¿Qué es Solatom?
Una empresa que trata de dar una alternativa solar a la demanda térmica de alta temperatura en procesos industriales, que es una demanda que es atendida actualmente de manera casi exclusiva con combustible fósil. Nosotros diseñamos, fabricamos e instalamos esta tecnología: proyectos de concentración solar para producir calor de proceso, o para aplicaciones industriales, llámalo como quieras.
¿Qué temperaturas oferta la termosolar?
Hasta en torno a los 400ºC.
¿Qué temperaturas demandan los procesos industriales?
Los estudios que tenemos nos vienen a decir que el 80, el 85% de la demanda es de vapor saturado a entre 6 y 9 bares de presión. Bueno, pues nosotros somos capaces de producir presiones de hasta 30 bares. Para tener una referencia, el vapor saturado a 6 bares está generalmente a una temperatura de en torno a los 165 grados. Lo que quiero decir es que generalmente lo que necesita la industria está muy por debajo de las capacidades máximas de la termosolar. Así que en industria no solemos tener problemas para alcanzar la temperatura demandada.
¿Y qué problemas suele haber?
Pues la industria tiene sus particularidades. La primera es la superficie disponible. Cuando un promotor se decide a construir una termosolar para generar electricidad, se compran los terrenos y ya está. Y es todo muy... digamos... rectangular. Muy regular. En la industria no es así. En un polígono industrial cada metro cuadrado vale oro. Así que te tienes que ajustar a un parche que hay en la parcela en la que está la fábrica que va a usar el calor, o incluso colocar la instalación en el techo.
¿Se puede instalar sobre cubierta?
Claro. Se instala mucho en cubierta.
¿Cómo está la termosolar para aplicaciones industriales en España?
Pues ahora mismo están surgiendo un montón de iniciativas. El cambio ha sido enorme en los últimos dos o tres años.
¿Por?
Pues yo creo que, básicamente, porque cada vez hay más presión por descarbonizar. Y ya no solo regulatoria, sino también de mercado. Presión por parte de nosotros, los usuarios, quiero decir. Y principalmente en los sectores de Alimentación y Bebidas. Porque a otros productos les echamos menos cuenta, pero en los sectores de Alimentación y Bebidas el público busca cosas naturales, y está metiendo mucha, mucha, mucha presión.
Y luego también han sido importantes los Certificados de Ahorro Energético, una especie de “ayuda” establecida el año pasado por el Gobierno para aquellos proyectos renovables que generen un ahorro de energía. Hay una serie de empresas [las comercializadoras de energía eléctrica, las de gas natural, y los operadores de productos petrolíferos al por mayor y de gases licuados de petróleo al por mayor] que están obligadas por ley a pagar una cuota al Fondo Nacional de Eficiencia Energética [con esos fondos se impulsan medidas que permiten aumentar la eficiencia energética]. Bueno, pues una alternativa a esa aportación obligatoria es hacerse con estos Certificados, y se ha abierto un mercado para proyectos como los nuestros, que generan estos Certificados.
Yo monto una instalación termosolar, produzco un ahorro, la Administración lo comprueba, me da el Certificado, y yo puedo vendérselo a esa serie de empresas que están obligadas a pagar al Fondo Nacional, fondo al que contribuirán menos precisamente porque me han comprado a mí esos certificados, con los que compensan. Así que, entre la presión de mercado, regulatoria y este tipo de ayudas, pues la verdad es que estamos teniendo un interés sin precedentes en estos últimos dos años.
¿A qué precio está el megavatio hora térmico que puede ofertar la termosolar?
Depende mucho del tamaño de la instalación y de si estamos en Sevilla u Oviedo. Pero yo diría que en un rango de entre 40 y 60 €/MWh.
¿Y cuáles son los modelos de negocio: llave en mano, PPAs?
Pues antes más llave en mano; ahora mucho más PPA: tú financias la instalación y le vendes la energía al cliente. Yo, Solatom, por ponerte un ejemplo, invierto en un equipo, se monta en Heineken, y Heineken compra la energía, no compra el equipo. Obviamente, la inversión no la hace generalmente el tecnólogo. Lo que hay es un fondo de inversión, un financiador, que es el que hace la inversión y tiene un retorno por la venta de energía. Nosotros, al principio, teníamos que buscar a esos financiadores. Y no era fácil. Ahora, sin embargo, cada vez es más el propio financiador el que dice: oye, me interesa estudiar este tipo de proyectos para incorporarlos en nuestra cartera.
En parte es por las referencias que está empezando a haber. La instalación termosolar de Heineken Sevilla ha tenido una repercusión mediática importante, pero además es que en España tenemos ya muchas más referencias comerciales. Y eso está ayudando muchísimo a que estos financiadores que inicialmente estaban enfocados en fotovol-taica, estén ahora poniendo también el foco en nosotros.
Así que, si hace unos años el 80% de los proyectos era llave en mano y el 20%, PPA… pues hoy es al revés: 20-80. Es más: según un informe reciente de Bärbel Epp y solrico, en este trienio (2024-25-26), más del 85% van a ser PPAs
¿Qué está haciendo Solatom ahora mismo?
Estamos, en varios proyectos, en diferentes fases de negociación, pero prefiero no revelar nada hasta que las cosas se vayan materializando.
¿Y en fase de obra, hay alguna instalación que esté ejecutando ahora mismo Solatom?
Sí, estamos trabajando en una instalación para Unilever, sobre cubierta, de 280 kilovatios, en Cuernavaca, México. Sin ayudas ni subvenciones. Allí competimos sin ayudas. Y tenemos además un par de proyectos, grandes, muy cerca de cerrarse, también en México.
¿Aquí no es posible aún trabajar sin subvenciones?
Aquí prácticamente todos los proyectos tienen ayuda. Y si la ayuda está en torno a un 30%, pues... habrá que bajar esos costes un 30%, lo que por otro lado no es nada descabellado, porque esta es una tecnología que todavía está madurando. Nosotros, en los últimos tres años hemos bajado prácticamente un 20%, y queda trabajo por hacer; estamos en la parte más interesante de la curva de aprendizaje.
Esta entrevista ha sido originalmente publicada en nuestra edición de papel (ER233, julio de 2024), que puedes descargarte gratuitamente aquí