El acuerdo ha sido suscrito en Berlín por Norbert Kloppenburg, miembro del consejo del banco público alemán, y Luciano Couthino, presidente del Banco Nacional de Desenvolvimento Econômico e Social (Bndes). Según Kloppenburg, "el incremento de la demanda de energía [en Brasil] es resultado del crecimiento económico y de la expansión de la clase media". En ese marco, el ejecutivo alemán ha señalado que, en colaboración "con nuestro socio clave" -en referencia al Bndes-, el KfW ha querido contribuir a la promoción de las energías renovables, que están llamadas a satisfacer ese incremento de la demanda sin atentar contra el medio ambiente.
Una ciudad como Brasilia
Según el comunicado difundido por el KfW, con este préstamo, con los medios del propio Bndes y los de las operadoras de parques eólicos hay disponibles 680 millones de dólares para desarrollar hasta 330 megavatios eólicos en proyectos de energía eólica durante los próximos tres años. Según los cálculos del banco alemán, una vez instalados todos esos parques eólicos (330 MW de potencia en total), su producción, durante los próximos veinte años, evitará la emisión a la atmósfera de 5,6 millones de toneladas de CO2. KfW estima que, con esa potencia instalada, "una ciudad de tres millones de habitantes, como la capital del país, Brasilia, puede ser completamente abastecida con energía limpia".