En un comunicado, se explica que el proyecto ha significado una inversión de cerca de 310 millones de dólares, y que le sirve para completar una cartera de 1.266,8 MW de capacidad instalada en energía eólica en Brasil, de los cuales más de 1 GW está instalado en Bahía, allí, además de Campo Largo 2, están Campo Largo 1 y Umburanas, que entraron en operación en 2018 y 2019, respectivamente.
Con obras iniciadas en julio de 2019, el Complejo Eólico Campo Largo 2 tuvo sus primeros aerogeneradores ensamblados en 2020, en paralelo con la ampliación de la subestación y la implementación de redes de media tensión. En febrero de este año entró en operación comercial el primer parque eólico del Complejo y en agosto se completaron los procesos de montaje de los 86 aerogeneradores y la puesta en servicio de todas las máquinas.
Dado el tamaño del proyecto, la logística para el transporte de equipos grandes y la pandemia Covid-19 fueron algunos de los mayores desafíos para la implementación. La obra generó aproximadamente 2,2 mil puestos de trabajo, con picos de producción de 1,5 mil trabajadores en más de 40 frentes de trabajo paralelos. En total, se utilizaron alrededor de 4,6 mil toneladas de acero y 47 mil metros cúbicos de hormigón, además de la implementación de 75 kilómetros de accesos internos y 101 kilómetros de redes de media tensión, con más de mil postes.
Desde 2016, ENGIE asegura haber invertido más de 3 millones de dólares en proyectos sociales en la región de Umburanas y Sento Sé, con iniciativas en las áreas de salud, deporte, seguridad, educación, infraestructura y esparcimiento, entre otros.
La compañía está también desarrollando el parque eólico Santo Agostinho, ubicado en los municipios de Lajes y Pedro Avelino, a 120 km de Natal, en Rio Grande do Norte. Con inversiones de más de 440 millones de dólares, tendrá una capacidad instalada de 434 MW, con 70 aerogeneradores. El inicio de operaciones está previsto para 2023.