Domínguez Abascal tomará esta mañana posesión oficial del cargo de secretario de Estado de Energía. “Pero antes quería estar aquí, con la industria renovable. El Gobierno ha mandado un mensaje clave de la dirección en la que quiere ir. Empezando por el nombre del Ministerio, de Transición Ecológica, con dos grandes apuestas: agua y energía –ha explicado–. Es un reto. Nosotros nos lo planteamos como una oportunidad. A ustedes no se lo tengo que explicar, pero tenemos que transmitirlo entre todos a la sociedad”.
El secretario de Estado también se ha referido al pasado para decir que se han podido “cometer errores por la inestabilidad, la falta de confianza y los abusos. Ahora es un compromiso del Gobierno contar con unas reglas de juego que den previsibilidad a financiadores, fabricantes, técnicos…”.
En su intervención, el viceconsejero de Industria del Gobierno Vasco, Javier Zarraonandía, ha agradecido el reconocimiento de la Asociación Empresarial Eólica (AEE) al Gobierno Vasco por su contribución al desarrollo eólico. Y ha recordado el papel del anterior presidente de la AEE, Juan Diego Díaz, “por su esfuerzo para que Bilbao haya logrado ser la sede del congreso de Wind Europe, que se celebrará en abril de 2019”
“La apuesta del Gobierno Vasco por las renovables, y en concreto por la eólica, ha sido clara. Lo demuestra el desarrollo técnico e industrial. Aunque tenemos problemas para su implantación en el territorio”. En la estrategia energética vasca, denominada 3E 20-30, “las renovables pasarán del 14% actual al 21% en 2030. Un objetivo que está por debajo de los objetivos europeos. Pero no debemos olvidar que Euskadi es un país con un elevado consumo energético por su capacidad industrial, tiene una superficie escasa y una alta densidad de población”.
Más allá de quién estuviera en el Gobierno
Zarraonandía ha recordado que hay 110 empresas ligadas a la eólica en Euskadi. Que generan 15.000 empleos, de los que más de 1.000 se dedican a la I+D. En conjunto, el sector genera 7.500 millones de euros anuales. “Nuestro apoyo al sector ha sido permanente, decidido, coherente, durante los últimos 35 años. Más allá de quién estuviera en el Gobierno”.
El viceconsejero se ha detenido en dos retos, “la formación y la forma de evitar la brecha digital entre las grandes y las pequeñas empresas. Estamos reorientando nuestro sistema educativo para nuevos perfiles. Y las administraciones tenemos que adaptarnos con agilidad”.
Zarraonandía también ha dicho que “en Euskadi llevamos en el ADN la colaboración público–privada”. Que ha permitido, por ejemplo, la puesta en marcha de Winbox, el primer centro de fabricación avanzada, con equipamientos singulares para el desarrollo de aerogeneradores de más de 5 MW, y que inició su andadura en 2014 con el apoyo del Clúster de Energía del País Vasco. Otra de las grandes infraestructuras es la Plataforma de Ensayos Marinos Bimep, impulsada por el Ente Vasco de la Energía (EVE) y con participación también del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), que acaba de obtener la autorización para las pruebas de prototipos offshore.
Javier Zarraonandía ha hablado también de calidad del empleo. “3 de cada 4 empleos industriales en el País Vasco son fijos. Y por cada uno de esos empleos se generan otros 5 en el sector servicios”. Y ha finalizado su intervención haciendo un llamamiento: “Necesitamos un marco estable. Y tenemos que contar con una estrategia energética que esté vinculada al desarrollo industrial. Que permita crear un ecosistema capaz de incrementar la competitividad de nuestras empresas”.
En la misma línea, Rocío Sicre, presidenta de la AEE, ha insistido en que “estamos inmersos en una transición energética a largo plazo. Y la eólica no es cortoplacista. Las inversiones se hacen hoy pero tienen que durar”.
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