El estudiante Rafael Zubiaur elige Físicas en la Universidad, ¿por qué y con qué destino, cuál era su objetivo?
Me gustaban, y me gustan, la física y las matemáticas. Cuando entré en la universidad tenía 17 años, era una época de muchos cambios en España. En aquel momento solo pensé en estudiar algo que me interesase, no tanto en salidas profesionales posteriores.
Si mañana volviera a la universidad a dar una charla sobre lo que es Barlovento y sobre lo que hace, si su audiencia estuviera compuesta por estudiantes de primer curso de, por ejemplo, el Grado en Ingeniería de Energías Renovables de la Escuela Universitaria de Ingeniería Técnica Industrial de Eibar… ¿cómo les presentaría Barlovento Recursos Naturales?
En primer lugar, les haría una introducción sobre el cambio climático y el papel que juegan las energías renovables en la lucha contra el mismo. Luego les hablaría sobre los servicios que presta Barlovento en el desarrollo de estas energías y les pondría tres o cuatro ejemplos de trabajos interesantes que hacemos, intentando no aburrirles.
¿Qué tiene Barlovento que no tengan sus competidores?
Tratamos de dar un servicio personalizado y ponernos en el lugar del cliente para entender bien lo que necesita. Las encuestas de satisfacción que hacemos entre los clientes nos confirman que se sienten bien atendidos.
Un inciso: ¿por qué Barlovento Recursos Naturales? ¿Por qué ese nombre?
La verdad es que no fue la primera opción. Cuando intentamos registrar nombre, nos encontramos con que muchos de ellos estaban ya registrados para negocios de surf, bares y otras actividades. Barlovento a secas tampoco se pudo, y por eso le pusimos lo de “recursos naturales”. Entonces, hace 26 años, teníamos en perspectiva otras actividades, aparte de las energías renovables, pero luego el mercado nos fue dirigiendo hacia la especialización.
Volvamos a la historia. Barlovento es una empresa con 25 años de trayectoria. Dos cuestiones. Una: ¿no hay que estar un poco loco (o ser un visionario) para montar una empresa que mide recurso eólico en un país (año 1998) en el que había entonces 0,7 megavatios de potencia instalada? Cero coma siete, según Red Eléctrica de España.
Empecé a trabajar en energía eólica en 1983. Entonces sí era algo raro. Cuando creé la empresa, en 1998, llevaba ya muchos años trabajando y tenía una buena visión de cómo estaba evolucionando el sector y de que había una demanda incipiente de servicios. Fue algo arriesgado, pero no más que otras aventuras empresariales.
Y dos: ¿imaginaba entonces Rafael Zubiaur que habría hoy en España 30.000 megavatios de potencia eólica instalada? ¿Imaginaba que las torres de aerogenerador crecerían hasta más allá de los 200 metros, que las palas lo harían hasta más allá de los cien, que la eólica se haría a la mar?
En 1993, hicimos en Ciemat, con Félix Avia, Enrique Soria y Francisco Martín, una estimación de la potencia instalable en España con la tecnología y los criterios de rentabilidad de entonces, y nuestras estimaciones fueron de más de mil megavatios [1.000 MW] viables, que pocos se creyeron; de eso hace más de 30 años. Cinco años más tarde, cuando puse en marcha la empresa, ya había desarrolladores que habían marcado objetivos que empezaban a sumar varios gigavatios. Quizás lo que entonces costaba imaginar no es tanto que hubiera sitios donde instalar esos megavatios, sino que la red eléctrica pudiera absorberlos. En cuanto a los aerogeneradores, hace más de 80 años que Palmer Putman instaló su prototipo de 1.250 kilovatios; y en los años 80 del siglo pasado, el Department of Energy de Estados Unidos promovió el desarrollo e instalación de prototipos de hasta cuatro megavatios [4 MW]. En 1998, ya había aerogeneradores comerciales de más de un megavatio [1 MW], pero el desarrollo de los últimos años ha sido espectacular. Quizás haya hecho falta más calma en la salida al mercado de nuevos modelos.
Respecto al desarrollo de la eólica marina, sí que es algo que no esperaba, más allá de los parques en aguas poco profundas.
Barlovento gestiona más de 2.400 estaciones de medición del viento en todo el mundo. ¿Están repartidas por los cinco continentes?
Gestionamos, o hemos gestionado, estaciones eólicas y solares, así como sistemas de medida remota. Evaluamos los recursos renovables y realizamos ensayos de aerogeneradores. Y sí, abarcamos los cinco continentes. Ahora mismo tenemos instalaciones en Kazajistán, Patagonia y el puerto de El Callao. También en España, claro.
¿Cuál es a día de hoy el servicio estrella, el más demandado (o los más demandados), de entre todos los que presta Barlovento?
La empresa comenzó prestando servicios de evaluación de recursos eólicos, que sigue siendo uno de los más demandados, pero también ensayos de aerogeneradores, ensayos y estudios eléctricos y consultoría en general en energía eólica y solar fotovoltaica. Si bien ofrecemos globalmente todo el portafolio de servicios, el tipo de servicio más demandado es uno u otro dependiendo del país. Por ejemplo, en Brasil, nuestra actividad principal son los ensayos de rendimiento de aerogeneradores; en Polonia, son las auditorías para la financiación de proyectos eólicos o solares; en Dinamarca, los ensayos eléctricos; es decir, que hay variedad.
¿Qué tipos de cliente tiene Barlovento?
Barlovento tiene clientes de todo tipo: desarrolladores de energías renovables, empresas eléctricas, fabricantes y bancos e inversores. Cada uno demanda un tipo de servicio diferente.
¿Dónde están esos clientes; dónde están los mercados de Barlovento?
Podríamos decir que casi la mitad de la actividad la desarrollamos en América Latina y que solo el 25%, quizá algo más, en España. Nuestro enfoque ha sido principalmente Latinoamérica y Europa. En 2023, abrimos filial en Colombia, donde llevábamos trabajando desde hacía 15 años. Pero no descuidamos Oriente Próximo ni África del Norte.
¿Qué peso tiene a día de hoy la eólica marina en la cartera de clientes de Barlovento?
En eólica marina, nos hemos centrado por el momento en unos servicios específicos: recursos eólicos, estudios eléctricos y ensayos de rendimiento de aerogeneradores. También estamos realizando varios proyectos en puertos. Preferimos ir paso a paso. Lógicamente, el peso que la actividad de eólica marina tiene en nuestra cartera es todavía mucho menor que el de la eólica en tierra o la fotovoltaica.
En 2002, la empresa inicia la actividad de "ensayos de aerogeneradores". Hoy, el laboratorio de Barlovento está acreditado para realizar ensayos de curva de potencia, ruido, cargas mecánicas... Y Barlovento es miembro de la organización internacional de laboratorios Measnet, una organización a la que pertenecen los centros de investigación de energía eólica más prestigiosos del mundo. ¿Cuál es el balance de estos más de veinte años de actividad en esta línea de negocio?
La actividad de ensayos es clave en Barlovento, pues nos permite conocer las distintas tecnologías de primera mano y nos diferencia de otros consultores que solo trabajan con papel. Por otro lado, las acreditaciones IECRE [International Electrotechnical Comission (IEC) System for Certification to Standards Relating to Equipment for Use in Renewable Energy Applications] y la pertenencia a Measnet dan un respaldo a nuestra competencia técnica, sobre todo cuando nos acercamos a nuevos clientes y mercados. Podemos decir que los ensayos fueron clave en la internacionalización de la compañía.
Barlovento funda en 2005 Energy to Quality (E2Q), que es una firma orientada a la integración de las renovables en la red eléctrica. El laboratorio Barlovento–Energy to Quality está acreditado para realizar diferentes ensayos eléctricos relacionados con las renovables: calidad de energía de aerogeneradores, huecos de tensión, modelado numérico de aerogeneradores y sistemas de transporte flexible en corriente alterna. E2Q también es miembro de Measnet. La integración de la constantemente creciente potencia renovable en la red es un asunto cada vez más trascendente. ¿Fue Barlovento también pionera en este sentido? Y, en todo caso, ¿cuál es el balance de estos casi 20 años de actividad?
Barlovento, a través de E2Q, fue pionera en 2006 en la realización de determinados ensayos en España, necesarios para la verificación del cumplimiento de los requisitos del código de red P.O. 12.3, los famosos huecos de tensión. Desde entonces, hemos ensayado multitud de modelos de aerogenerador, tanto para instalación en tierra como en mar. Podemos ensayar aerogeneradores de hasta 20 MW de potencia unitaria.
A lo largo de estos años, nos hemos ido adaptando para poder dar respuesta a lo que necesitan nuestros clientes en cuanto a los nuevos requisitos de los códigos de red.
Hace diez años, en 2014, Barlovento puso en marcha un laboratorio de ensayos de minieólica (en Ausejo, La Rioja), para realizar ensayos acreditados de pequeños aerogeneradores: rendimiento, ruido, duración, seguridad y funcionalidad. ¿Tiene hueco la minieólica en el nuevo escenario energético que está empezando a abrirse ahora: comunidades energéticas, autoconsumo colectivo...? ¿O seguirá confinada en nichos muy específicos? Y, en todo caso, ¿qué balance hace Barlovento de esa iniciativa: la puesta en marcha en La Rioja de ese laboratorio de ensayos de minieólica... diez años después de su apertura?
La energía minieólica ha sufrido enormemente la competencia, por la bajada de precios, de la fotovoltaica. Actualmente, está limitada a nichos muy específicos. Por otro lado, el tamaño y volumen de producción de las empresas fabricantes de este tipo de aerogeneradores hace para ellos muy costosa la actividad de ensayos y certificación.
El laboratorio ha sido una instalación en la que también hemos podido realizar actividades de desarrollo interno de Barlovento, lo que nos ha permitido adquirir conocimientos necesarios para otras actividades.
Applus+, empresa del sector de inspección, ensayos y certificación, anunció hace apenas unas semanas la adquisición de la totalidad del capital social de Barlovento, compañía de servicios de consultoría técnica para el sector eólico. Barlovento ha pasado así a formar parte de la División Energy & Industry de Applus+. ¿Con qué fin da Barlovento un paso de esas características y de esa dimensión? ¿Evolución natural?
Nuestros clientes son globales y nos demandan servicios globalmente. Para atender a estas demandas, era necesario crecer, así como expandirse geográficamente. La presencia de Applus+ en Estados Unidos, Australia o China es una plataforma para la prestación de nuestros servicios.
Por otro lado, la actividad de la División Energy & Industry de Applus+ complementa lo que Barlovento venía realizando, añadiendo servicios como inspecciones de aerogeneradores, control de calidad en origen y otros.
Al analizar diferentes posibilidades y las sinergias existentes, vimos que Applus+ era la mejor alternativa. Era una evolución natural.
