entrevistas

Osvaldo Canziani
Copresidente del Grupo de Trabajo II del IPCC
“La paz no es la simple eliminación de las armas”

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Autora: Pepa Mosquera

Físico y doctor en Meteorología, el experto argentino es uno de los miembros más veteranos del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático, grupo distinguido, junto con Al Gore, con el Nobel de la Paz 2007. Canziani afirma sentirse halagado con el premio. Pero, por encima de todo, espera que sirva para que los gobiernos reaccionen y comiencen a dar importancia al cambio climático.

¿Se esperaba Vd el premio? ¿Cuál fue su primera reacción cuando supo que habían ganado el Nobel de la Paz?
Debo decir con total honestidad que no esperaba que el IPCC recibiera el Premio Nobel de la Paz este año. Sin embargo, habiendo trabajado por más de 27 años en organismos especializados de las Naciones Unidas, no sólo había pensado sino, también, comentado con especialistas de distintas áreas del conocimiento, que la amplia gama de nuevas actividades científicas estaba sugiriendo ya una ampliación de los sectores del saber, considerados para la asignación de estos premios. a los cuales se considera, para los Premios Nobel. Como meteorólogo, la única alternativa posible resultó ser esta, compartir con mis colegas del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático esta distinción.

El IPCC está integrado por cerca de 3.000 especialistas de todo el mundo ¿Qué relación mantiene con sus colegas?
Desde su establecimiento, el IPCC tuvo la colaboración de los gobiernos miembros para nutrir sus cuadros con los especialistas, de países desarrollados y en desarrollo, capaces de evaluar los progresos científicos, tecnológicos y técnicos relativos al Cambio Climático Global. Los cuatro periodos de evaluación, que transcurrieron desde 1989 a la fecha, nos han puesto en contacto con miles de especialistas de todo el mundo y, gracias a la voluntad y el tesón de especialistas de los países en vías de desarrollo, hemos podido introducir en los informes del Panel la visión de los países menos afluentes que, lamentablemente, son los que sufren más los avatares del calentamiento terrestre. Refiriéndome a la Región del IPCC a la cual pertenezco, el número de latinoamericanos incorporados al quehacer del IPCC pasó de los tres primeros – la Dra Marta Perdomo (Venezuela), Luiz Gylvan Meira Filho (Brasil) y el suscrito (Argentina) a un número que excede los 250 especialistas. Ha sido la tarea conjunta, con instituciones oficiales y privadas, universidades y centros de investigación y con organizaciones no gubernamentales, la que ha permitido que el IPCC haya ganado el enfoque propio de los países que, en sus trayectorias de desarrollo debieran seguir aquellas capaces del progreso sostenible de Latinoamérica y, consecuentemente, del planeta, como un todo. Lo hecho ha sido particularmente esto: integración científica, ambiental y socio-económica, en pos de un planeta sostenible.

¿Qué le parece compartir el Nobel con Al Gore? ¿Cree que el ex Vicepresidente de Estados Unidos merece el premio tanto como Vds?
Cuando nos remontamos a los comentarios de Platón, criticando a la deforestación en la Grecia antigua, o a los argumentos de Leonardo da Vinci, sobre el valor de la naturaleza, no podemos dejar de pensar que nada se piensa, planifica y ejecuta sin tomar en cuenta la información previa. Esto vale para el hombre, como unidad humana. En este contexto, debo reconocer que la Familia Gore estuvo dedicada a la salvaguarda de su estado, Tennessee, cuando la minería del cobre “destripó” los suelos, hoy reconvertidos en praderas y bosques de gran belleza y utilidad. De ese tronco surge Al Gore. Un ambientalista convencido.
Ahora bien, actuando como “abogado del diablo” se podría criticar al Premio Nobel de la Paz, Sr. Al Gore, por no haber promovido la firma del Protocolo de Kyoto, cuando era miembro del Gobierno de Clinton. Sin embargo, esa es una posición cínica plena de todo cinismo. Quienes forman parte de un Gobierno deben aceptar ciertos principios de verticalidad en el mando y la ejecución. De otra manera no se puede ser político, se puede ser, sin duda alguna, un “principista” que, por no aceptar formar parte de un equipo, pierde la posibilidad de iniciar la transformación que, finalmente, conducirá al logro de sus objetivos. Así, veo la co-participante, con derecho pleno, de Al Gore en este premio internacional.

Frente a los millares de felicitaciones que ha recibido el IPCC por ganar el premio, también hay quien ha criticado la elección del Comité Nobel, alegando que Vds no han hecho nada a favor de la paz mundial. ¿Algo que decir ante esas críticas?
Es evidente que quienes consideran que el IPCC ha hecho poco o nada en beneficio de la Paz Mundial tienen un conocimiento escaso de los objetivos del Panel y de los objetivos logrados, a lo largo de los 19 años transcurridos desde su creación. Desconocen que la paz no es la simple eliminación de las armas con las que se mata y destruye. El hambre y la sed, la salud humana, la carencia de recursos naturales, la producción de energía, el transporte, el turismo, etc., de una manera u otra, están definidos por el clima y los avatares de la temperie. Un cambio del sistema climático global y las consecuencias inmediatas de los eventos extremos, ya observados con largueza en diversas partes del mundo, muestran la importancia de la tarea del IPCC, orientada a lograr las condiciones para un desarrollo sostenible de la Sociedad entera. Si alguien considera que esto no es una tarea entroncada con la gestión de la Paz Mundial, está fuera de contexto.

¿Qué mensaje cree que se manda al mundo al distinguirles a Vds y a Al Gore con el Premio Nobel de la Paz? ¿Piensa que es una llamada de alerta a los gobiernos, empezando con Estados Unidos, para que traten con más seriedad a la ciencia y al desarrollo sostenible?
El mensaje que hemos recibido en el IPCC es claro y terminante. La labor cumplida y la que aún resta por realizar, son de interés mundial. El IPCC no es un órgano político, sus evaluaciones son comprensivas, objetivas, abiertas y transparentes. Sus conclusiones son políticamente relevantes, pero no son ni pretender ser políticamente prescriptitas. Corresponde a los niveles de decisión adoptar las medidas políticas congruentes con los resultados científicos logrados por el IPCC. En el orden político, la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (CMNUCC), es la responsable de la tarea de notificar a las Partes, sean países desarrollados o no, que deben cumplir con los compromisos de esa carta magna del cambio climático

¿Cree que servirá para concienciar más a la sociedad en general y a los políticos en particular sobre la necesidad de actuar deprisa ante el Cambio Climático?
Sin pretender ser apocalíptico, es por demás evidente que la tarea de alertar a la Sociedad sobre los peligros de la exacerbación de los procesos de la temperie y el clima es una obligación ineludible. Esto es tanto más importante cuando se observan las interconexiones entre las diferentes componentes del entorno ambiental, todas ellas – la diversidad biológica, el ozono atmosférico, la desertificación, la contaminación regional y las precipitaciones ácidas, los excesos y deficiencias hídricas y la merma de su calidad, etc. –
No se trata de ajusticiar a quien informa sino de cumplir con los compromisos mínimos, ante la Sociedad Global, para asegurar que las generaciones avenir dispongan de los recursos naturales necesarios para su subsistencia.
La rapidez de actuación debiera abarcar tanto la mitigación de las emisiones como la inmediata adopción de acciones orientadas a la adaptación apropiada y suficientemente ajustable o elástica como para permitir los ajustes que las distintas etapas del proceso hacia un nuevo sistema climático terrestre imponen. Todos los países deben recordar que, aunque diferenciada, la responsabilidad es común. Esto indica que todos y cada uno debemos actuar para reducir las condiciones tendientes a generar más calentamiento y para adaptarnos con medidas de racionalización del uso de los recursos naturales y los servicios que nos prestan los ecosistemas naturales y los manejados por el ser humano

Desde su establecimiento en 1988, el IPCC ha reunido a las mejores mentes científicas de todo el mundo para documentar y explicar lo que se sabe y lo que se ignora sobre el cambio climático inducido por el ser humano… Vds acaban de presentar un nuevo Informe de Evaluación –el cuarto– en Valencia (España). ¿Qué novedades aporta este informe en relación al que presentaron el año pasado? ¿Todavía más exactitud y certeza?
Los avances en la información evaluada por el PICC dependen, lógicamente, de la disponibilidad de observaciones, datos procesados, estudios y proyecciones relativas a las variables ambientales, sociales y económicas, que desarrollan los diversos países del mundo. De allí que haya sido una prioridad absoluta el lograr el ingreso de personal científico y tecnológico de los países en desarrollo. El primer error inicial de dar más peso a la participación de científicos de países desarrollados fue reducido por el convencimiento de ambos grupos de países – desarrollados, en desarrollo y de los países de economías en transición – La disponibilidad de un abanico mayor de información ha sido una de las causas del mejoramiento de las conclusiones del IPCC. Esto es particularmente trascendente debido a que el calentamiento terrestre tiene implicaciones distintas, en distintas regiones del mundo. Por ello, el IPCC ha agregado estudios y conclusiones regionales y ha iniciado, con cierto grado de éxito, el tratamiento de cuestiones transversales, orientadas a enlazar asuntos y particularidades como las inherentes a las cuestiones regionales críticas, el problema diferenciado del agua, su calidad y cantidad regional, las implicaciones en la producción de alimentos, la seguridad comunitaria, la salud humana, etc.
Los informes del IPCC han aumentado su precisión y grado de certidumbre. Sin embargo queda aún mucho por hacer, como lo destacan los diversos capítulos sectoriales y regionales del Cuarto Informe de Evaluación al destacar la falta de información básica en grandes extensiones del planeta, particularmente en la regiones en desarrollo y en los océanos. La falta de implementación cabal del Sistema Mundial de Observaciones Climáticas es una materia pendiente de ejecución.

Además de los efectos catastróficos para la flora, fauna y los ecosistemas, el calentamiento global va a suponer un tremendo impacto sanitario y económico. De estos aspectos, ¿qué le preocupa más?
Hablar de mayor preocupación por uno o varios de los problemas que afectarán a los distintos sectores del quehacer humano es una aproximación que estimo errónea. Las interconexiones entre los sectores y aún más, entre las diversas componentes del ecosistema global – ozono atmosférico, diversidad biológica, agua, aumento desnivel medio del mar – obviando sus relaciones es pretender comparar a los jugadores de un equipo de balompié. Cada uno en su posición debe desempeñar su función, en coordinación y con convergencia de objetivos. La incidencia de la flora, la fauna y, de una manera peral, el entorno ambiental, el paisaje, si se desea ser algo romántico, configuran un todo integrado. Casualmente, otra de las materias pendientes del IPCC es mejorar sus evaluaciones integradas e integrales que configuren la mejor aproximación posible al problema del deterioro ambiental. Indudablemente, el clima y la temperie son, como las nubes del cielo y los procesos atmosféricos de cada día, algo visible y comparable. La desaparición de una especie, el cambio de la intensidad de la radiación ultravioleta que alcanza el suelo, las deficiencias hídricas, los cambios en la circulación del mar y la atmósfera, etc., son mucho menos perceptibles para el hombre común. La temperie gana en la participación de la información de cada día, a la desaparición de una especie, que, luego de informada, pasa al archivo de las noticias.

¿Cree Vd. que la concesión del Nobel también servirá para acabar con la desinformación que algunos grupos de interés siguen todavía promoviendo sobre al cambio climático?
El número de detractores de las conclusiones del IPCC ha disminuido marcadamente. Sin embargo, los intereses nacionales o de grupo (me refiero a las empresas multinacionales), seguirán actuando. La misma CMNUCC, en su Artículo 4 ha debido reconocer diferencias en la asignación de asistencia, aún para países cuyos niveles de vida son relativamente elevados. Por otro lado, una de las causas del fracaso del Protocolo de Kyoto surge de los ajustes y desajustes que ha sufrido el texto original, para que pudiera ser aceptado y firmado por países con intereses definidos, en todo lo relativo al desarrollo de sus actividades industriales.
Como fue sugerido en ocasión de la Conferencia sobre La Atmósfera Cambiante: Implicaciones para la Seguridad Mundial (OMM, Toronto, Junio de 1988), la posibilidad de establecer una Ley Internacional sobre Calentamiento Terrestre, con las mismas exigencias que se plantean en la Ley del Mar, pudo haber sido la respuesta oportuna. No lo fue, por ello la Sociedad continúa buscando un Protocolo que lleve a buen fin las cuestiones inherentes a la mitigación de las emisiones de GEI. La exigencia del Artículo 2 – Objetivos, de la CMNUCC sólo será satisfecha cuando se estabilicen las concentraciones de GEI a un nivel que no afecte a los ecosistemas naturales, permita la producción satisfactoria de alimentos y asegure un desarrollo económico sostenible.

El Protocolo de Kyoto expira en 2012.¿Qué tipo de acuerdos debería incluir un nuevo pacto mundial sobre cambio climático?
El Protocolo de Kyoto entró en vigencia en Febrero de 2004; sin embargo, aún no se ha podido lograr reducir, por los países que son Partes del Anexo I de la CMNUCC, las emisiones de gases de efecto invernadero a los niveles existentes en 1990, menos el 5%.
La tasa actual de emisión media excede el 2 % anual, no sólo porque las Partes del Anexo I no han podido implementar las limitaciones de emisiones que permitirían alcanzar el objetivo mencionado, sino porque países en desarrollo, como los son los de economías emergentes, como China e India, están emitiendo cantidades crecientes de gases de efecto invernadero. Otros países, al deforestar, aumentan, por falta de sumideros de CO2, la concentración de esos gases en la atmósfera.
Desde la realización de la COP-9, en Milán (2003), se ha venido analizando la conveniencia de poner en vigencia el principio básico de la CMNUCC, esto es, “la responsabilidad común, pero diferenciada” de la limitación de emisiones de gases de efecto invernadero. Las COP 10 a 12 siguieron buscando alternativas para el Protocolo de Kyoto, que pudieran ser consensuadas por todas las Partes de la Convención.Sin embargo, a la fecha no se ha logrado acuerdo alguno, esperándose que la COP-13 (Bali, diciembre 2007) logre resolver las diferencias existentes entre Partes del Anexo I y las demás Partes de la CMNUCC. El logro de un nuevo Protocolo para la CMNUCC debiera ser congruente con la reciente declaración de Viena, en la que los Gobiernos han decidido que es urgente reducir las emisiones actuales en un 40 % antes del año 2020. De ser así, no hay dudas que las limitaciones serán mayores que las que pretendió implantar el Protocolo vigente, cuya terminación está pautada para el año 2012. Además, seria necio omitir el reconocimiento del principio de “responsabilidad común pero diferenciada. Todas las Partes de la CMNUCC deberán limitar sus emisiones y acabar con las deforestaciones a ultranza, cuyo efecto neto es aumentar las concentraciones de los GEI, por cancelación de sumideros.
Resumiendo, espero que la COP 13 abra el camino para que las economías emergentes y aquellas Partes de la CMNUCC que actualmente no participan de las restricciones de emisiones, que el Protocolo vigente impusiera a los países desarrollados del Anexo I, asuman tal responsabilidad.

Prácticamente todos los países se enfrentarán a una serie de desafíos derivados del cambio climático que les van a obligar a hacer numerosos “ajustes”. ¿Cree Vd que están preparados los gobiernos para proteger a sus ciudadanos ante los desafíos del clima?
Esta pregunta es la que debería hacerse a los gobiernos de los países del mundo y a los tomadores de decisión de la esfera privada. Resultaría inaudito que autoridades que pretenden hablar de prioridades para solucionar los problemas de varias áreas fundamentales, e indudablemente críticas para el progreso de sus respectivas comunidades, obvien las prioridades que deben asignar a las actividades vinculadas con el Cambio Climático Global y sus implicaciones regionales. Negar la prioridad que merece el proceso del cambio climático es negar las prioridades que normalmente asignan a:
• la salud humana: ella depende de manera directa y en forma indirecta de las condiciones de instalación y desarrollo de vectores y transmisores de enfermedades, de los eventos extremos que se multiplicarán y exacerbarán en el nuevo Sistema Climático en evolución, de la disponibilidad y calidad del agua y de los alimentos, de los casos de olas de calor, inundaciones y sequías, etc.
• la disponibilidad de agua segura, afectada por lluvias y sequías intensas
• la malnutrición, la pobreza y la indigencia, dependienta del rendimiento de los cultivos y la producción ganadera y láctea,
• la viabilidad de comunidades de subsistencia y su seguridad, gravemente afectadas en zonas áridas y semiáridas,
Estos y otros impactos del calentamiento terrestre obligarán a adoptar prontas medidas de adaptación. Esta acción es urgente pues, como se ha mencionado, las emisiones continúan aumentando, como también lo hace la población mundial, imponiendo nuevos restos a la sostenibilidad del desarrollo.
En cuanto hace a la capacidad para hacer frente a los requerimientos que plantea el cambio climático, muchos países en desarrollo están limitados en su accionar por diversos factores. Fuera de los errores a los que surgen de la dicotomía Ciencia-Política, la falta de información básica, de modelos regionales apropiados, de sistemas de vigilancia y alerta hidrometeorológica, de alertas de olas de calor, tormentas intensas y tornados, etc., y, por sobre todo, la falta de incentivos para la investigación y el desarrollo, augura un pobre comportamiento de los países en desarrollo, frente a los efectos adversos del cambio climático, en la mayoría de las actividades humanas dependientes del clima. Lamentablemente, la falta de información básica en los dominios atmosférico, terrestre y oceánico, harán perder las oportunidades de aprovechamiento de los efectos beneficiosos del calentamiento terrestre.
En líneas generales, y salvo algunas excepciones, los países en desarrollo, las comunidades primigenias y todo grupo carente de una “cultura del clima”, sufrirán sin remedio los efectos del cambio climático. Cuando reaccionen será tarde. Las excepciones que vale la pena mencionar son las que derivan de la acción que desarrollan varios países europeos, en las regiones en desarrollo. La organización del reciente Encuentro Internacional sobre Cambio Climático en América Latina, convocado por la Comunidad Andina, en el pasado mes de octubre, y auspiciado por la Agencia Española de Cooperación Internacional, pone en evidencia la trascendencia del apoyo que los países desarrollados pueden proveer a países y comunidades huérfanas del desarrollo científico, tecnológico y técnico, imprescindible para enfrentar este flagelo ambiental, con posibilidades de éxito.
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