El informe forma parte de una serie de estudios sobre hojas de ruta para la energía eólica marina encargados por el GBM en el marco de su Programa de Asistencia para la Gestión del Sector Energético (ESMAP), en colaboración con la Corporación Financiera Internacional. El estudio ha sido ejecutado por DNV y en su elaboración también han participado el Ministerio de Minas y Energía (MME) de Brasil y la Oficina de Estudios Energéticos (EPE).
El trabajo ofrece un análisis exhaustivo para los responsables políticos y las partes interesadas, subrayando la necesidad de una estrategia energética clara, una inversión significativa en infraestructuras y una actuación rápida para aprovechar el creciente interés por la energía eólica marina en Brasil. En el se plantean tres posibles escenarios:
• Caso base: 16 GW en 2050, lo que representa el 3% de la capacidad de generación de Brasil.
• Intermedio: 32 GW para 2050, lo que representa el 6% de la capacidad total de generación.
• Ambicioso: 96 GW para 2050, lo que supone casi el 20% del mix de generación.
De acuerdo con este análisis, el desarrollo de la eólica marina en Brasil ofrece un complemento prometedor a la energía hidroeléctrica, reduciendo la variabilidad interanual de generación y aportando seguridad durante los períodos secos. También apoya los objetivos de hidrógeno verde de Brasil y puede impulsar el crecimiento económico y la creación de empleo (potencialmente hasta 516.000 puestos de trabajo a tiempo completo), además de aportar 168.000 millones de dólares en valor añadido bruto nacional en el escenario Ambicioso. Además, puede racionalizar la generación local de electricidad y reducir las pérdidas de transmisión al alinear los recursos con los centros de demanda, incluidas las grandes ciudades.
Sin embargo, para que todo esto ocurra hay retos importantes a superar. Entre ellos, los elevados costes iniciales de los proyectos eólicos marinos, que requieren financiación en condiciones favorables, y la asignación estratégica de derechos sobre los fondos marinos. “A pesar de las previsiones de importantes reducciones de costes a largo plazo, la financiación y la contratación siguen siendo complejas”, subrayan los autores del estudio.
También se necesitan inversiones sustanciales para mejorar la transmisión y la flexibilidad de la red a fin de integrar eficazmente la energía eólica marina. Las consideraciones medioambientales y sociales complican aún más el desarrollo de la eólica marina en el país y exigen una planificación meticulosa y consultas a las comunidades. La mejora de los puertos regionales, las infraestructuras logísticas y la cadena de suministro que requiere esta tecnología para soportar una mayor producción de turbinas se suman a los costes generales.