La división industrial de Soltec Industrial continúa reflejando el alto valor añadido de los seguidores solares y su alta demanda a nivel global, habiendo suministrado más de 1 GW en el primer semestre del año, y alcanzando un track record acumulado de 17 GW. La estacionalidad del negocio se ve reflejada en estos resultados y se debe fundamentalmente a la extensión en los plazos de ciertos procesos administrativos en España y la publicación de las directrices de la ley de Reducción de la Inflación (IRA) en Estados Unidos. En cuanto a los indicadores operativos de la división, los números reflejan la positiva evolución del ejercicio, con un comienzo moderado y una tendencia ascendente a lo largo de los meses. La compañía ha firmado más de 55 contratos de suministro de seguidores solares a nivel global, desde enero hasta el 15 de septiembre. Ello supone más de 2,3 GW (286 millones de euros) de contratos de suministro de proyectos.
Hablamos con su director general, Sergio López
¿Qué momento vive actualmente Soltec?
Nos enfrentamos a nuevos retos por todos los gigavatios que vienen de camino, sobre todo en España donde tenemos proyectos bastante importantes. Y también en Estados Unidos por los nuevos incentivos fiscales a la fotovoltaica. Auguramos que los próximos años van a ser muy importantes. Desde Soltec pensamos que estamos preparados para afrontar estos retos y estamos haciendo una apuesta muy importante en España y en Estados Unidos, donde queremos crecer. En cuanto al momento actual y a este 2023, el año va bien y las perspectivas para los últimos meses son muy buenas.
¿Cómo es ese reto de Estados Unidos?
Una de las primeras filiales de la empresa a nivel global está en Estados Unidos. Si nos fijamos en esta última etapa de la empresa como fabricante consolidado de tracker (seguidor), tenemos presencia en Estados Unidos desde el año 2013 con esta "nueva vida de la empresa". Ya llevamos más de dos gigavatios vendidos. Ahora estamos firmando acuerdos estratégicos y ampliando la cartera con nuevos clientes. La expectativa de la empresa es que el 50% de las ventas provengan de Estados Unidos en 2025.
Si por algo se conoce a Soltec es por sus seguidores solares...
Hemos sido, y seguimos siendo, los primeros fabricantes mundiales de seguidores solares. Un trabajo que se ha enfocado en el I+D, en el desarrollo de nuevas soluciones y nuevos componentes, para aumentar la producción del tracker y hacerlo más competitivo a nivel de precio. Ahora mismo, nuestra ventaja es tener una gama de productos completa y poder atender cualquier tipo de proyecto. Y también tenemos un equipo de desarrollo e ingeniería muy fuerte que nos permite optimizar las plantas para sacar su máxima producción posible y adaptar nuestro producto a las condiciones de cada planta. Seguimos desarrollando nuevos algoritmos optimizados, adaptación al terreno como las pendientes... todo con nuestra fabricación y electrónica propia.
Fabricación y electrónica propia desde el inicio. ¿Cómo escribiría la historia de Soltec?
El año que viene cumpliremos veinte años. En 2004 no surgió como una empresa exclusivamente de tracker, sino como una empresa de proyectos llave en mano. Nuestro fundador Raul Morales, al poco tiempo de comenzar con la andadura de Soltec, se dio cuenta de que en aquel momento la tecnología de seguimiento solar y la calidad de los productos que se podían encontrar en el mercado no era la más adecuada. Alrededor de 2006 sacamos el primer seguidor solar de dos ejes, una tecnología que ahora está en desuso por el alto coste que requiere la estructura. En aquella época seguíamos haciendo proyectos llave en mano con nuestro propio producto. El fin del boom de las renovables en España alrededor del 2008 significó nuestra salida al exterior, en este caso Italia. Unos años después, en 2013, podemos decir que se comienza a escribir una nueva historia en Soltec cuando empezamos a salir más a países como Chile, Brasil, México, Perú... y todos los países latinoamericanos, además de Estados Unidos. La vuelta de 2013 significó implantar nuestra nueva tecnología de tracker monofila. Fuimos pioneros porque ya teníamos el desarrollo. Y ya fue a finales de la década, en torno al 2018, cuando volvimos a España.
¿Y la historia de los seguidores bifaciales?
Al principio no hubo apuesta por el tracker bifacial porque no existían los módulos. Después fue una apuesta importante porque teníamos el producto justo en el momento adecuado y a partir de ahí empezamos a desarrollar toda la tecnología que llevaba.
Y a partir de 2013... crecer, crecer y crecer.
Desde 2013, la historia de la empresa es una historia de crecimiento. Hemos multiplicado por mucho la facturación en estos años, incluso hemos tenido incrementos del doble de facturación entre un año y otro. Han sido años de crecimiento y de expansión por diferentes países. Pero también de desarrollo continuo de nuestros productos y de sacar nuevos para cubrir las demandas del mercado.
¿Cómo terminará este 2023?
El año comenzó un poco flojo, como suele pasar todos los años, pero ha ido subiendo. Estamos tranquilos, la tendencia es positiva. Creemos que vamos a cumplir las previsiones y entendemos que este año va a ser bueno.
¿Dónde está presente Soltec?
Como suministrador de tracker, estamos en multitud de países con dieciséis filiales. Y básicamente estamos presentes en todo el mundo, en los cinco continentes, con 17 gigavatios.
¿Algún contrato o algún proyecto que recuerde a modo de anécdota?
Cada vez que llegas a un país nuevo es un reto. Por ejemplo, uno de nuestros primeros proyectos en Estados Unidos fue en el estado de Minnesota, con temperaturas mínimas de -40ºC en invierno. Fue un proyecto de 150 megavatios (MW) en el 2015. Para nosotros fue un reto a nivel ingeniería, a nivel producto, a nivel instalación... tenías que adaptarte muy bien a la climatología, a ciertos periodos del año y a ese tipo de temperatura. Nos obligó a usar aceros y grasas especiales, además de la electrónica. Ahora lo recuerdo con cariño, pero en aquel momento fue estresante. Retos así hace que nos nos aburramos mucho (risas).
¿Cómo afectó a la compañía la guerra de Ucrania y la falta de suministro vivida a principios del año pasado?
Ya veníamos con la lección aprendida de la época post-covid, que yo creo que fue peor para las empresas del sector como Soltec. Después de la pandemia tuvimos que cambiar muchos procesos y trabajar de otra manera, sufrimos mucho. Esto hizo que esta segunda crisis, la de la guerra de Ucrania, la hayamos podido soportar de mejor manera. El resultado del año pasado fue muy bueno para Soltec. Pero obviamente fue una época complicada. Ahora tenemos otro reto por delante que son todos los proyectos que están por venir y que pueden tensionar de nuevo la cadena de suministro. Se trata de cambiar la forma de trabajar, de anticipar las compras y de tomar decisiones mucho más largas porque es un sector de mucha inmediatez. Una previsión será necesaria si no queremos repetir los problemas que hemos sufrido en años anteriores.
Y ya la pregunta obligada de este año: China vs Europa.
Ahora mismo, tal y como está el sector, si no hay una apuesta clara a nivel gubernamental va a ser muy difícil que podamos fabricar localmente. Pero a nivel de competitividad, no de recursos, porque probablemente el tracker es el que más componente local puede tener en torno al 85% y pudiendo llegar al 100%. ¿Quién está dispuesto a pagar esa diferencia de precio que hay ahora mismo entre los componentes de Asia y los componentes de España? Ahora mismo nadie, todo el mundo mira la rentabilidad. Es muy difícil tener una cadena de suministro española. Algún tipo de ayuda que nos incentive a fabricar en España y que sea sostenible en el tiempo sería la petición que hacemos. Se puede hacer.
Pero también sería interesante fomentar a nivel europeo el I+D porque fabricando lo mismo que China, va a ser muy difícil que superemos a China. No podemos competir contra ellos pero podemos desarrollar nuevas soluciones y productos con un mayor valor añadido que nos permitan competir; esa es otra apuesta que deberían hacer los gobiernos. Y, por último, apostar por la formación de personas. Todo el sector tiene falta de personal con el conocimiento y la experiencia adecuada para llevar esta cantidad de proyectos que vienen. Ahora mismo hay una lucha entre las empresas para "robar" el personal y el talento que está provocando una hiperinflación en los salarios que no es sostenible a medio plazo.