Madrid, calle Velázquez. Mediodía, jueves. Hoy sí que parece que por fin ha empezado el otoño. La AEE presenta el Estudio Macroeconómico del Impacto del Sector Eólico en España. Lo ha hecho en el muy clásico Hotel Wellington, en un gran salón de la planta baja quizá pelín pretérito. En todo caso, prácticamente lleno. El director de Relaciones Externas de la AEE, Sergio de Otto, oficia de maestro de ceremonias: bienvenida, presentación del acto y "vamos a ver un vídeo que ha hecho la asociación, que hemos colgado en nuestra web y que está muy bien". Y lo está, sí: con música al fondo y la voz espléndida, en off, de Constantino Romero. Primera frase del vídeo: "España tiene cinco millones de parados". Primera frase, con el timbre grave de Romero; la música –de otoño– al fondo: "cinco millones de parados". Cuántos, y cómo resuenan, como eco en la cabeza.
La aportación de la eólica al PIB en 2010 cayó un 6,9%
Sí, la Asociación Empresarial Eólica ha presentado hoy –después del vídeo– la última edición de su ya clásico Estudio Macroeconómico del Sector Eólico en España, un pormenorizado informe que ha elaborado Deloitte y que coloca todos los cascabeles a todos los gatos (el PIB, y el CO2, y los €): un balance, en realidad, que en esta edición no expresa sino los peores registros de los últimos cinco años. A saber, y para empezar: la contribución total del sector eólico al Producto Interior Bruto en 2010 ha sido de aproximadamente 1.813,3 millones de euros, o lo que es lo mismo, ha caído en este último año en términos reales aproximadamente el 6,9% respecto a 2009, año en que ya había caído más de un 15%. Según Deloitte, en los últimos dos años, la caída ha sido de aproximadamente 500 millones de euros, un 21,5% del valor de 2008.
Cinco mil trabajadores se fueron a la calle el año pasado
En términos relativos respecto al total de la economía española, el sector eólico representó en 2010 aproximadamente un 0,28%, una caída de 0,06 puntos porcentuales respecto a 2009, y de 0,11 respecto a 2008, situándose cerca de los valores de 2005, o sea, de los valores de cinco años atrás. En cuanto al empleo, Deloitte señala que en 2010 se han destruido 4.972 puestos de trabajo, entre directos e indirectos. Según la consultora, en los dos últimos años se han perdido un total de 10.691 empleos directos e indirectos (en el año 2008, año techo, la eólica sostenía 41.438 puestos de trabajo). En fin, que entramos en 2011 con 30.747 empleos (directos e indirectos), un 25% menos. Más aún: 2010 ha sido, de los últimos siete años, el ejercicio en el que menos potencia nueva se ha instalado: 1.516 MW.
La eólica cobró 7.232 millones en primas y ahorró 9.782 en combustibles fósiles y emisiones
Eso sí, el ahorro continúa. Porque cada kilovatio eólico que fue vertido el año pasado a la red evitó la llegada, a esa misma red, de un kilovatio de gas natural libio o argelino, es decir, que los kilovatios eólicos ahorraron, en 2010, más de 1.616 millones de euros en importaciones de combustibles fósiles. Eso, en 2010, porque es que resulta que en el quinquenio 2005-2010 –del que hace balance Deloitte–, ese ahorro, sumado al ahorro que España logró por las emisiones de CO2 que no produjo, se eleva hasta los 9.782 millones de euros. A saber, y, en resumen, el sector eólico se levantó, entre el año 2005 y el año 2010, la nada despreciable cifra de 7.232 millones de euros en primas, a la par que ahorraba a España la tampoco desdeñable cuantía de 9.700 millones de euros en esos dos conceptos: combustibles y emisiones.
A cambio
Como conclusión, la AEE asegura que, en el quinquenio 2005-2010, período de vigencia del Plan de Energías Renovables (PER) 2005-2010, las primas percibidas por el sector eólico han supuesto un esfuerzo económico para los hogares españoles de un euro y treinta céntimos al mes (las primas salen del recibo de la luz, de un cierto porcentaje del mismo para ser exactos). Pues bien, ese porcentaje ha supuesto 1,30 euros al mes por hogar. A cambio, y según los datos difundidos hoy por la AEE, en ese quinquenio, el sector ha sostenido 35.514 empleos (media 2005-2010), ha exportado por valor de 5.097 millones de euros, ha evitado importaciones de combustibles fósiles por valor de 6.334 millones de euros y ha evitado emisiones por valor de otros 1.360 millones, entre otros beneficios.
Lo que pasará, según la AEE, si el RD eólico que ultima Sebastián se queda como está
El caso es que hoy, la AEE ha presentado todos esos números y ha dicho alto y claro varias cosas. Una: la incertidumbre regulatoria (el no saber cuáles serán las reglas del juego a partir de 2013) lleva ya demasiado tiempo produciendo una "reducción de actividad muy relevante". Si todo sigue así, ello podría suponer para España "el desmantelamiento del sector". Dos: "es necesario definir con urgencia un marco retributivo estable, previsible, que garantice una rentabilidad adecuada de las inversiones que realicen las empresas". Tres: la norma propuesta por Industria "no garantiza esa rentabilidad razonable, que, además, es una exigencia de la Ley del Sector Eléctrico". Cuatro: el nuevo modelo retributivo que plantea el ministerio supone un recorte de facto (de la prima) del 40%. Cinco: consecuentemente, la inversión se retraerá, hasta el punto de que la economía española perderá 11.000 millones de euros (en inversiones, importaciones y emisiones evitadas, pago de impuestos al estado, etcétera). Y seis: dejarán de crearse 16.500 puestos de trabajo.
Posición intransigente
En resumen, y, según la AEE, la propuesta del Ministerio de Industria Turismo y Comercio (Mityc), o sea, el real decreto eólico que está ultimando el gobierno, "no da una rentabilidad razonable, por lo que no se pueden hacer las inversiones". La historia es así: si partimos de la propuesta del Mityc –dice AEE–, la tasa interna de retorno (TIR) para los inversores se queda en el 4,38%. ¿Problema? Pues que la AEE asegura que los bancos ya le han dicho que no arriesgarán su dinero si esa TIR no es del 8,56%. O sea, que los bancos quieren más (puestos a hacer las cuentas, lo que los bancos quieren es casi el doble). Y así –congeladas– están las cosas. Lo dijo ayer José Donoso, presidente de la AEE, en el acto de presentación del Estudio: a estas alturas no hay "ningún tipo de conversación ni de negociación" con el gobierno, que ha puesto sobre la mesa una "posición intransigente".
El silencio de los candidatos
El problema es que tampoco hay ninguna luz en la oposición. Porque resulta que Donoso aseguró ayer que la AEE ha mantenido contactos con varios partidos, "y por supuesto con el PP", pero dijo ipso facto que "no hay posicionamiento oficial" por parte del partido que lidera Mariano Rajoy. O sea, que nadie sabe qué pasará con la regulación –en materia de eólica– si las elecciones las gana el PP. "España tiene cinco millones de parados", decía Constantino Romero no más comenzar el vídeo que vimos ayer. Y España tiene también un gobierno que probablemente en efecto no garantiza la "rentabilidad razonable" (tal y como dice la AEE), y tiene también unos bancos que quieren más (el doble, por ejemplo, según los datos de la asociación) y tiene también una patronal eólica que no parece muy preocupada por el silencio de los candidatos (¿votamos a ciegas, pues?) y tiene también –aparte de los cinco millones de parados– a 30.000 trabajadores esperando...
Esperando, sí, pero también con derecho a voto. [Foto: "Viento, agua y tierra", de José Antonio N. Sevilla. Obra presentada al concurso fotográfico Eolo 2011].