Para AEE, el objetivo debe ser proporcionar la continuidad y visibilidad necesarias para atraer inversiones y consolidar un tejido industrial y de I+D alrededor de la actividad generada. En este sentido, la patronal eólica recuerda que España cuenta con infraestructuras de referencia internacional para el desarrollo de la eólica marina.
La asociación destaca que la Hoja de Ruta define los objetivos de potencia a instalar para 2030 (de 1 a 3 GW a 2030), y unas bases preliminares al horizonte 2030- 2050, en línea con la planificación de la Unión Europea. "Además de proporcionar la visibilidad necesaria para atraer inversiones y consolidar un tejido industrial, disponer de unos objetivos específicos de eólica marina permitirá articular de manera más eficiente la compleja coordinación entre los múltiples agentes y administraciones que deberán participar en la implementación de la hoja de ruta", señala.
También valora positivamente que establezca un marco regulatorio coordinado, estable y predecible, en cuanto a régimen retributivo, procedimientos de tramitación administrativa, ordenación del espacio marítimo y conexión a red, acordes a los objetivos planteados; así como la definición de ubicaciones geográficas, en coordinación con los planes de ordenación del espacio marítimo, además de dar indicaciones sobre las necesidades de conexión que la planificación de la Red de Transporte debe recoger en las zonas identificadas en los POEM.
AEE aplaude, asimismo, el planteamiento de un despliegue acelerado en Canarias de la eólica marina, "que permitirá abaratar la factura energética de las islas", añade.
En cuanto a los aspectos no contemplados en la Hoja de Ruta, dice que "se podrán desarrollar regulatoriamente", como "un calendario de implementación a corto, medio y largo plazo, junto con la propuesta de los mecanismos concretos de financiación para hacer viable el despliegue de la eólica marina en España".
Juan Virgilio Márquez, CEO de AEE, añade: “En España, a pesar del elevado potencial innovador existente en eólica marina y de los esfuerzos ya realizados en determinados ámbitos, es necesario seguir profundizando en fórmulas que mejoren la instalación de prototipos demostrativos a escala real y conectados a red, así como la implementación de parques precomerciales flotantes, que permitan validar las tecnologías españolas en curso de desarrollo y habilitar su entrada en el mercado".
Márquez considera que, "de este modo, nos podremos acercar a la situación en otros países europeos en los que se está realizando una apuesta firme por impulsar la tecnología eólica flotante, en línea con los objetivos de la UE para liderar esta tecnología, a través del establecimiento de marcos regulatorios y retributivos específicos que permiten desarrollar proyectos innovadores de eólica marina”.
6.000 km de costa disponibles
En cuanto a las condiciones que ofrece España para el establecimiento de objetivos de la eólica marina, la AEE destaca que hay 6.000 kilómetros de costa disponibles, con recurso eólico estable y abundante. La eólica flotante, añade, "es viable técnicamente en gran parte del litoral español, ampliando enormemente el número de emplazamientos disponibles. Además, ya es económicamente eficiente en determinadas zonas geográficas como Canarias, cuyos costes de generación eléctrica son bastante más elevados".
Otros puntos fuertes son "las importantes capacidades de la industria española, tanto del sector eólico como naval, que permiten abarcar toda la cadena de suministro, y que ya se encuentran exportando componentes para parque eólicos marinos europeos. La existencia de un mercado local en España permitirá mantener el posicionamiento competitivo de la industria offshore nacional, aumentando además su aportación al PIB y la generación de empleo cualificado". Además, el país cuenta con varias plataformas de ensayo y múltiples prototipos experimentales en curso de desarrollo por empresas españolas.
Eólica flotante, una solución made in Spain
La eólica marina flotante ha dejado de ser un nicho tecnológico y permite la instalación de parques comerciales en emplazamientos de aguas profundas, con excepcionales condiciones de viento, precisamente aquellos que mejor se ajustan a las características del litoral español.
Para el horizonte 2030 se espera una rápida evolución y maduración de la energía eólica marina flotante en Europa, con reducción de costes, llegando a los 100-80 EUR por MWh en 2025 y 40-60 EUR por MWh en 2030. En este sentido, se espera que en los próximos años la curva de aprendizaje y evolución del coste de la eólica flotante siga un patrón similar o incluso más acelerado que el que la eólica marina de cimentación fija ha experimentado los últimos años.
En la actualidad existen al menos tres ejemplos de soluciones tecnológicas flotantes, con distintas características (semi-sumergible, spar y barge), que ya han superado la instalación de proyectos precomerciales y han demostrado la madurez tecnológica necesaria para competir en el mercado. "Por tanto, ya existe garantía de concurrencia si se establecen mecanismos competitivos para la instalación de parques comerciales, tanto a nivel de tecnologías flotantes, como de fabricantes de aerogeneradores o del resto de componentes de un parque eólico marino", concluyen desde AEE.