Reino Unido instaló 2.638 megavatios de potencia eólica terrestre en 2017 (343 proyectos), 651 megas en 2018 (91 parques); y solo 629 MW el año pasado (23 proyectos). Y las perspectivas son preocupantes, según RenewableUK, porque 22 de esos 23 últimos proyectos han llegado de la mano de modelos regulatorios (esquemas de apoyo) ya no vigentes. El modelo actual para parques eólicos terrestres se ha traducido así en la instalación -denuncia RenewableUK- de apenas cuatro turbinas (en el parque Withernwick II, en East Yorkshire, que fue ejecutado en 2019 y tiene 8,2 megavatios de potencia). Las cifras son ridículas, en definitiva. Más aún: solo dos proyectos (que constan de tres turbinas, 1,9 megavatios) recibieron las autorizaciones correspondientes en Inglaterra en 2019, y solo uno -continúa RenewableUK- fue enviado en este 2019 que acaba de concluir al sistema de planificación británico (un parque de cinco megavatios). Gales ha cerrado el año 2019 a cero: cero proyectos han sido aprobados; cero proyectos han sido tramitados. O sea, que las perspectivas para 2020 no son nada halagüeñas para el sector.
Como contraste, la asociación destaca el caso escocés (en la imagen, parque de Corriemoillie, de EDF). "El Gobierno escocés apoya el desarrollo de nueva potencia eólica terrestre como vía de consecución de sus objetivos climáticos, así, el país tiene ahora mismo una saludable cartera de proyectos, aprobados el año pasado -556 megavatios; 26 parques- y proyectos en fase de tramitación (1.969 megavatios, 35 proyectos). RenewableUK cierra su balance con Irlanda del Norte: 25 proyectos (25 MW), aprobados en 2019; 52 proyectos (127 megas) en fase de tramitación.
La asociación recuerda por otro lado que los asesores del Gobierno británico, el Comité sobre Cambio Climático (Committee on Climate Change), ya avisó el año pasado de que, implementando una "estrategia energética de bajo costo" para alcanzar emisiones netas, la capacidad eólica terrestre del Reino Unido podría aumentar desde los 13.000 megavatios ahora operativos a los 35.000 megas en el horizonte 2035. Por otro lado, RenewableUK publicó hace unos meses un estudio según el cual poner en marcha toda esa potencia eólica en tierra impulsaría la creación de 31.000 empleos, reduciría el costo de la electricidad en un 7% y ahorraría a un hogar un promedio de 50 libras al año en 2035 (números obtenidos en comparación con el uso de más gas).
Rebecca Williams, jefa de Política y Regulación de RenewableUK: "estos números resaltan que el enfoque actual no da para entregar potencia renovable suficiente como para materializar el cero neto [de emisiones]. Esta es una luz roja de advertencia parpadeante en nuestro panel de control de cero neto; necesitamos urgentemente una nueva estrategia del gobierno"
RenewableUK contextualiza
El Ejecutivo británico anunció en 2015 que clausuraría el modelo Renewables Obligation para nueva potencia eólica terrestre en 2017 y también se eliminó la posibilidad de que los proyectos terrestres pudieran competir en el esquema de Contratos por Diferencia, que utiliza subastas de precios competitivos para asegurar nueva potencia renovable. Por fin, el esquema de tarifas de alimentación que apoyaba proyectos eólicos a pequeña escala cerró en abril pasado.
En otro orden de cosas, RenewableUK ha elegido como nueva directora ejecutiva de la asociación a Isabel DiVanna, que reemplaza a Maf Smith. DiVanna estrenará su nuevo cargo el próximo 21 de enero. Smith anunció en octubre que se muda a Canadá durante un año con su joven familia (la mudanza -detalla RenewableUK en un comunicado- viene de la mano de una oportunidad profesional que le ha surgido a su mujer, que es investigadora).