El sistema FLASC ofrece una forma barata y fiable de almacenar energía eólica a gran escala, de acuerdo con Sant y Buhagiar; y explican cómo opera este sistema, que captura y almacena el exceso de energía durante los vientos fuertes para generar electricidad cuando sea necesario: “Dos equipos de recipientes a presión (pressure vessel bundles, PVB) se conectan mediante un cable umbilical. El PVB inferior se fija al lecho marino y el superior se aloja dentro de una estructura de soporte flotante”. El PVB inferior es el encargado de convertir el exceso de electricidad generada por el viento en energía mediante la compresión de aire, “utilizando agua de mar a presión como pistón”, continuan. “En épocas de poco viento, la demanda de los clientes puede satisfacerse invirtiendo el proceso para liberar la energía almacenada y generar electricidad mediante una turbina”.
De esta forma, el PVB inferior aumenta la capacidad de almacenamiento del sistema y, asimismo, regula la temperatura, que sube al presurizar el líquido y se enfría al liberar la presión. "Al tratarse de un sistema submarino, el FLASC puede utilizar el océano como sumidero natural de calor sin necesidad de un complejo sistema de gestión térmica”, añaden.
Buhagiar dice que se inspiró en su país natal, Malta, donde el suelo disponible es escaso, para desarrollar el sistema: “Es muy difícil encontrar un espacio para hacer algo, así que la idea era sencilla. ¿Y si pudiéramos tener un sistema de almacenamiento de energía que se ubicara dentro del parque eólico en alta mar utilizando el mismo espacio?".
Supervisado por Tonio Sant, catedrático de energía eólica, energías renovables en alta mar y almacenamiento de energía, Daniel Buhagiar desarrolló el FLASC durante el doctorado en energía eólica marina, transmisión hidráulica y almacenamiento de energía que realizó en la Universidad de Malta. Inicialmente, el sistema se creó como un reto académico, más que como una solución a un problema. Pero la universidad reconoció el potencial de su trabajo, animó al dúo a patentar su invento y les apoyó durante todo el proceso.
Suminiastro de energía estable
Su sistema puede estabilizar el suministro de energía de varios parques eólicos marinos. Los estudios han demostrado que permite recuperar el 93% de toda la energía almacenada, incluso en aguas poco profundas y con una huella mínima en el lecho marino. Se calcula que por cada gigavatio de energía eólica producida en alta mar se desplazan cada año 3,5 toneladas métricas (Mt) de emisiones de CO2 procedentes del carbón y 1,6 Mt de emisiones de CO2 procedentes del gas natural.
El sistema desarrollado por estos dos ingenieros malteses ha quedado finalista al Premio al Inventor Europeo 2024, en la categoría de Investigación. Lanzados por la OEP en 2006, estos premios honran a individuos y equipos que han aportado soluciones a algunos de los mayores retos de nuestro tiempo. Su fallo se dará a conocer el próximo 9 de julio.
la Oficina Europea de Patentes es una de las mayores instituciones de servicio público de Europa. Con sede en Múnich y oficinas en Berlín, Bruselas, La Haya y Viena, se fundó con el objetivo de fortalecer la cooperación en materia de patentes en Europa y permite a los inventores obtener protección de patentes de alta calidad en hasta 44 países, cubriendo un mercado de unos 700 millones de personas.
Podéis ver la patente en su versión en español aquí:
https://worldwide.espacenet.com/patent/search/family/054070636/publication/ES2719224T3?q=In%3DBuhagiar%20AND%20in%3Dsant