El hidrógeno inyectado queda mezclado así con el gas natural que lleva la red "y puede ser utilizado para una gran variedad de aplicaciones, incluyendo calefacción, procesos industriales, movilidad, y la generación de energía". La unidad de Falkenhagen, que tiene una capacidad de dos megavatios, puede producir -informa E.On- 360 metros cúbicos de hidrógeno por hora. Según el director ejecutivo de E.On Alemania, Ingo Luge, “este proyecto hace de E.ON una de las primeras compañías en demostrar que los excedentes de energía pueden ser almacenados en los gasoductos para ayudar a equilibrar el suministro y la demanda energética; esta forma de almacenamiento de energía -añade Luge- está considerada como una tecnología estratégica para la transformación del sistema energético alemán, pues reducirá la necesidad de parar las turbinas eólicas cuando las redes eléctricas locales estén saturadas y nos permitirán aprovechar en mayor medida esta energía renovable”.
P2G
E.ON ha construido y opera la instalación P2G ("power-to-gas") junto a su socio Swissgas AG, compañía que aportará algunas de las unidades de salida de hidrógeno. La multinacional alemana ha construido esta planta en la ciudad de Falkenhagen "por su localización inmejorable: la región ya cuenta con una gran capacidad instalada de energía eólica, con las infraestructuras necesarias de gas y electricidad y, además, E.ON dispone de un centro de control allí". A la ceremonia de inauguración han asistido el ministro de Economía alemán, Philipp Rösles, el miembro del Parlamento Europeo Christian Ehler, el secretario de Estado en el Ministerio de Economía y Asuntos Europeos del Estado Fereral de Brandenburgo, Henning Heidemanns y alrededor de otros 200 invitados del mundo de la política, la industria y la ciencia. Según el comunicado difundido por E.On, este proyecto supone "un paso importante en la tecnología P2G de cara a implantarlo a gran escala".