El objetivo de la Guía es “establecer de forma sistematizada las recomendaciones para la supervisión de los parques eólicos a lo largo de la vida de los mismos y aborda el alcance y plan de trabajo de los procedimientos a seguir”. La intención última es maximizar la vida útil y las prestaciones de las instalaciones, al mínimo coste posible y manteniendo en todo momento las condiciones de seguridad y salud en los parques.
Se proponen tres diferentes tipos de inspecciones:
• De evaluación del estado general para estrategias de mantenimiento según estado, determinación de las acciones correctoras a llevar a cabo.
• De extensión de vida: se busca comprobar que el estado de las máquinas es el adecuado para la operación segura hasta la próxima fecha de inspección.
• De seguimiento en los diferentes hitos contractuales e identificación de fallos.
La Guía aborda las componentes principales de los aerogeneradores: palas, torre, cimentaciones, iluminación, equipos eléctricos y electrónicos, transmisión mecánica y subestaciones. E identifica también las responsabilidades de los diferentes intervinientes: propietarios, fabricantes, empresas de mantenimiento independientes y compañías de seguros.
“Se pretende que la Guía sea un documento vivo que se vaya realimentando con la experiencia de los diagnósticos y el mantenimiento efectivo, especialmente en el momento actual en el que se plantea de forma general la extensión de vida de los parques existentes”, apuntan desde Aemer.
En la elaboración de la Guía han participado los socios de Aemer, a través del Grupo de Trabajo específico. La asociación pretende establecer criterios de supervisión/diagnóstico uniformes. Pero también afinar con el perfil de los profesionales para realizarlos y el contenido de los informes.