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José María González Moya, director general de APPA Renovables

"Que en el autoconsumo el precio no sea el elemento decisorio"

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APPA Renovables organiza la tercera edición del Congreso Nacional de Autoconsumo los días 26 y 27 de mayo en la Isla de la Cartuja, en Sevilla. El encuentro, uno de los eventos de referencia en el sector, espera reunir a 400 profesionales (fabricantes, instaladores, comercializadoras) en una tierra, Andalucía, que cuenta con una media de 3.283 horas de Sol al año, más que ningún otro territorio de Europa. Del presente –"este es el momento de la consolidación"–; de las perspectivas del autoconsumo (que está sencillamente disparado); y de los retos a los que se enfrenta esta solución de ahorro hemos hablado con José María González Moya, testigo privilegiado de una etapa en la que ha cambiado todo.
"Que en el autoconsumo el precio no sea el elemento decisorio"

José María González Moya llegó a la Asociación de Empresas de Energías Renovables en el verano del 10, como director del área técnica de regulación, para, cinco años después, en junio de 2015, convertirse en su director general. Desde entonces, APPA Renovables –cuenta Moya en su perfil de Linkedin– ha incrementado sus asociados en un 20% y sus ingresos en más de un 30%, "repercutidos directamente –apunta– en la mejoría del servicio al socio", y desde entonces ha cambiado mucho también –como de la noche al día– el autoconsumo. Para empezar, la sombra más oscura que se haya cernido jamás sobre esta solución de ahorro (la del impuesto al Sol, vigente hasta 2018), se ha desvanecido. ¿Resultado? El año 18 fueron instalados en España menos de 240 megavatios en autoconsumos; tres años después, en 2021, el sector ha puesto en marcha aquí más de 1.100 megas [MW].

La primera cuestión, de actualidad. ¿Podría la guerra hacer peligrar de algún modo la transición en la que estamos inmersos?
Yo creo que no. Lo que estamos viendo en Ucrania es dramático, evidentemente: es dramática la situación social; como es dramática la situación de emergencia climática, que ya teníamos, y ahora, además, la situación energética. Sin embargo, Europa, en mitad de la guerra, ha apostado de nuevo por las renovables. El plan REPower EU, de la Comisión Europea, para hacer frente a la crisis de Ucrania, y sobre todo para hacer frente a la debilidad europea (en lo que se refiere a la dependencia del gas y del petróleo rusos), lo que está planteando es redoblar la apuesta renovable. REPower EU habla de un despliegue masivo de la energía solar fotovoltaica [González Moya pronuncia con especial énfasis ese término: masivo]; habla de un despliegue masivo de la energía eólica... y habla también por ejemplo de la bomba de calor, lo que va a suponer un cambio radical en materia de climatización, y en materia de consumos que hasta ahora eran fósiles. Entonces... yo creo que habrá que ver cómo finaliza la negociación del Fit for 55, pero lo cierto es que ya se está hablando de elevar del 40 al 45% la aportación renovable para 2030. O sea, que, en todo caso, se refuerza la apuesta. [Nota: el plan Fit for 55 plantea un horizonte UE 2030 con un minímo de aportación renovable del 40% y, efectivamente, Bruselas y alrededores ya están valorando una subida al 45].

Bien, de acuerdo, Bruselas parece que sí sigue apostando por las renovables. Pero, ¿y los mercados?
Es verdad que tenemos ciertas incertidumbres. Incertidumbre en cuanto al comportamiento de los mercados de capitales, en cuanto a la posible crisis de abastecimiento de materias primas o de semiconductores que pueda derivarse de todo esto... Sí, es cierto, y efectivamente el sector no está siendo ajeno a ello; y también es cierto que, aunque ahora mismo no hay problemas de suministro, sí que cabe la posibilidad de que, a medio o largo plazo, pueda haberlos. Pero yo creo que eso es algo con lo que vamos a tener que convivir... Pero no porque haya guerra, sino porque estamos en un mundo global, y no solo España está apostando por las renovables. Los inversores, o los paneles solares, o los aerogeneradores que vienen aquí... también están demandándolos en América, en Asia, en Oceanía... Todo el planeta está demandando bienes de equipo renovables. Así que... sí que es verdad que hay una cierta incertidumbre ahí, referida a posibles problemas en la cadena de suministro y referida a una cierta ralentización derivada de esos problemas, pero son problemas que en todo caso esperamos sean coyunturales. De cualquier manera, lo que hay que hacer es trabajar para neutralizar en la medida de lo posible ese riesgo (y se está trabajando muy bien), y lo que hay que hacer también es animar a la industria, y a la industria renovable en particular, a seguir creciendo, para cubrir toda esa demanda. Insisto: hay que entender que estamos en un mundo global.

España cuenta en su propio territorio –en territorio nacional– con industrias capaces de producir y suministrar la mayoría de los componentes de una instalación solar fotovoltaica –inversores, seguidores, estructuras–soporte, transformadores, aparamenta, etcétera, etcétera...– y, por supuesto, contamos también con empresas más que capaces de afrontar el diseño, la ingeniería, la puesta en marcha, la conexión, la operación y el mantenimiento de cualquier instalación fotovoltaica. Sin embargo, curiosamente, aquí no hay fábricas de paneles solares. ¿Grave falla?
Vamos a ver, vuelvo a lo dicho: los fabricantes están atendiendo la demanda a escala... global. Y, como digo, el problema es que hay una demanda muy alta. Hay una carrera... global. Y vuelvo a insistir: a medio o largo plazo podría haber problemas de suministro de equipos. Pero insisto también: se está trabajando muy bien para evitarlo. A lo mejor no crecemos en 2022 más de lo que crecimos el año pasado, pero las tasas del año pasado las conseguimos seguro. [Nota: a escala global, el año pasado fueron instalados 133 gigavatios de potencia fotovoltaica (FV); 2021 ha sido el segundo mejor año de todos los tiempos para el sector, solo por detrás de 2020, que sumó 138 gigavatios; a escala nacional, 2021 ha sido el año en el que más potencia FV se ha puesto en marcha; nunca antes se ha instalado tanta FV como en este último ejercicio en España].

¿Por qué ha elegido APPA Sevilla para celebrar este III Congreso?
Bueno, la verdad es que la elección de Sevilla como sede ya la teníamos planificada para el año 2020. Pero nos vino la pandemia, y tuvimos que suspender. El año 21 lo mantuvimos en Madrid por las restricciones a la movilidad que todavía había entonces. Y, ahora, por fin, y dado que la situación es muy distinta, pues hemos vuelto a apostar por esa ciudad. Porque el sur es sin duda uno de los paraísos naturales del Sol en España, y porque Sevilla en concreto tiene aeropuerto internacional, estación de AVE y... bueno... la verdad es que también queríamos hacer un guiño a Andalucía, que es donde más potencial hay en materia de autoconsumo en este país.

¿Qué espera APPA de este tercer congreso?
Las previsiones son muy buenas. Ya nos ha anunciado la secretaria de Estado [Sara Aagesen] que va a inaugurar el Congreso, lo cual es muy buena noticia. Y hay un interés muy alto por parte de las empresas. A nivel de patrocinio contamos con Endesa, Iberdrola, Repsol, Nexus, Gesternova... Ahí se denota el interés de todo el sector. Esperamos superar los 400 congresistas.

¿Qué tiene este tercer Congreso que no hayan tenido los dos anteriores?
Este es el momento de la consolidación del sector. El sector se está jugando mucho ahora mismo. En cuanto a prestigio, en cuanto a imagen. Hemos pasado en muy pocos años de unas decenas de megavatios en autoconsumos a poner en marcha 1.200 megas. En 2020 nos movimos en torno a los 600 MW; en 2021 rondamos los 1.200; y este 2022 esperamos superar esos 1.200 holgadamente. Ahora, lo que tiene que hacer el sector es, como digo, consolidarse, mantener ese crecimiento, ser capaz de abastecer la demanda y tratar de hacer las cosas con calidad, dando una buena imagen, yendo de la mano de los consumidores, eso es fundamental. El sector tiene que ofrecer opciones óptimas a los consumidores.

¿Qué quiere decir eso de "yendo de la mano del consumidor"?
En este sector sucede como en muchos otros: que se acercan empresas de otros sectores, o profesionales que hasta el momento no se han dedicado a esto y... Vamos a ver: un autoconsumo no es llegar, comprar unos paneles, un inversor, conectarlo y punto. Va mucho más allá. Un autoconsumo es que un profesional venga a tu casa, o a tu negocio, o a tu industria, vea cuánto consumes, en qué momento consumes, cómo lo consumes... y que, a la luz de todo eso, ejecute una instalación de calidad. Y, por desgracia, estamos viendo casos –sucede en este sector... como sucede en todos– de empresas, ás o menos nuevas, que están vendiéndole al cliente soluciones que no son las óptimas. No es lo mismo poner los paneles mirando al sur–norte que al este–oeste. Dependiendo de tu perfil de consumo te puede interesar más que los paneles vayan de una manera o de otra. O que se pongan más o menos paneles. El sector, en términos generales, lo está haciendo bien. Pero tenemos que seguir trabajando, dando soluciones de calidad a los clientes tanto a nivel doméstico como industrial.

¿Qué recomendaciones le daría el director general de APPA Renovables a alguien que está pensándoselo?
Que investigue, que se interese. Que se acerque a varias empresas y les pida su experiencia, y que te justifiquen esa experiencia... Y, sobre todo, lo que yo recomendaría es que el cliente exija un trato personalizado, un estudio de su caso particular. Que no sea una llamada de teléfono, propongas "quiero poner tres kilovatios", y te encuentres con un "bien, pues aquí le mando una oferta estándar de tres kilovatios". No. No es eso. No tiene nada que ver eso con una instalación diseñada ad hoc, en función de tus necesidades específicas. Es fundamental que el cliente se acerque a la empresa. Es fundamental que pida opinión, que coteje... Y una cosa más: que el precio no sea el elemento decisorio. Que sea decisoria la calidad, y que sea decisoria la experiencia que crees que te puede aportar la empresa instaladora. Porque es que estamos hablando de una instalación que te tiene que durar 25, 30 años, una instalación que hay que cuidar y que hay que mantener durante mucho tiempo. Y está claro que cuanta mayor calidad tengan los paneles, cuanta mayor calidad tenga el inversor... pues eso que te ahorrarás en el futuro en materia de mantenimiento. Pero es que, además, si uno calcula el número de kilovatios hora que le va a entregar esa instalación durante los 25 ó 30 años de su vida útil y, a continuación, divide esa cantidad por el precio... pues... francamente: elegir una u otra opción, más cara o más barata, apenas lo vas a notar en esos 25, en esos 30 años. Sin embargo, esa calidad sí que va a producir una diferencia muy grande en lo que se refiere a la cantidad de energía que vas a sustituir durante todos y cada uno de esos años.

Vamos a otro frente: ¿qué opina APPA de las subvenciones?
Subvencionar a fondo perdido instalaciones no es la mejor opción. Creemos que son mucho más eficientes las subvenciones por la vía fiscal, subvenciones que ayuden en el impuesto de la renta, o en el impuesto de sociedades, o incluso destinar esas ayudas a ayuntamientos o entidades locales para que reduzcan el Impuesto sobre los Bienes Inmuebles, que es algo que ya hacen algunos ayuntamientos. Creemos que esa es la vía óptima. Las subvenciones han acelerado el sector una barbaridad, hasta el punto de que la demanda de instalaciones es mayor que la oferta. ¿Por qué? Porque no hay suficientes instaladores formados como para abastecer todo el sector. Y porque hay ciertas limitaciones de abastecimiento. Lo ideal
hubiera sido que el sector hubiera ido creciendo poco a poco. Y lo que ha sucedido es que hemos doblado de un año para otro. Eso es mucho...

O sea, que APPA dice no a las subvenciones.
Vamos a ver, por una parte yo diría que… "bienvenidas". Porque hay mucha actividad y etcétera, etc... Pero nos da miedo lo que pueda ocurrir en 2023 y lo que pueda pasar en los años siguientes [nota: las subvenciones aprobadas por el Gobierno central, ayudas que está distribuyendo para su gestión entre las comunidades autónomas, expiran entonces]. A lo mejor... algo de subvención, a nivel doméstico, para producir un efecto más o menos demostrativo, publicitario, podría tener sentido... Pero digamos que subvenciones elevadas para instalaciones ya rentables, instalaciones que se mueven en plazos de amortización de cinco, seis, siete años... Subvencionar a un volumen elevado esas instalaciones y que los plazos de amortización bajen a tres años, cuando estamos hablando de una instalación que te va a durar 25... pues creemos que eso no es lo ideal. Como tampoco es positivo el efecto llamada: se acaba la subvención y todo se para... a la espera de la próxima subvención. Además, hay otro efecto que nos preocupa, y mucho, y es el atasco administrativo. La gestión de las ayudas en muchas de las comunidades autónomas está siendo muy lenta, y caótica. Pongo un ejemplo que recoge un poco todo esto: las subvenciones se aprobaron a nivel global en junio del año pasado, y se dio un plazo (hasta octubre) para que las comunidades autónomas abriesen la ventanilla, por así decirlo. Pues bien, Cantabria, por ejemplo, no ha dado luz verde a esto hasta la semana pasada. O sea, que de octubre hasta abril Cantabria no ha hecho nada, con lo cual el mercado cántabro está parado. ¿Qué ha ocurrido en otras comunidades autónomas? Pues que se han agotado las ayudas. ¿Por ejemplo? En Madrid. Y la gente ahora está esperando a que salga la siguiente convocatoria de ayudas. Es el efecto arranque–parada que hemos vivido muchos años en este sector. Un efecto no positivo. Cuando además en este caso estamos subvencionando algo que ya está maduro, algo que es atractivo, que resulta ventajoso económicamente. Y máxime en los precios de la electricidad en los que nos estamos moviendo actualmente. Con estos precios, los períodos de amortización son de menos de cinco años. Vas a amortizar tu instalación muy rápidamente, a poco que esté bien diseñada y tu perfil de consumo esté asociado a tu perfil de generación.

¿No ayudamos entonces a esa ciudadanía que empieza a asomarse al autoconsumo?
Sí, con reducciones fiscales, que es una señal mucho mejor, con la que además evitaríamos el efecto arranque–parada.

Otra queja habitual en el sector (ya se ha mencionado aquí) se refiere a la burocracia: barreras administrativas, lentitud en la tramitación, falta de personal tras las ventanillas...
Sí, estamos teniendo retrasos, fundamentalmente, a nivel de compañías distribuidoras, de comercializadoras. Y también hay casuística relacionada con el marco normativo.

¿Con el marco normativo?
El marco deja en manos de las administraciones regionales algunas comunicaciones. Industria de Castilla La Mancha, por ejemplo, es la competente de informar a la distribuidora, y la distribuidora… de informar a la comercializadora... ¿Problema? Que Industria está hasta arriba de trabajo y tarda un montón en comunicar cualquier cosa. Son temas que hay que pulir. El atasco está en todos los niveles de la administración: también en el local. Hay además cierto desconocimiento a nivel local... Hay muchos técnicos de ayuntamiento que aun no necesitando la licencia de obras te piden que, junto con una declaración responsable, les presentes un estudio de cargas, o un estudio de afección ambiental o un informe de no sé qué. Necesitamos homogeneizar procedimientos. El IDAE está dando pasos en ese sentido, y haciendo cosas, pero queda camino por recorrer. También está el asunto de la digitalización. La mayoría de las administraciones están ya digitalizadas, pero hay todavía muchos municipios que te contestan por carta, lo que lo dilata todo muchísimo. En el Ayuntamiento de Madrid, en algunos distritos, todavía te contestan por carta... O sea, que hace falta digitalización, hace falta personal y hace falta homogeneizar, porque, aunque el IDAE ha publicado unas guías de tramitación, y aunque la normativa a nivel nacional más o menos lo deja claro, la verdad es que al final las diferentes administraciones están pidiendo cosas diferentes.

Una de las mesas de este III Congreso de Autoconsumo se centra en nuevos modelos de financiación. ¿Cómo se puede financiar una instalación de autoconsumo?
De varias maneras. Una: llamas a una empresa, instalan, pagas 5.000 euros, ó 3.000, ó lo que corresponda, en función del tamaño, lógicamente, y ya tienes funcionando tu autoconsumo. Dos: la empresa a la que contratas aborda por su cuenta la inversión y lo que hace el autoconsumidor es pagar esa instalación mediante la factura de la luz, que abona a esa empresa y que siempre será menor que la factura que pagaba. Tres: solución tipo PPA. Esta es una solución más dirigida a la industria: el industrial no hace desembolso inicial; es la empresa contratada la que financia la instalación; y el particular llega a un acuerdo con esta empresa instaladora mediante el que le paga una cantidad determinada por cada kilovatio hora que autoconsuma. Evidentemente ese precio siempre será menor que el que el particular tendría que abonar si comprase ese kilovatio hora a la red. Y la ventaja es que el industrial no hace inversión inicial alguna. Cuatro: renting. En este caso se funciona como con un vehículo. La empresa que contratas instala en tu tejado el autoconsumo y, en vez de pagarle a esa empresa por la energía, pues le pagas una cuota mensual, como un renting. Y ese renting incluye la operación, el mantenimiento y demás. En el ámbito doméstico, si lo que quieres es financiarte, es más habitual financiación de empresa y descuentos en la factura. Y en el ámbito industrial ya hablaríamos de formatos tipo PPA o tipo renting.

Las comunidades energéticas también tienen mesa en el Congreso. ¿Cómo están?
Las comunidades energéticas aún necesitan una cierta regulación. Pero está claro que son parte del futuro. Debemos trabajar en ello, y se está trabajando en ello. Hay muchísimo interés. Es un modelo que yo creo que puede estar muy bien para un polígono industrial, por ejemplo, donde se ponen de acuerdo cinco, seis, siete empresas, y se plantean por ejemplo el que... en vez de hacer yo una instalación, tú otra y tú otra, nos ahorramos dinero los tres, con economías de escala, y todo resulta mucho más eficiente. Por ahí se va a trabajar, y ya se está trabajando.

El III Congreso Nacional de Autoconsumo se celebra hoy y mañana en Sevilla.

Entrevista exclusiva publicada en la edición de mayo de 2022 de Energías Renovables (ER 211)

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