¿Nos podría explicar qué es Innobasque y cuáles son sus objetivos?
Inobasque es una asociación privada sin ánimo de lucro que nace con la idea de fomentar la cooperación, emprendizaje y creatividad. Pretende evolucionar la economía desde el binomio coste-calidad hacia el de conocimiento-innovación. Esto lo consigue a través de cuatro hélices: las tres más tradicionales: industria, administración y universidad y ahora una cuarta: la sociedad civil. Las empresas somos reflejo de la sociedad y tenemos una responsabilidad más allá de la RSC. Debemos adherir nuestros proyectos estratégicos a la sociedad civil.
¿Cómo están llevando a cabo ese proceso de inclusión de la sociedad civil?
Por un lado queremos conectar los conocimientos y capacidades de la sociedad vasca con proyectos de alto impacto, multisectoriales. También queremos poner en valor desde Innobasque el capital emocional, conseguir que nuestros asociados se sientan parte de un proyecto más allá de los límites de su empresa. Por último destacar nuestro capital innovador, tenemos que saber abordar los nuevos desafíos, desaprender y volver a aprender. El equilibrio entre investigación, participación y acción es la manera de trabajar de Inobasque.
¿Cómo surge la idea de apostar por la ecoinnovación?
Con mi llegada a la presidencia a finales de 2009 reorientamos la estrategia. Nos paramos a reflexionar para preguntarnos qué era lo más importante, hacia dónde debía ir Innobasque. La respuesta fue clara: Hacia el desarrollo de las personas con un crecimiento adecuado. Hay una limitación que nos impone la demografía, la sostenibilidad de las personas y del planeta van ligadas. A partir de ahí se trató de plantear esto en el País Vasco y averiguar cuáles son las nuevas tecnologías que con un uso eficiente de recursos sigan desarrollando la industria y el mercado global, orientarnos hacia la ecoinnovación.
Aliarse con Cleantech es una manera de abrirse al mundo …
Cleantech group tiene su propia red y triunfa en el mundo entero. Buscando un símil futbolístico nosotros tenemos buenos jugadores como Iberdrola y Petronor. Lo que queremos es que jueguen en un equipo como Cleantech para poder competir en la Champion League de las tecnologías limpias. Formar parte de Cleantech permite por ejemplo a las start up vascas acudir a sistemas de financiación o poder retroalimentar nuestra propia industria.
¿Qué apoyo ofrece Innobasque a las startups vascas?
La oportunidad de presentarse aquí ante una red de inversores internacionales tan importante es única. Pero nosotros no queremos apoyar a las startups de innovación sostenible cuyo objetivo es vender en dos años y hacerse millonario. Es un éxito efímero. Queremos apoyar a empresas que se desarrollen al máximo y permanezcan en el tiempo, que salgamos ganando todos. Por eso apostamos por su internacionalización.
Trabajando en un mercado global nos damos cuenta que el crecimiento demográfico y la urbanización van a seguir existiendo sobre todo en los mercados emergentes. En la base de la pirámide mundial hay un mercado de 4000 millones de personas, de rentas bajas pero con una pequeña capacidad de compra. Necesitan productos que cumplan sus necesidades pero a precios muy bajos. El margen para una empresa es mínimo pero cualquier beneficio que se obtenga se puede multiplicar por esos 4.000 millones. Nosotros debemos recoger un enfoque de sostenibilidad y tecnología disponible y ponerlo al coste que necesitan, ahí aparece la fuerza del País Vasco.
Dentro de esa internacionalización de Innobasque, ¿qué relación existe ya con las economías emergentes de latinoamérica?
América Latina tiene 180 ciudades de tamaño medio donde surgen las mejores oportunidades para desarrollar allí las tecnología limpias. Las ciudades tienen una importancia vital, un motor económico lleno de gente joven que quiere acceso a la vivienda, el conocimiento y la tecnología.
Desde el País Vasco fomentamos la cooperación con estos mercados desde tres niveles: a nivel microempresa, buscando socios, a nivel medio, a través de las Cámaras de Comercio y a nivel macro, como por ejemplo con Cleantech. Nosotros evitamos la economía planificada, dejamos que los ecosistemas tengan su propia vida pero sí les facilitamos la conectividad, porque ahí está la ecoinnovación. Queremos que cada empresa latinoamericana, sea del tamaño que sea, sepa cómo asociarse con otra pero sin canibalizarse.
Latinoamérica es ahora mismo la tierra de las oportunidades y nosotros debemos aprovechar nuestro conocimiento y posicionamiento en energía, gestión del agua, tecnologías supereficientes y poco caras..etc. Desde Innobasque apoyamos al emprendedor social. El mundo rico es cada vez más inadecuado para colocar los productos. Los jóvenes están en el llamado 4º sector. El momento de posicionarse es ahora. Si no lo hacemos, nos arrepentiremos