Cataluña alcanzará la neutralidad climática del sector energético en el año 2050 si aplica "de forma intensiva" un conjunto de estrategias destinadas a transformar la totalidad del ámbito de la energía, referidas a la demanda de energía final, la generación de electricidad, el papel de la ciudadanía en la transición energética, etcétera, etc. Esa es la principal conclusión (el cero neto en CO2) de la Prospectiva Energética de Cataluña 2050 (ProEnCat 2050), que acaba de presentar el Instituto Catalán de la Energía (Icaen). Según la consellera de Acció Climàtica, Alimentació i Agenda Rural del Govern de Cataluña, Teresa Jordà i Roura, "el reto es gigantesco", pero "tenemos un plan para definir un modelo energético renovable y distribuido, y sabemos como llevarlo a cabo". Jordá ha concretado que la Prospectiva Energètica 2050 permite fijar el camino que ha de recorrerse para hacer la transición energética. "Hemos puesto en marcha la hoja de ruta del nuevo modelo energético con el nuevo decreto ley de energías renovables, la creación de la red comarcal de oficinas energéticas o la oficina para constituir la empresa energética pública, pero nos hacía falta este ejercicio prospectivo para poner los pies en la tierra y saber cuál es el camino adecuado".
Jordà también ha advertido que nos encontrarmos a las puertas de "una revolución energética que cambiará no solo nuestra relación con la energía, sino también nuestros hábitos, y que requerirá la complicidad y la participación de todo el país".
También ha participado en la presentación de la Prospectiva 2050 la directora del Icaen, Marta Morera, que ha insistido en que la transición energética "no solo consiste en instalar energías renovables, sino que va más allá". Morera ha recordado la necesidad de adaptar la demanda de energía y todo el conjunto de sistemas energéticos al nuevo modelo. "Hablamos de descarbonizar el sector industrial, de edificios de cero emisiones, de impulsar la movilidad neta, de avanzar en la economía circular, de configurar un nuevo sistema eléctrico, pero también de empoderar a la ciudadanía para que participe y de asegurarnos que nadie queda atrás".
La Prospectiva Energètica de Catalunya 2050 permite definir aspectos clave del sistema energético catalán a largo plazo y valorar las posibles evoluciones futuras, analizando las ventajas e inconvenientes de las diferentes opciones y definiendo las estrategias que han de configurar la hoja de ruta de la transición energética en Cataluña.
A partir de los objetivos establecidos por la Unión Europea, que pasan por alcanzar la neutralidad climática en 2050, y a partir de los objetivos establecidos por la normativa catalana, la Prospectiva hace una modelización de la evolución de la producción y la demanda energética, analiza la evolución tecnológica y hace una caracterización del potencial de las energías renovables del país.
"El resultado -explican desde el Govern- es un Escenario Objetivo que demuestra que un sistema energético catalán limpio, autóctono, eficiente y competitivo es posible, siempre y cuando se apliquen y potencien diferentes estrategias en el ámbito energético". La Prospectiva advierte que si no se aplican estas estrategias, el Escenario tendencial o de Referencia hacia el cual avanza el país no alcanzaría los objetivos fijados.
Principios vertebradores y estrategias identificadas en la Prospectiva 2050
La Prospectiva Energètica de Catalunya 2050 se ha elaborado atendiendo a doce principios vertebradores (12), que son los que alinean el documento con el marco normativo vigente, determinado por la normativa comunitaria, la Llei del Canvi Climàtic y las bases del Pacto Nacional para la Transición Energética. Estos principios son:
• Alcanzar la neutralidad climática (el cero neto en ceodós) en el año 2050
• Abandonar el modelo fósil nuclear
• Conseguir la soberanía energética con energías renovables
• Minimizar la ocupación del territorio
• Empoderar a la ciudadanía y a las empresas e impulsar la transformación social
• Desarrollar una economía próspera, moderna, competitiva y circular
• Colocar en primer lugar la eficiencia energética
• No dejar a nadie atrás
• Aplicar el principio de Neutralidad Tecnológica Eficiente en Costes
• Asegurar un suministro energética asequible y seguro
• Diseñar un nuevo sistema eléctrico y su funcionamiento
• Apostar decididamente por la investigación, el desarrollo y la innovación
De estos principios emanan veinte estrategias (20) destinadas a la gestión de la demanda, la transformación del sistema eléctrico y la introducción de nuevos vectores energéticos. La proyección de estas estrategias sobre al actual sistema energético ha permitido definir el escenario objetivo hacia el cual ha de avanzar el modelo energético catalán, y también prever cómo sería un escenario tendencial en el que no se aplicaran estas estrategias.
Conselleria de Acció Climàtica
«La demanda de bienes y servicios determina las necesidades energéticas del país. La gestión de esta demanda, mediante la aplicación de medidas de ahorro y eficiencia energética, es el eje fundamental para hacer posible la transformación del modelo energético. La ProEnCat 2050 ha hecho una caracterización de la evolución de la demanda de energía de Cataluña para cada sector de actividad y para cada uso de la energía, para elaborar una previsión de las necesidades a largo plazo. A partir de este conocimiento, se han podido identificar estrategias que posibilitan la gestión de la demanda ajustadas a cada ámbito, y que van desde la reducción de las necesidades de bienes y servicios mediante cambios de hábitos hasta las medidas de mejora tecnologica, pasando por cambios estructurales sectoriales o la generalización de nuevos modelos de actividad, como la economía circular»
El análisis llevado a cabo por Acció Climàtica prevé parar el escenario objetivo un "fuerte decrecimiento del consumo de energía final", que evolucionará a una tasa del -1,09% anual hasta alcanzar un decrecimiento del -30,3% en el período 2017-2050. En términos absolutos se pasa de los 15.509 miles de toneladas equivalentes de petróleo (teps) del año 2017 a los 10.502 miles de teps del año 2050. Los ámbitos del transporte (-50,6%) y doméstico (-34,2%) son los que protagonizarán una mayor reducción del consumo de energía.
Además, según la ProEnCat, cada vez más consumos pasarán a ser eléctricos, con el fin de aprovechar la mayor flexibilidad del sistema eléctrico para introducir energías renovables y de reducir emisiones contaminantes. La movilidad eléctrica, la climatización de los edificios con sistemas de bomba de calor o la electrificación de una parte de los procesos industriales sumarán en esa dirección. Así, si el año 2017 el grado de electrificación de la demanda de energía era del 24,8%, para el año 2030, la ProEnCat espera que sea del 34,2%; y para 2050, del 76,4%. De hecho -apuntan desde Acció Climàtica-, se prevé que la demanda eléctrica se multiplique por 2,3 en el período 2017-2050, hasta alcanzar casi los cien teravatios hora anuales (100 TWh).
Según la ProEnCat 2050, la combinación de las medidas de ahorro y eficiencia energética y el proceso de electrificación harán que la intensidad energética final se reduzca en 2030 un 19,3% con respecto a la actual, mientras que esta reducción será del 57% en el año 2050. Eso querrá decir que se desacoplará el crecimiento económico de la evolución del consumo de energía, y que el año 2050 Cataluña consumirá menos de la mitad de la energía que necesita hoy para producir un producto o disponer de un servicio.
Renovables
La Prospectiva Energètica de Catalunya 2050 asume que tendrá que aumentar la capacidad de producción de energía eléctrica renovable tanto a pequeña, como a mediana y gran escala, pero también ha tenido en cuenta -apuntan desde Acció Climàtica- la minimización del uso del territorio para usos energéticos y la preservación de los suelos de mayor calidad. Así, y según ProEnCat 2050, Cataluña puede cubrir el 97,5% de su consumo de energía primaria con energías renovables ocupando solamente el 2,5% de su territorio. "Esta cifra está lejos -apunta el Govern en su Prospectiva- de la actual huella ecológica asociada al actual modelo fósil y nuclear, que equivale a tres veces la superficie del país".
De acuerdo a los cálculos efectuados, para el año 2030, habrá que incorporar hasta doce mil megavatios de energías renovables: 5.000 MW de energía eólica y 7.000, de fotovoltaica. Esos números habrán de crecer hasta los casi 62.000 megas para el año 2050, dieciocho veces la potencia instalada actualmente en Cataluña. Estos números deberán permitir por una parte hacer frente al cierre previsto de las centrales nucleares (en Cataluña hay tres reactores operativos a día de hoy) y, por otra, deberán lograr que la energía eólica suponga el 50% de la generación eléctrica del país y la fotovoltaica, el 43%, en el año 2050.
Estos datos incluyen el aprovechamiento del potencial fotovoltaico (FV) existente en los edificios y en otros espacios antropizados. Se ha previsto la instalación de más de 11.000 megavatios en sistemas FV en edificios y 2.600 de energía fotovoltaica en otros espacios antropizados, que aportarán hasta el 40% del total de la energía solar que se genere en Cataluña. En total, hasta 2050 entrarán en servicio alrededor de 500.000 instalaciones solares FV en tejados y cubiertas, muchas de ellas asociadas a sistemas de autoconsumo y generación distribuida, permitirán aprovehcar hasta un 65% de su potencial total.
Almacenes de energía
Según la Prospectiva, para garantizar el suministro y la gestión de las energías renovables, el futuro sistema eléctrico tendrá que disponer de sistemas de almacenamiento que permitan desplazar en el tiempo los excedentes de energía, tanto a corto plazo como de manera estacional. El creciente uso de las baterías eléctricas y los sistemas hidroeléctricos de bombeo y una gestión diferente de las centrales hidroeléctricas con embalse deben permitir garantizar el equilibrio entre oferta y demanda cada hora del año.
Hay que cambiar el esquema de funcionamiento del mercado eléctrico
El informe también enfatiza la necesidad de implementar un nuevo esquema de funcionamiento del mercado eléctrico, y avanza que esta transformación del sector eléctrico se traducirá en un precio más competitivo de la electricidad, con un precio medio de la generación eléctrica de 51,69 euros el megavatio hora en 2050. En cualquier caso, la Prospectiva Energètica de Catalunya 2050 concluye que disponer de un sector eléctrico cien por cien renovable no es suficiente para alcanzar la neutralidad climática en el ámbito energético si no se actúa también de forma decidida sobre la demanda energética.
Otros vectores energéticos
Según la Prospectiva 2050, el aprovechamiento de la energía solar térmica, de la biomasa, el biogás o los subproductos de origen renovable son algunas de las líneas que el documento apuesta por maximizar, ya que son fuentes de energía que se pueden utilizar para sustituir combustibles fósiles para usos térmicos o bien para la generación de electricidad gestionable. En este sentido el estudio -apuntan desde Acció Climàtica- también tiene en cuenta el "potencial limitado" de estos recursos y la utilización de algunos de estos combustibles para usos no energéticos y tiene en cuenta así mismo aspectos como el respeto a la soberanía alimentaria.
Hidrógeno: 95.000 toneladas en 2050
En cuanto al hidrógeno, la ProEnCat 2050 asegura que estará presente como materia prima en determinados procesos industriales y, "de forma selectiva", como combustible en aquellos sectores y usos energéticos que son difíciles de electrificar (transporte marítimo y transporte pesado de mercancías por carretera, hornos industriales de muy alta temperatura). La Prospectiva calcula que la producción de hidrógeno de origen renovable como combustible y/o materia prima en el sector energético, el transporte y la industria será de casi 95.000 toneladas en el año 2050.
El documento elabordo por Acció Climàtica también trabaja con la perspectiva de una transformación radical del sector energético catalán en el ámbito de las refinerías, que pasarán a basarse en la bioeconomía y la utilización y aprovechamiento de residuos y subproductos renovables.
Hacia la neutralidad climática del sector energético
En la actualidad el sector energético catalán emite 34 millones de toneladas de CO2, lo que representa el 72% del total de las emisiones de gases con efecto invernadero de Cataluña. En el escenario objetivo, las emisiones de CO2 del sector energético se reducen casi a cero y se puede hablar de neutralidad climática (-99,5% con respecto a las registradas en 1990, que fueron 131 miles de toneladas), mientras que, si no se llevan a cabo las medidas y estrategias propuestas en la ProEnCat 2050, las emisiones de CO2 solo disminuirían en 26 millones de toneladas. "Esta previsión -apuntan desde Acció Climàtica- reafirma la necesidad de desarrollar ahora y al máximo nivel todas las estrategias previstas para alcanzar los objetivos establecidos".
Según la Prospectiva Energética de Cataluña 2050, esta neutralidad climática del ciclo energético va acompañada también de una estrategia de soberanía energética. Así, la soberanía energética basada en las energías renovables que propone ProEnCat "eliminará la actual dependencia energética exterior (pasará del 94,2% al 6,7% en 2050, sin contar los usos no energéticos de la energía) y mitigará los efectos de los conflictos geoestratégicos relacionados con la energía, cada vez más frecuentes y más intensos".
