Ante las dificultades de renovar la flota de los parques eólicos por la falta de estímulos suficientes, el mantenimiento se ha convertido en clave para garantizar la producción eléctrica a partir del viento, la sostenibilidad de los parques eólicos ante el inevitable incremento de los fallos y, en última instancia, el cumplimiento de los objetivos de aportación de las renovables a la cobertura de la demanda.
La evolución del mantenimiento ha venido marcada por la propia evolución del sector, iniciado en gran medida como un producto financiero amparado por una regulación estimulante para este tipo de proyectos y aplicando los criterios iniciales del mantenimiento industrial.
En la figura siguiente se muestran las diferentes fases de la evolución del servicio de mantenimiento, con al menos dos elementos claves: el surgimiento de las ISP (Independent Services Providers), empresas independientes del tecnólogo y la propiedad; y el creciente interés de los primeros para participar en estos servicios, consecuencia de la caída de pedidos en el mercado español en concreto y el europeo en general.
Figura 1: Evolución de las modalidades de mantenimiento a lo largo del tiempo.
Entrando en cada proyecto, la experiencia ha demostrado la importancia de tener en cuenta el mantenimiento desde las fases iniciales de ejecución del proyecto, tal y como se refleja en la figura siguiente. En este sentido desde el inicio del desarrollo eólico se produjeron dos elementos claves que afectaron posteriormente al mantenimiento: la elevada presión de la demanda y la competencia entre fabricantes hacía que se instalaran aerogeneradores que no habían cubierto totalmente las fases del desarrollo precomercial, lo que incidió en las tasas de fallo.
Por otro lado, la construcción de parques eólicos se hizo en muchos casos presionados por las fechas de las diferentes regulaciones, lo que afectó a las instalaciones y a su posterior necesidad de mantenimiento. La madurez del mercado y la posterior moratoria ha hecho que muchos de los problemas sobrevenidos sean menores en el futuro.
Figura 2: Importancia del mantenimiento en las diferentes fases del proyecto
Importancia de las empresas independientes de mantenimiento
Por lo que respecta a los ISP surgen con fuerza a mediados de la década pasada y tuvieron diferentes orígenes: externalización de empresas del tecnólogo, ampliación de actividades, diversificación sectorial, nuevas empresas, multitud de empresas de servicios, o requisitos necesarios para la realización de las labores de O&M.
Su aparición estuvo soportada por dos razones fundamentales: la finalización de los periodos de garantía de las máquinas y el interés por parte de los productores de diversificar los suministradores o, al menos, fomentar una mayor competencia.
A partir de las etapas iniciales se observó una creciente integración de especializaciones para cubrir todas las áreas del mantenimiento eólico: multiplicadoras, palas, componentes eléctricos, así como todas las fases de la actividad: auditorias de puesta en marchan, fin de garantía, garantía extendida, reparaciones… En todos estos temas, además de los propietarios de los parques, las compañías de seguros han jugado un papel importante.
Muchas de las empresas ISP surgieron en esa fecha pero la experiencia demostró que consolidarse no fue tarea sencilla y muchas no pudieron mantenerse por la presión en los precios y los nuevos entrantes. En cualquier caso su incidencia en la profesionalización del sector y en la reducción de costes fue importante, aunque en cierta medida perdieron su relación directa con los clientes para pasar a ser subcontratista de tecnólogos y productores.
De igual manera, es importante considerar que las ISP se han tenido que ir adaptando a las propias variaciones que ha sufrido el mercado, siendo su creación en algunos casos consecuencia directa incluso de los cambios que han producido en el marco regulatorio y la necesidad de reducir costes.
En este sentido es importante indicar que las ISP, caracterizadas principalmente por un carácter técnico avanzado, se han visto avocadas incluso a tener un papel financiador o de coberturas financieras, pues han tenido que asumir riesgos de la producción en aras de poder permanecer suministrando servicios. Ha habido casos donde el limitado músculo económico de las ISP ha supuesto que por retrasos de pagos se hayan visto obligadas al concurso e, incluso, a su desaparición. En concreto, se ha pasado de las ISP como suministradoras especializadas de servicios, a las ISP como suministradoras de “Full Service” compartiendo los riesgos inherentes a la producción.
Estos nuevos escenarios, nuevamente han puesto en duda la continuidad de determinadas ISP españolas, de gran reputación en el sector internacional, y muy valoradas en los mercados incipientes. España es, junto con Alemania y EEUU, uno de los mercados donde las ISP son de mayor tamaño y con capacidad de asumir mayor número de desafíos. En mercados emergentes, tales como Brasil o México, las principales ISP españolas se encuentran presentes con gran reconocimiento por parte de los desarrolladores locales.
Tendencias futuras
En muchos de los aspectos de operación de los parques eólicos nuestro país ha sido una referencia para terceros mercados. Una vez más deriva de al menos dos factores: elevada concentración de la propiedad sea en compañías eléctricas o constructoras y la participación activa en el mercado de electricidad. Este es sin duda un tema importante pues afecta a la forma de operar los parques, sobre todo desde la aprobación de la reforma.
La falta de una regulación específica o un plan de sustitución de aerogeneradores antiguos hacen que el interés de los productores se concentre en el alargamiento de vida de las instalaciones. En la práctica muchos fabricantes han desarrollado productos específicos para el reemplazo de componentes que permitan dar carga de trabajo a las industrias y hacer uso de la capacidad técnica interna, pero en este caso el pragmatismo de alargar la vida y realizar mejoras puntuales choca con una metodología más sistemática que incorpore incluso algunos procedimientos de certificación.
A día de hoy se requiere para las labores de mantenimiento un alto grado de flexibilidad en la ejecución de las tareas, que se adapten, ya no solo a la variabilidad del recurso energético (viento), sino a la propia regulación energética y a sus retribuciones económicas.
Ante tal situación las ISP se están especializando en adaptar procesos de mantenimiento a los actuales requerimientos. Integrar buenas practicas de otros sectores industriales está siendo vital para poder continuar en los procesos continuos de profesionalizar el sector del mantenimiento eólico.
La creación de Aemer y el sello de calidad
En este escenario cambiante y no exento de complejidad, diversas empresas decidieron crear una nueva asociación. Así nació Aemer. Su objetivo principal es un foro de intercambio de experiencias en el sector de las energías renovables de las empresas mantenedoras ISP, así como lanzar actividades que impulsen la calidad, profesionalidad y la seguridad en el sector del mantenimiento.
La regulación de los procesos formativos, la estandarización y homologación de los requisitos en materia de prevención de riesgos laborales, el soporte e impulso de las actividades internacionales, han sido las principales bases para la creación de Aemer.
El esquema operativo de la asociación es innovador pues sus miembros compiten activamente en el mercado, pero se considera importante el poder intercambiar información y prácticas que redunden en la profesionalización del sector y en la minimización de potenciales riesgos para las personas.
El punto de arranque, de forma complementaria a los intercambios de experiencias, ha sido la creación del sello de calidad Aemerisp. Un sello vinculado al mantenimiento con el fin de poder certificar los estándares requeridos en una instalación industrial. Adicionalmente, el objetivo de este sello es promover el cumplimiento de los más altos requisitos de formación y prevención de riesgos laborales (PRL), además de exportar nuestro liderazgo en labores de O&M.
El objetivo de este sello identificativo, es poder clasificar aquellas empresas que cumplan con los más estrictos requisitos, tanto técnicos como cualitativos, con el fin de poder garantizar los mas altos estándares de calidad así como las mejores prácticas en labores de PRL. Para tal efecto, se cuenta además con el soporte de empresas certificadoras independientes.
En el ámbito internacional, Aemer ya se encuentra reconocida por los diferentes mercados principales, habiendo participado en futuras propuestas y escenarios de operación y mantenimiento. Y ha sido requerida en diferentes países para conocer como fue la evolución de las labores de O&M , así como los riesgos identificados en nuestro país.
Figura 3: Principales fases del sello de calidad Aemer.
* Íñigo Vázquez, trabaja en la empresa Revergy y es presidente de la Asociación de Empresas de Mantenimiento de Energías Renovables (Aemer). Alberto Ceña trabaja en Bepte y es secretario de la asociación.