Iberdrola anunció ayer que ya ha conectado a la red cuatro turbinas offshore, "las primeras de una empresa española que empiezan a producir electricidad en toda la historia". West Of Duddon Sands está situado a unos veinte kilómetros de Barrow-in-Furness, en la costa noroeste de Inglaterra, y lleva en fase de construcción dos años. La multinacional hispano-catarí (el principal accionista de Iberdrola es el fondo soberano de Catar) ha instalado 42 de los 108 aerogeneradores que integran este proyecto y, "en la actualidad, está en el proceso de puesta en marcha y conexión de todas estas turbinas". Según Iberdrola, una vez finalizada su puesta en marcha, "que va a requerir una inversión total de 1.600 millones de libras, la instalación tendrá una capacidad de 389 megavatios (MW) y producirá suficiente energía para cubrir la demanda de aproximadamente 300.000 hogares británicos".
Eólica y empleo
Según los datos difundidos por Iberdrola, WODS cubre un área de unos 67 kilómetros cuadrados. Hasta el momento -concreta la empresa-, se han instalado 200 kilómetros de cable submarino y que se han terminado las 108 cimentaciones. Las turbinas, suministradas por la empresa alemana Siemens, son de 3,6 MW. La energía producida por los aerogeneradores es recogida en una subestación marina que ha sido especialmente diseñada para resistir las duras condiciones climatológicas de la zona. En ella se sube el voltaje y dos cables submarinos exportan la electricidad hasta la subestación en tierra de Heysham, punto de conexión a la red del Reino Unido. En tierra firme, en la nueva terminal del puerto de Belfast -construida expresamente para instalar parques eólicos marinos-, se almacenan y pre-ensamblan todas las piezas y componentes". En ella trabajan unas 300 personas desde soldadores hasta ingenieros y operadores de grúas.
Ocho mil megavatios en cartera
Por otro lado, la instalación de este gran complejo eólico marino se está realizando mediante dos "buques de última generación", que han sido construidos "expresamente para la instalación de parques offshore". Los barcos, que trabajan en tándem, son el buque de bandera chipriota Pacific Orca, que presume de ser el mayor instalador del mundo -con 161 metros de eslora, 49 de manga y un calado de 10,4 metros- y que se ocupa de transportar las cimentaciones, y el Sea Installer, de bandera danesa, y cuya misión es llevar al emplazamiento los aerogeneradores y las aspas (este es propiedad de Dong). Iberdrola ha creado una dirección de negocio Offshore que actualmente tiene oficinas en Glasgow, Londres, Berlín, Madrid y París y que "impulsa la paulatina puesta en marcha de su cartera de proyectos, que ya suma unos 8.000 MW en Reino Unido, Alemania y Francia".