A pesar del volumen récord de potencia instalada en el último semestre y a pesar de los 502 millones de dólares adjudicados a la eólica por la administración federal en el marco de su plan de estímulo económico, AWEA avisa de una ralentización en el numero de pedidos de aerogeneradores y augura un año menos productivo de lo en principio esperado por la asociación.
Así, “deberíamos estar entregando mucha más potencia”, según Denise Bode, consejero delegado de AWEA. “Nuestro reto ahora es coger las riendas de esta oportunidad histórica y desatar nuestra fuerza empresarial para construir una industria nueva en Estados Unidos que creará empleo, evitará las emisiones de CO2 y reforzará nuestra seguridad energética”.
Para lograr eso, Bode insiste en que el congreso y el gobierno deben consensuar una obligación federal a las eléctricas en cuanto al volumen de energías renovables en su mix eléctrico. De momento, estas obligaciones, o Renewable Electricity Standards, solo existen en algunos de los estados de la Unión. A pesar de todo, algunas señales de reforzamiento industrial han aparecido en el último trimestre.
Según AWEA, tres fábricas de aerogeneradores y componentes han sido inauguradas, cuatro más han sido ampliadas y se ha anunciado la construcción de varias más. Pero, aunque Bode reconoce el esfuerzo de la industria en cuanto a la ampliación de su capacidad productiva, insiste en que el crecimiento futuro depende de una política “a largo plazo”, y no de planes coyunturales de rescate.
Entre tanto, el estado de mayor crecimiento en el segundo trimestre fue Misuri, donde los 145 MW de potencia eólica nueva marcan un incremento de un 90% respecto al trimestre anterior. Iowa superó los 3.000 MW acumulados, consolidando su segunda posición en el escalafón nacional, solo por detrás de Texas, con 8.361 MW acumulados, y por delante de California, con 2.787 MW.
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