“El estudio confirma que existe una relación directa entre los índices de mortalidad de los buitres leonados por colisión con las aspas de los aerogeneradores y las condiciones del viento, la topografía del suelo y el propio comportamiento de vuelo”. Así lo explica Miguel Ferrer tras analizar los datos del estudio y corroborar que los buitres no se desplazan en un determinado territorio al azar, sino que buscan las corrientes de viento que les permiten planear más rápido y con un menor gasto energético.
El principal objetivo del equipo del CSIC ha sido desarrollar una metodología para determinar la localización menos peligrosa de los aerogeneradores en los parques eólicos, previamente a su instalación. Ferrer añade que “el porcentaje de mortalidad no depende tanto de que los parques estén instalados en zonas de alto tránsito de aves, sino en que las turbinas coincidan o no con las rutas de vuelo de las diferentes especies”. Por eso incide en que “determinar y conocer estas rutas no sólo explica por qué algunas turbinas han provocado mayores colisiones y muertes de ejemplares que otras del mismo parque eólico, sino que también ofrece una valiosa herramienta para diseñar el emplazamiento de los nuevos parques”.
Túnel de viento con penachos de lana
La investigación, cuyas conclusiones se recogen en la revista científica PLoS ONE, se realizó a través del estudio de corrientes predominantes en un túnel de viento en el que se instaló una maqueta a escala de la zona de estudio del parque eólico de Tarifa (Cádiz). Según informan desde el CSIC, los resultados indicaron que los buitres leonados, en su paso a través de los parques eólicos, siguen unas rutas específicas determinadas por los vientos predominantes, que les ofrecen una menor resistencia para planear. Dentro del túnel se distribuyeron al azar penachos de lana. Los ensayos con vientos en diferentes direcciones revelaron unas trayectorias preferentes para estos penachos, gracias a los cuales se diseñó el mapa de vuelo. Las simulaciones se compararon luego con las direcciones de vuelo de los buitres leonados observadas en el campo y grabadas con cámaras de video.
El CSIC lleva tiempo estudiando el impacto de los parques eólicos sobre la avifauna y diseñando tecnologías para limitarlo. En noviembre de 2011 otro estudio proponía la utilización de otras variables descriptoras de abundancia de ejemplares que no fuera el mero conteo del número de aves que sobrevuelan esa zona antes de la construcción. Esas variables tienen que tener en cuenta la distancia y tamaño de las colonias de cría y dormideros de la especie “para elaborar un índice que permita establecer zonas en las que la instalación de aerogeneradores es altamente peligrosa”, resumía Martina Carrete, investigadora del CSIC en la Universidad Pablo de Olavide y coautora del trabajo. El estudio se centró también en las muertes de buitres leonados y Carrete concluía que su mortalidad en parques eólicos “no sigue un patrón aleatorio, sino que se concentra en unas pocas turbinas”. En el área de estudio, todas las colisiones se concentraron en el 11 por ciento de las turbinas.
