En un comunicado recogido por La Nueva España, fuentes de la compañía indican que el objetivo de la reforma en el complejo siderúrgico de Avilés es implantar una nueva máquina de colada, que será de molde vertical para diversificar la producción de chapa gruesa ("slabs") y así llegar a nuevos mercados, como el de la industria petroquímica o el de las energías renovables marinas.
Según las mismas fuentes, este sector será de los últimos que se beneficien de las mejoras que se están haciendo en la planta ya que exige una serie de adecuaciones tecnológicas no solo en la acería sino también en los trenes de laminación.
La multinacional siderúrgica firmó en septiembre de 2015 un acuerdo con el grupo asturiano Daniel Alonso para el desarrollo conjunto de proyectos de I+D para impulsar nuevos procesos de fabricación de aceros, fundamentalmente los destinados a plataformas eólicas marinas, que otra empresa asturiana, Windar Renovables, diseña y fabrica en Avilés.
El acuerdo entre Arcelor y Daniel Alonso incluye la búsqueda de nuevos recubrimientos y acondicionamientos superficiales del acero para incrementar su resistencia a la corrosión en los entornos marinos. También busca reforzar las estructuras de apoyo sobre las que se asientan las torres eólicas del mar, que tienen que soportar la fuerza del oleaje y el ambiente salino que favorece la corrosión.