El parque eólico marino europeo ha crecido un 25% (a finales de 2016 contaba 12.631 megavatios, MW). En 2016, el sector instaló frente a las costas europeas 1.558 MW. En 2017, ha instalado el doble: 3.100 megas. La potencia eólica marina continental total a día de hoy asciende, según el balance que acaba de publicar WindEurope, a 15.800 MW. La asociación de la industria eólica europea repasa en ese documento todos los datos clave del sector en 2017, período durante el cual el Viejo Continente ha completado la instalación de trece parques marinos (13), incluyendo el primer parque eólico flotante del mundo, Hywind Scotland.
El Reino Unido y Alemania han encabezado el escalafón de potencias eólicas marinas, con 1.700 y 1.300 megavatios de nueva potencia instalada respectivamente. Ahora mismo, hay frente a las costas europeas más de 4.000 aerogeneradores, enclavados en aguas territoriales de once países (11). En total, son 15,8 gigavatios de potencia conectados a las redes eléctricas continentales (15,8 GW). Según los datos hoy difundidos por WindEurope, el tamaño medio de los aerogeneradores fue en 2017 de 5,9 MW (incremento del 23% sobre el tamaño medio de las máquinas instaladas durante el año 2016). El tamaño medio del parque es de 493 MW (incremento del 34% sobre el registro de 2016).
Además -añade la asociación-, también ha crecido el factor de capacidad. Según WindEurope, actualmente hay en Europa proyectos ya en fase de operación con factores de capacidad del 54% (Anholt 1, Dinamarca) e incluso del 65% (Dudgeon, Reino Unido). Además, otros once parques eólicos marinos (11) se encuentran actualmente en fase de construcción (suman entre todos 2.900 nuevos megavatios de potencia). WindEurope estima que, habida cuenta de la cartera pública de proyectos, en el Europa contará año 2020 con un total de 25 GW. La eólica marina europea se concentra en un pequeño puñado de países: el 98% de ella se encuentra en el Reino Unido, Alemania, Dinamarca, Países Bajos y Bélgica.
Según el presidente ejecutivo de WindEurope, Giles Dickson, la eólica marina protagoniza ya buena parte de la transición energética europea, gracias, entre otras cosas, a que "los costes han caído rápidamente". Según Dickson, la instalación de nueva potencia eólica marina presenta ya unos costes similares a los que oferta la instalación de nueva potencia de generación convencional: "ello muestra que Europa ya está lista para abordar objetivos de penetración de energías renovables mucho más elevados [que los actuales]". En ese sentido, el presidente de la asociación de la industria eólica europea se ha mostrado convencido de que el 35% (que es el Objetivo 2030 que acaba de aprobar el Parlamento Europeo) es "fácilmente alcanzable".
Más aún, teniendo en cuenta la llegada de la eólica marina flotante (la tecnología está avanzando a un ritmo frenético en ese campo, los costes están bajando en picado y las perspectivas que se abren son, según todos los analistas, extraordinarias).
Más allá de la nueva potencia y el tamaño de las instalaciones, WindEurope también repasa en su Balance Offshore 2017 los números claves de la inversión. Según la asociación, el año pasado los inversores tomaron Decisiones Finales de Inversión referidas a 2.500 megavatios de nueva potencia, lo que asegura un buen ritmo de instalación en el presente 2018. WindEurope calcula así inversiones por valor de 7.500 millones de euros, menos que en 2016, lo que la asociación achaca a la caída de los costes (debida a la evolución tecnológica) y al hecho de que esas nuevas inversiones todavía se refieren a instalaciones que trabajarán con prima.
Según la asociación, la transición del mercado eólico marino (desde el modelo sostenido en primas al modelo vehiculado a través de subastas, que ya se ha impuesto en toda Europa) ha ralentizado el ritmo de las inversiones. Hay que tener en cuenta también -señalan desde WindEurope- el hecho de que hay un paréntesis (un hueco temporal) entre el momento en el que una empresa se adjudica un proyecto o potencia en una subasta y el momento en el que confirma la inversión. La asociación estima que lo adjudicado en las subastas eólicas marinas celebradas en los años 2016 y 2017 "debería traducirse en Decisiones Finales de Inversión por valor de 9.000 millones de euros a lo largo de este año 2018.
La patronal europea del sector muestra cierta preocupación sin embargo por el escenario post-2020, escenario en el que considera que "las cosas están menos claras". Según WindEurope, "todo va a depender en gran medida de los compromisos que adquieran los gobiernos, en materia de eólica marina, en el marco de sus Planes Nacionales Horizonte 2030 de Energía y Acción Climática" (planes que los gobiernos de los Estados Miembros de la Unión tienen que empezar a presentar en unos meses). "Veremos un crecimiento aún mayor del sector en el bienio 2018-2019, pero el horizonte eólico marino en el largo plazo no está claro", ha alertado sobre el particular el presidente de la asociación.
Según Dickson, aún son muy pocos los países que han definido lo que quieren instalar de aquí a 2030. El presidente de la asociación de la industria eólica europea ha querido transmitir a los Gobiernos en ese sentido un mensaje muy explícito: preparen ustedes sus planes, establezcan sus objetivos -ha dicho- a sabiendas de que podemos ayudarles a materializar esos objetivos con nuestra tecnología: "es perfectamente viable en lo económico y va a serlo aún más; la eólica marina además es una tecnología de generación de electricidad estable, con factores de capacidad crecientes; y además made in Europe; lo cual supone que sostiene en nuestro continente puestos de trabajo, industria y exportaciones", ha concluido.