La certificación de los pequeños aerogeneradores es una demanda del sector, en España y en todo el mundo, para asegurar la calidad de los sistemas disponibles en el mercado como única vía de dotar a la minieólica de la fiabilidad necesaria para su desarrollo.
Para que un aerogenerador demuestre que cumple con los requisitos de funcionamiento, seguridad, duración, medidas de curva de potencia y otros ensayos (compatibilidad electromagnética, ruido acústico, etc) establecidos en la norma UNE-EN 61400-2: 2007, y pueda obtener así la certificación, es preciso contar con laboratorios acreditados, como el de Barlovento.
Los ensayos de duración permiten investigar la integridad estructural y la degradación del material (corrosión, grietas, deformaciones, etc), la calidad de la protección medioambiental del aerogenerador y el comportamiento dinámico de la turbina, explican desde la Entidad Nacional de Acreditación (ENAC).