"El trabajo de I+D que haremos durante este proyecto tiene objetivos claros de beneficiar a nuestros clientes, a los contribuyentes y a la sociedad en general", explica Jesper Moeller, líder del proyecto y especialista sénior en Tecnologías Offshore en la unidad de negocio Offshore de Siemens Gamesa Offshore (SGRE), una de las 15 empresas que participan en la iniciativa.
El proyecto i4Offshore se basa en disciplinas clásicas de ingeniería como el análisis estructural, la ingeniería geotécnica, la producción y el análisis de riesgos. Probará una instalación completa de una futura versión de turbina offshore de Siemens Gamesa a gran escala, que incluye una nueva cimentación de cubo de 1.000 toneladas, una cubierta de acero, una pieza de transición de hormigón y una nueva conexión de cable. Todo ello con la finalidad de demostrar que esta tecnología es fiable y que la producción, el transporte y la instalación pueden realizarse de forma más rentable que en la actualidad.
"Uno de los retos de la energía offshore es que el alto coste de la construcción de turbinas eólicas marinas ha hecho necesarias varias subvenciones gubernamentales para mejorar el modelo de negocio. Mientras que todas las formas de generación de energía industrial reciben apoyo gubernamental, ya sea de fuentes renovables, fósiles u otras, nuestro proyecto tiene como objetivo hacer que la energía eólica marina sea aún más rentable sin apoyo financiero externo", dice Lars Bo Ibsen, profesor de la Universidad de Aalborg.
En busca de una solución global
El proyecto persigue aplicar las tecnologías avanzadas para reducir el coste de la energía offshore. Los cálculos del coste nivelado de la energía (LCoE) muestran el coste total de la electricidad procedente de una determinada tecnología energética cuando se incluyen todos los costes. Pero antes de que el proyecto alcance ese objetivo, los diversos elementos deben demostrar que pueden integrarse en una solución global.
"Ya tenemos un montón de piezas que sabemos que trabajan por separado. Ahora estamos en el proceso de ensamblarlas en un gran rompecabezas y probar que funcionan juntas. Queremos demostrar a clientes, bancos e inversores que la energía eólica marina tiene aún más sentido financiero y medioambiental para el futuro", añade Ibsen.
Este proyecto ha recibido financiación del programa de investigación e innovación Horizonte 2020 de la UE. Con esta financiación, cercana a los 20 millones de euros, los socios pretenden llevar la tecnología un paso más allá y proporcionar una base aún más sólida para la creación de futuras plantas de energía eólica marina en todo el mundo. El i4Offshore se basa en una amplia gama de proyectos ejecutados con el apoyo de la UE y de varias fuentes de financiación danesas en los últimos 15 años.
Mínimo impacto ambiental
Además, el proyecto probará las soluciones de instalación con una huella medioambiental mínima, instalando los cimientos prácticamente sin ruido, ya que la instalación se realiza mediante succión en el fondo marino.
"El uso de cimientos de cubeta de succión beneficia a las ballenas y a otras especies submarinas al eliminar las ondas sonoras. Además, una vez que la turbina eólica ha agotado sus muchos años de vida útil, las cubetas de succión, los cimientos de la cubierta y la pieza de transición se pueden desmantelar y desmontar con relativa facilidad. Los materiales, incluidos el acero, el hormigón y los cables, pueden reutilizarse de forma muy eficiente en cuanto a los recursos", afirma Moeller.
Siemens Gamesa Offshore tiene más de 2.300 aerogeneradores marinos en funcionamiento en todo el mundo con una capacidad combinada de más de 11 GW. La experiencia de la empresa se remonta a 1991, año en el que se creó la primera central eólica offshore del mundo.
Además de SGRE y la AAU, en el proyecto participan: Universal Foundation A/S, Bladt Industries A/S, Per Aarsleff A/S, Salzgitter AG, Windar Renovables, Dr. Techn. Olav Olsen AS, NKT Cables GmbH & Co KG, SINTEF Ocean, Bureau Veritas Marine & Offshore SA, Maersk Broker K/S, Deugro Danmark A/S, Fred. Olsen Windcarrier y Universidad Técnica de Dinamarca (DTU).