eólica aportaría un 37% de la generación total y la solar, un 23%.
El análisis más completo jamás hecho
El informe, titulado "El estudio de futuros de las energías renovables" (The Renewable Electricity Futures Study, o RE Futures), investiga las "implicaciones y retos" que plantearían esos niveles –"muy altos"– de generación renovable en 2050. NREL asegura que este es el "análisis más completo" que se ha hecho en este campo hasta la fecha: "un análisis de la simulación horaria del sistema eléctrico indica que la demanda eléctrica estimada para 2050 podría ser cubierta con un 80% de energías renovables; tanto la abundancia como la diversidad de las fuentes renovables en EEUU facilitan la combinación de diferentes tecnologías".
Los retos
Entre los retos clave a afrontar, NREL destaca el fortalecimiento de las débiles redes estadounidenses, la necesidad de casar la planificación de la generación energética con la planificación de la demanda, la necesidad de optimizar la base de carga flexible, en referencia a aquellos consumidores industriales que pueden reducir la carga en momentos concretos sin perjudicar su actividad (como en el caso de los grandes acumuladores de frío y calor), la necesidad de una mayor flexibilización de la generación convencional y, por fin, mejores comunicaciones entre los operadores de las plantas de generación y los operadores de red.
Almacenes de kilovatios
Según NREL, además, "el almacenamiento de la energía eléctrica es una de las varias tecnologías importantes que pueden facilitar el despliegue masivo de las energías renovables. Aparte de los 20 GW de capacidad de almacenamiento por bombeo con que cuenta EEUU actualmente, NREL destaca los avances en las tecnologías de aire comprimido y de las baterías de alta carga energética, aunque, en este último caso, habrá que desarrollar procesos y tecnologías para evitar y/o mitigar el impacto de posibles fugas químicas del electrolito. El análisis también ha tomado en cuenta otras formas de almacenamiento como los vehículos eléctricos. Respecto al desvío de la generación eólica excesiva hacia la producción de hidrógeno mediante el electrólisis, NREL contempla mejoras en el futuro de esta tecnología aunque reconoce las limitaciones de ella debido al "incertidumbre de los costes".