La planta planea producir, a partir de 2013, aproximadamente 360 metros cúbicos de hidrógeno cada hora a través de electrolisis. El hidrógeno se verterá después en la red de gas de Ontras y se utilizará como gas natural convencional. Según E.ON, la red de gas se convierte de esta manera en un sistema de almacenamiento de energía procedente de fuentes renovables. La multinacional alemana asegura que "hoy en día se puede añadir hasta un 5% de hidrógeno al gas natural en la red sin ningún problema" y que los expertos creen que, "a medio plazo, este porcentaje podría alcanzar el 15%". Esto supondría que toda la energía proveniente de fuentes renovables que, a día de hoy, se genera en Alemania podría ser almacenada en su red de gas. La compañía prevé que "la demanda para una capacidad de almacenamiento a tal escala sólo podrá producirse dentro de algunas décadas, cuando la mayor parte de la demanda de energía esté ya cubierta por fuentes de energía renovables".
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Según el consejero responsable del área de Tecnología y Desarrollo de E.ON , Klaus-Dieter Maubach, “necesitamos nuevas formas de almacenamiento para poder incrementar en los próximos años la integración de la energía eólica con el resto de nuestros activos de generación. Utilizar la infraestructura gasística existente en la actualidad para almacenar hidrógeno es un paso prometedor en este largo camino, y nos da la oportunidad de combinar formidablemente nuestras capacidades como compañía de electricidad y de gas”. Según E.On, si Alemania puede incrementar la integración de las energías solar y eólica en la generación energética de los próximos años, "la energía disponible superará la demanda y llevará a la red de distribución al límite de su capacidad". Por ello, E.ON está investigando nuevos métodos para almacenar este exceso de energía. En la actualidad, dichas investigaciones se centran en el incremento de la capacidad de las centrales de generación de bombeo. Por ejemplo, la compañía germana pretende ampliar la central de bombeo a la región de Edersee, en el estado federal de Hesse (Alemania), y, junto a su socio austríaco Verbund AG, planea construir una nueva central en la frontera entre Alemania y Austria.
En esta misma línea se encuentra el proyecto de la central de bombeo de San Miguel de Aguayo, en España, que supondrá la ampliación de potencia de la actual central en 1.000 MW, hasta un total de 1.360 MW. La nueva central, que contará con más de 600 millones de euros de inversión, supone –según E.ON– "una garantía de disponibilidad de energía de primera magnitud a nivel nacional, incrementando la seguridad del suministro, al tiempo que aumenta de manera sustancial el porcentaje de participación de la energía renovable en la generación eléctrica española".
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