El jefe y promotor de la expedición, Ramón Larramendi, creador del Trineo de Viento, y sus tres compañeros –Ignacio Oficialdegui, Hilo Moreno y Manuel Olivera-, se encuentran en perfectas condiciones físicas, aunque cansados, tras haber soportado temperaturas de hasta 42º bajo cero en esta pionera travesía científica y de exploración polar.
“Ha sido duro pero consideramos esta travesía un gran éxito geográfico, técnico y científico, porque hemos demostrado que es posible recorrer miles de kilómetros, con 2.000 kilos de carga, sin contaminar y haciendo ciencia puntera, en un territorio complejo e inaccesible como es la Antártida. Y ese era nuestro objetivo. Aún tenemos que hacer balance total, pero estamos bien y muy contentos”, señala vía satélite desde la base rusa Ramón Larramendi. “El Trineo de Viento ha soportado condiciones extremas sin sufrir ningún daño y ha demostrado que se puede hacer una travesía de ida y vuelta únicamente impulsados por una energía limpia como es la eólica”, añade.
En un principio, el plan de Larramendi era realizar 2.000 kilómetros de ruta, si bien finalmente han sido un 20% más y en menos días de los que estaban en el plan original, 52 de travesía en lugar de 55 jornadas. Y han cumplido el reto de subir al Domo Fuji, quedando a escasos metros de su punto más alto: han estado a 3.768 metros de altitud de los 3.810 de la cima.
Los expedicionarios han abandonado el interior del hielo antártico en un avión Vessler, que les ha recogido con todo el equipamiento a unos 260 kilómetros de la base rusa. Previamente, durante el fin de semana, los cuatro expedicionarios habían desmontado totalmente el Trineo de Viento, cuya versatilidad permite que toda una expedición polar sea transportada en un avión de pequeñas dimensiones.
La expedición Antártida Inexplorada ha sido patrocinada principalmente por la Fundación Príncipe Alberto II de Mónaco. También cuenta con financiación de la agencia Tierras Polares, con la colaboración como contratista de la Agencia Espacial Europea y con el apoyo de Altus y de casi 350 mecenas a través de un crowdfunding con la plataforma Verkami.
Muestras para 12 proyectos científicos
El equipo ha recogido datos y muestras para una decena de proyectos científicos, relacionados con biología, geología, telecomunicaciones, ciencia espacial y medio ambiente. Varios proyectos tienen que ver con la detección de vida en condiciones extremas, en relación con la búsqueda de vida en otros planetas, pero también sobre contaminación ambiental, física y cambio climático.
Entre las instituciones que han colaborado a nivel científico se encuentra la Agencia Espacial Europea, la Universidad Autónoma de Madrid, la Universidad de Alcalá de Henares, la Universidad de Valencia, el Centro de Astrobiología (Inta-CSIC), el Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua (IDAEA-CSIC), la Universidad de Maine (EEUU) y un investigador de la NASA. Además, han contado con el apoyo constante del equipo de la Agencia Española de Meteorología, que les ha facilitado las previsiones día y noche durante toda la travesía.