TSR WIND ha inspeccionado ya las palas de más de 2.000 aerogeneradores en todo el mundo. ¿Qué es lo peor con lo que han tropezado en estas inspecciones?
En más de una ocasión hemos realizado inspecciones en parques que ya habían realizado inspecciones de palas, y hemos encontrado daños tan graves que se ha tenido que parar la turbina por el riesgo. Esto se debe a que cuando se realizan inspecciones rutinarias para cumplir el expediente, son rápidas y baratas pero de poca calidad y esto puede acarrear que no detectes daños de manera temprana o incluso daños graves que pueden poner en peligro la integridad estructural de la pala, como nos ha pasado en ocasiones.
¿Cuánto de puntero, rápido y versátil tiene su robot Eolos 250?
Nuestra nueva versión es más compacta, lo que permite un mejor manejo de los técnicos y mayor facilidad para su transporte. Mecánicamente hemos optimizado el diseño para hacerlo más robusto, seguro y fiable. Hemos mejorado mucho la electrónica de control, mejorando su fiabilidad y eficiencia. Esto permite un mejor control de los elementos del robot como los motores, cámara, etc.
¿Y tiene todavía margen de mejora?
Seguro. Aunque estamos bastante contentos y hemos alcanzado ya una madurez en el producto, hay algunos puntos en los que todavía se puede mejorar para ganar en velocidad de inspección, como automatizar más la toma de imágenes. También estamos trabajando mucho en nuestra plataforma web TSR Inspector para incluir nuevas funcionalidades, como el reconocimiento automático de daños mediante inteligencia artificial.
¿En qué medida ayuda a los propietarios de los parques esta herramienta a reducir costes?
Los costes de las inspecciones son muy bajos, estamos hablando del orden de 200-250 €/wtg. Sin embargo, la diferencia entre una detección temprana de un daño o su correcta categorización o ubicación, hace que los propietarios eviten miles de euros en reparaciones y pérdidas por producción. Por eso estamos tan convencidos de que una pequeña diferencia en el precio de la inspección te da un salto de que compensa con toda seguridad. Por otro lado, el tener toda la información de las inspecciones accesible en una plataforma de acceso web, permite una gestión de la información mucho más completa y ágil, facilitando la toma de decisiones del cliente en cuanto al mantenimiento de sus activos.
VD han desarrollado también una plataforma web de inspección de palas y un robot específico para la inspección de la cara interna de la pala. ¿Con estas herramientas no queda rincón sin escudriñar?
El robot Cerberus nos ha permitido completar nuestro servicio de inspección de palas y poder ofrecer de esta manera un servicio único en el mercado que permite inspeccionar en profundidad el exterior y el interior de la pala con una altísima calidad, de manera sistemática y segura para los trabajadores. Además, contamos con nuestra web TSR Inspector donde se almacena y gestiona toda la información recogida en las inspecciones, poniendo de esta manera una herramienta de gestión muy útil al alcance de los propietarios y gestores de los parques.
Otra de sus ofertas es Kratos, un robot especializado en las soldaduras de las torres. ¿Hace falta tanta robótica para asegurar un mantenimiento óptimo de los parques eólicos?
La robótica es la herramienta para dar una solución más económica y de mayor calidad a un problema existente. Para revisar las soldaduras de las torres de acero es necesario algún tipo de inspección capaz de garantizar que no tienen problemas. Actualmente no hay soluciones en el mercado que permitan una inspección masiva de las soldaduras con un método fiable a un precio razonable. Con nuestro robot Kratos pretendemos poner una herramienta de inspección en el mercado mediante un equipo de ultrasonidos que garantice la calidad de la inspección y a un precio que permita hacerlo de manera masiva. Estamos convencidos que va a ser un éxito.
¿Se han tropezado a lo largo de estos años con algún cliente especialmente quisquilloso o algún lugar del globo en donde su trabajo haya resultado especialmente difícil?
Tenemos varios ejemplos de trabajos difíciles, de hecho, creo que uno los valores de TSR y que valoran positivamente los clientes es que no aceptamos sólo los trabajos fáciles y no nos da miedo acometer proyectos novedosos o complejos. En general el sector es de clientes muy exigentes tanto con la calidad de los servicios como con los protocolos de seguridad, pero también suelen ser clientes con un alto conocimiento técnico y muy conocedores de la problemática de los trabajos. Es cierto que hemos tenido problemas en determinados países latinoamericanos donde los requerimientos y procedimientos de trabajo y seguridad son tan engorrosos y burocráticos que a veces impiden un ritmo normal de trabajo.
Hablemos de planes de futuro. ¿De qué manera planean seguir creciendo? ¿Tienen preferencia por alguna zona del mundo? ¿O por alguna nueva tecnología aplicada a la eólica?
Actualmente estamos prestando servicios con personal de TSR en Europa y Latinoamérica de manera intensa y nos vemos desbordados porque la demanda supera nuestra capacidad. No tenemos suficiente personal. estamos buscando empresas con presencia en países estratégicos con los que llegar a acuerdos marco en los que les homologuemos como empresas colaboradoras y nosotros aportemos la tecnología, la marca y el know-how y ellos la mano de obra y los clientes. Esto nos permite crecer más rápido y ser más competitivo en costes. En cuanto a servicios, el ADN de TSR es el desarrollo de nuevos productos y servicios para dar soluciones a los muchos retos tecnológicos que tiene el sector eólico. Nuestra intención es aprovechar el excelente equipo de ingeniería que tenemos y potenciarlo para seguir mejorando nuestros servicios y para poner en el mercado nuevos productos. La lista de peticiones de nuevas soluciones que nos hacen nuestros clientes es casi interminable, y nos vemos en la obligación de priorizar y seleccionar. El mercado demanda continuamente soluciones para optimizar los costes, mejorar la calidad de los servicios y la información y reducir los riesgos para los técnicos.