La multinacional vasca pretende recolocar un 50% de los 74 empleados afectados. Si Gamesa logra la autorización para el ERE (expediente de regulación de empleo), será el segundo cierre de producción realizado por la compañía desde 2010, cuando clausuró la fábrica de palas de Alsasua (Navarra), una de las cuatro que la empresa ya operaba en el país. La diferencia ahora radica en el hecho de que, mientras la fábrica de Alsasua se dedicaba a un modelo específico, la de Medina del Campo incluye el montaje de bujes para las máquinas G8X-2,0 MW, así como el ensamblaje de góndolas de la máquina AE61 de 1,3 MW de la filial MADE (adquirida a Endesa en 2003).
Es más, en aras de evitar el cierre, Gamesa había ido trasladando a Medina del Campo durante los últimos dos años nueva capacidad para el montaje de góndolas del modelo G5X-850 kW. Sin embargo, este modelo ha sido "uno de los que más ha sufrido las consecuencias de la ralentización del sector industrial eólico", según la empresa. El cierre se suma a los resultados negativos del primer trimestre de Gamesa, que entró en pérdidas con un beneficio neto negativo de 21 millones de euros. Gamesa afirma que "la medida responde a la necesidad de racionalizar y concentrar la producción, para mejorar la competitividad y garantizar la continuidad de los empleos en la actividad de montaje de góndolas".
Sea como fuere, en Medina Gamesa ha presentado un ERE que afecta a 74 de los 108 empleados del centro: 67 trabajadores de la actividad de montaje de góndolas y siete del área de servicios. La empresa pretende recolocar el 50% de los trabajadores afectados en otros centros de la compañía, principalemente en el almacén central de Arazuri y la planta de Ágreda, además de la actividad de logística y transporte (CTL) en Medina y otros puestos de soporte de góndolas en otras regiones, tanto en el mercado nacional como internacional. Gamesa señala que en el caso de Alsasua en 2010, "la mitad de los 150 trabajadores afectados por el ERE estaban trabajando al día siguiente en otros centros de Gamesa".
Mientras tanto, la alcaldesa del municipio, Teresa López, promete "hacer todo lo necesario para impedir el cierre de Gamesa", exigiendo reuniones con los directivos de la empresa y con sus accionistas principales, especialmente Iberdrola. También pretende reunirse con Tomás Villanueva, el consejero de Economía y Empleo de la Junta de Castilla y León, que días antes del anuncio del ERE le había asegurado a López que la fábrica continuaba con normalidad. Por su parte, Juan Carlos Hernández, secretario del comité de empresa de Gamesa, ha asegurado ante EFE que se trata de "una planta viable" que "jamás ha dado pérdidas". No obstante, Gamesa asegura que el centro solo estaba utilizando el 19% de su capacidad industrial.