El Centro de Investigación de Recursos y Consumos Energéticos (CIRCE) de la Universidad de Zaragoza coordina un proyecto europeo SWIP para impulsar el desarrollo y expansión de la energía minieólica en las ciudades. El objetivo es innovar técnicamente los aerogeneradores, tanto los de eje vertical como horizontal, con un nuevo diseño de palas, que reducirá su peso y coste, y con mejoras en los componentes mecánicos, para mitigar los ruidos y vibraciones que generan.
Estas innovaciones pueden ser clave para salvar los actuales recelos sociales que están impidiendo un mayor uso de la energía minieólica en los entornos urbanos en general.
De este modo se conseguirá acercar los puntos de generación eléctrica a los lugares donde se va a consumir, minimizando la necesidad de grandes infraestructuras de distribución, reduciendo su tamaño, complejidad y las pérdidas energéticas asociadas, haciéndolo mediante una fuente renovable.
El proyecto SWIP aportará nuevas soluciones técnicas en el campo de la energía minieólica, para superar las barreras que están frenando su expansión. Este proyecto está coordinado por el Centro de Investigación de Recursos y Consumos Energéticos (CIRCE) de la Universidad de Zaragoza, y cuenta con un presupuesto global de 6,5 millones de euros, de los cuales 4,9 están financiados por la Comisión Europea a través del 7º Programa Marco.
Esta semana CIRCE ha organizado la reunión de lanzamiento del proyecto en Bruselas, en la que participan 30 investigadores procedentes de las distintas empresas, centros de investigación y otras entidades que forman el consorcio del proyecto SWIP.
En total, el consorcio está formado por trece organizaciones de 10 países distintos (España, Lituania, Suecia, Francia, Holanda, Bélgica, Irlanda, Inglaterra, Alemania y Polonia) que trabajarán en el proyecto durante sus 44 meses de duración. La representación española está compuesta por la empresa Etulos Solute, FORES (empresa spin-off de CIRCE) y el propio CIRCE.
Los objetivos del proyecto están alineados con los de la Unión Europea en materia de penetración en el mercado de la energía minieólica y de generación de empleo en este sector. Sin embargo, no existe una experiencia previa del desarrollo masivo de esta energía en entornos urbanos y periurbanos. De esta forma, SWIP pretende ser un impulso decisivo para la expansión de los mini-aerogeneradores a escala mundial.
Un 9% más de eficiencia
Además de nuevo diseño de palas y de componentes mecánicos, también se aportarán nuevas soluciones que favorezcan la integración tanto estética como estructural en la edificación de los aerogeneradores, así como guías de buenas prácticas y recomendaciones para su óptimo despliegue en entornos urbanos.
“Todo ello apoyado en otros avances técnicos como una metodología de predicción de viento innovadora y más precisa que las actualmente existentes para entornos urbanos, el desarrollo de un nuevo generador de imanes permanentes o nuevos sistemas de monitorización y mantenimiento preventivo, permitirán incrementar el rendimiento del aerogenerador en un 9% y reducir los costes de mantenimiento casi a la mitad, repercutiendo en una menor inversión para el usuario final”, explican en CIRCE.
Para realizar los ensayos y validar los resultados, se realizarán tres instalaciones piloto. Dos de ellas estarán situadas en Polonia, en una zona industrial y en un núcleo urbano costero; y la tercera estará ubicada en Zaragoza, en un edificio de nueva construcción dentro del Campus Río Ebro de la Universidad de Zaragoza, que se levantará en el marco del proyecto europeo NEED4B, que también coordina CIRCE.
CIRCE cuenta con una dilatada experiencia en la ejecución de proyectos para aportar innovaciones tecnológicas en el sector eólico. Una de estas iniciativas (proyecto AVER) tiene como fin demostrar la viabilidad de la integración de la energía eólica en puntos alejados de la red, como pueblos aislados, zonas de montaña, etc.
Dentro de este proyecto se han instalado varios aerogeneradores de eje vertical dentro de la fase de demostración. Uno de ellos se encuentra en la sede de CIRCE, donde el centro realiza ensayos y pruebas para mejorar los componentes eléctricos y garantizar unos parámetros óptimos de operación y suministro.