En julio de 2015 el diputado federal Heráclito Fortes, del Partido Socialista Brasileño (PSB), presentó la Propuesta de Enmienda a la Constitución (PEC) Nº 97/15, por la que se propone que la aplicación del cobro de royalties "a la explotación de la energía eólica, en especial en el litoral brasileño, (ya que) genera significativos cambios en las áreas cercanas a las haciendas destinadas a esa actividad, de modo que limita la realización de otras actividades económicas, especialmente el turismo, alterando, aún, los paisajes naturales e impidiendo el acceso a los lugares próximos a dichas haciendas".
Se señala también que "las limitaciones y restricciones impuestas por la explotación de la energía eólica afectan a todo el pueblo brasileño, haciendo necesario que los responsables de tales actividades compensen a los Estados, al Distrito Federal, los Municipios y la Unión, lo que debe ocurrir a través de justa participación en el resultado económico percibido, tal como ocurre con la explotación de petróleo o gas natural y de recursos hídricos para fines de generación de energía eléctrica".
Reacción del sector eólico
Desde la Asociación Brasileña de Energía Eólica (ABEEólica) se considera "absurda" la iniciativa, y alertan del riesgo de pérdida de competitividad del sector. La presidenta ejecutiva de la entidad, Elbia Gannoum, -en declaraciones que cita el Jornal do Comércio- aduce que se trata de un segmento que, además de traer retornos económicos y ambientales, no es necesario subsidiar.
Gannoum asegura que tratar el asunto como royalties es aún peor que proponer un simple impuesto, por tratarse de una tasa que incide sobre bienes finitos o cuya explotación acarrea mayores impactos para la sociedad, como la extracción de petróleo, carbón o construcción de grandes hidroeléctricas.
Por su parte, el presidente del Sindicato de las Empresas de Energía Eólica de Rio Grande do Sul (Sindieólica-RS), Guilherme Sari, dice que se trata de una vieja mentalidad de la política brasileña de encarar lo que sea posible: "Hoy es el viento, mañana es el sol, dentro de poco será el mar".
Sari, después de recalcar que la producción de la energía eólica permite el mantenimiento de otras actividades productivas, como la creación de ganado o la práctica de la agricultura en el mismo espacio en que están situados los aerogeneradores, advierte que una nueva carga impactaría no sólo el precio de la energía sino que los emprendedores podrían comenzar a migrar a otros países de la región, como Argentina, Chile o Perú.