El trabajo desarrollado por Julieta Schallenberg, profesora del Departamento de Ingeniería de Procesos y del que informa la Universidad de las Palmas en su página web, analiza, a través de indicadores económicos, físicos y ambientales las aguas que circundan el Archipiélago para determinar cuáles serían adecuadas para instalar parques eólicos marinos fijos o flotantes (hasta 500 metros de profundidad) que produzcan energía por menos dinero que los que se desarrollan actualmente.
Punto de partida
Canarias se ha propuesto oficialmente llegar a 2025 con el 45% de su demanda de electricidad cubierta con fuentes renovables. Sin embargo, a día de hoy, el Archipiélago es una de las comunidades españolas más rezagadas en este campo, ya que el 92% de su consumo de energía se abastece mediante centrales térmicas que queman derivados del petróleo y a un precio muy caro.
De hecho, producir un kilovatio/hora cuesta 18,44 euros en Tenerife (la isla donde resulta más barato) y 26,32 euros en El Hierro (la isla más cara). Es decir, 3,5 veces más, de media, que en la península (19,11 frente a 5,7 euros/kWh), un sobrecoste que no se repercute a los consumidores locales sino que se reparte entre todos los españoles en la factura de la luz.
El trabajo de Schallenberg, en el que también colabora Nuria Garcia Montesdeoca, señala que Canarias tiene planes para ampliar su parque de energías renovables, compuesto ahora por 153 megavatios eólicos y 166 solares, pero ello conlleva consumir bastante suelo, un bien muy escaso en cualquier isla. Y más aún en Canarias, donde el 40% del territorio es espacio natural protegido.
La respuesta está en el mar
En su trabajo, publicado en la revista Energy, la profesora de la ULPGC analiza qué zonas del mar de Canarias tienen condiciones óptimas de viento para producir electricidad, tanto a profundidades de menos de 50 metros (donde se pueden colocar aerogeneradores fijos) como de 50 a 500 metros (hábiles para turbinas flotantes); prescindiendo de las zonas protegidas, militares, áreas pesqueras y de acuicultura, rutas de navegación, o que por aproximación a los aeropuertos o cualquier otra actividad, puedan interferir los parques eólicos.
Los resultados arrojan que en Canarias existen 3.950 km2 de superficie marina, con cabida para 1.980 aerogeneradores fijos y 9.465 flotantes que podrían producir 178.988 gigavatios/hora al año (22 veces el consumo total anual de electricidad de las Islas).
La autora recalca que sólo ha computado aquellos parques económicamente viables, incluyendo todo tipo de costes: de inversión en la construcción, operativos y de integración de la energía en la red (como subestaciones o sistemas de almacenamiento).
Las mejores islas
Según sus cifras, Fuerteventura, Lanzarote, Gran Canaria y Tenerife podrían abastecerse al 100% sólo con aerogeneradores marinos fijos en profundidades inferiores a 50 metros. La Gomera requeriría de un 70% de turbinas fijas y de un 30% flotantes, y La Palma y El Hierro dependerían mayoritariamente de estas últimas, pero también a costes viables (un 30% más baratos que el actual).
El trabajo explica también que para cubrir toda la demanda eléctrica actual de las islas con aerogeneradores en tierra se necesitarían 1.350 turbinas de 2 MW que ocuparían 500 km2 de terreno (el equivalente a sembrar de molinos eólicos dos islas enteras del tamaño de El Hierro). Sin embargo, con la eólica marina, bastarían 515 turbinas de 5 MW (370 fijas y 145 flotantes), que sólo ocuparían 180 km2 de mar.
Primer campo experimental
Según informa EFE y la prensa regional, el gobierno de Canarias ha propuesto al Ministerio de Energía habilitar a pocos kilómetros de la costa de Gran Canaria el primer campo experimental de aerogeneradores marinos de España, para intentar atraer a las islas a la importante industria tecnológica que ya mueve ese sector.
El gobierno canario dispone de estudios sobre tres posibles áreas marítimas donde podría experimentar el desarrollo de aerogeneradores marinos fijos o flotantes, la más avanzada de ellas situada en Gran Canaria, a una distancia relativamente cercana a la costa.
La intención del gobierno es ofrecer este campo a empresas líderes del sector para que prueben sus prototipos, y abrir la posibilidad de almacenar la energía generada por el viento en las horas en las que hay menos demanda en la central de bombeo reversible de Chira-Soria, proyecto en el que trabaja actualmente Red Eléctrica de España.
Según el consejero de Economía de la comunidad autónoma, Pedro Ortega, la gran ventaja de este campo de ensayo de aerogeneradores marinos es que estaría a una distancia de unos tres kilómetros de la costa y gozaría de unas condiciones climatológicas mucho mejores que las del actual campo de ensayo offshore que hay en Escocia, sometido a temporales y situado a 30 km de la costa.
Gran Canaria alberga desde hace cuatro años el primer aerogenerador marino de España, un prototipo de Gamesa de 5 MW instalado en el muelle de Arinaga. Ortega ha anunciado que se colocará un segundo prototipo ya propiamente en el mar, en la Plataforma Oceánica de Canarias (PLOCAN) frente a la costa de Telde para fomentar el desarrollo de investigaciones e ingenierías relacionadas con el mar.