Entrevista publicada en el número 96 de Energías Renovables en papel (enero de 2011).
El ahorro, la eficiencia energética y las renovables son la razón de ser del Instituto para la Diversificacion y Ahorro de la Energía (IDAE), que en 2011 tiene que presentar un nuevo plan a diez años vista. Buen momento para valorar lo acontecido y lo que está por venir. Empecemos por el ahorro y la eficiencia. ¿Vamos bien?
En cuanto a objetivos… podemos estar contentos. Porque, en lo que se refiere a un indicador tan importante como es el de la intensidad energética [IE], estamos superando los objetivos anuales en aproximadamente un punto. Es más, estamos creando tendencia, que es lo importante, porque llevamos más de cinco años en esa línea de mejora.
Sí, el último Balance Energético publicado por el gobierno (en abril) presumía de que la IE se ha reducido en España un 13% entre 2004 y 2009, pero lo cierto es que todavía estamos por encima de la media europea. ¿Cuándo estaremos a la altura de nuestros vecinos?
Sí, España consume mucha más energía que los países de su entorno para producir la misma unidad de PIB… Pero debemos mantener la tendencia de los últimos años y reducir la intensidad más que nuestros vecinos europeos. De esta forma, aceleraremos la convergencia.
¿Cuándo podría darse esa convergencia?
Es difícil determinar qué es exactamente la convergencia, porque las estructuras productivas de los países son muy distintas. Por ejemplo, el peso de las industrias intensivas en consumo energético oscila entre unos países y otros. Nuestra velocidad de crucero debe ser una reducción de la intensidad energética de dos puntos porcentuales como mínimo cada año. De esta forma, podríamos alcanzar la media con la UE-27 antes del año 2020.
Bien, sigamos con las comparaciones: el 80% de la energía que consume España viene de allende las fronteras. ¿Cuándo estaremos a la altura de nuestros vecinos europeos, cuya media de dependencia es de aproximadamente el 50%?
Vamos acercándonos. En este asunto, la media europea la tenemos un poco más lejos y nuestra evolución va a depender de la incorporación de las renovables al mix. En eso no puedo decir que vayamos a alcanzar la convergencia en el actual plan de renovables. Pero lo que sí puedo decir, y ahí me curo en salud, es que lo encajaremos en el siguiente, el de 2011-2020.
La Estrategia Integral para el Impulso del Vehículo Eléctrico (VE) del Ministerio de Industria prevé que España cuente con 250.000 vehículos eléctricos (puros e híbridos enchufables) en 2014. ¿No es ese un objetivo demasiado ambicioso?
El objetivo es bastante ambicioso. De momento, le puedo decir que vamos a prorrogar el Proyecto Movele [de ayudas para la introducción de 2.000 vehículos eléctricos en el bienio 2009-2010] porque no estamos alcanzando objetivos. Este año, hemos subvencionado más o menos unos 900 vehículos... Por eso, vamos a ampliar hasta el 31 de marzo ese proyecto. A partir de entonces, la Dirección General de Industria, que es la que llevaba el Renove tradicional de coches, gestionará, durante 2011, ochenta millones para la misma función. De todas formas, la apuesta es clarísima y esperamos que haya una curva ascendente en los últimos años.
Vamos, que, tras el milagro de la eólica, el de la fotovoltaica y el de la termosolar… llegará el del coche eléctrico.
Creemos que esa puede ser otra sorpresa agradable en los próximos años.
La que, de momento, no ve milagros por ninguna parte es la solar térmica, que ha dicho además que no quiere subvenciones, porque estas no han ayudado al despegue del sector en los últimos cinco años. Lo que quieren es un régimen especial similar al de las renovables eléctricas. ¿Lo tendrán en el próximo plan de energías renovables?
Una de las propuestas que analizamos para que sea una de las medidas del nuevo plan es la de un mecanismo de apoyo basado en pago por generación de calor. Eso, además, acarrearía una consecuencia positiva, y es que empezaríamos a saber qué instalaciones están funcionando, cuáles no y cuánto calor producen exactamente. Se podría generalizar este modelo para todas las renovables térmicas, no solo para la solar. De momento, no le puedo hablar de precios del kilovatio térmico. En cualquier caso, habría que dejar claro que este mecanismo se aplicaría solo a las nuevas instalaciones que se acogieran al nuevo régimen. En el nuevo PER, claro, plantearíamos de forma realista el origen de los fondos para que esto fuera posible.
Volvamos al gran meollo, ¿cuándo estará listo el plan de energías renovables 2011-2020?
Ahora mismo estamos en la fase final. Pero eso no es lo más importante. Yo creo que más importante aún es que nos encontramos en la fase de establecer las medidas para alcanzar los objetivos. Ahí es donde estará, o no, el éxito del plan. Una planificación tan larga, a diez años vista, debe incluir unas medidas que consigan atajar las cosas menos buenas que hemos visto al evaluar el PER 2005-2010… que ha sido un éxito, sí, pero que también ha tenido sombras.
Bien, pero, insisto, ¿cuándo habrá plan?
El PER 2005-2010 se aprobó en agosto de 2005... Mire, para sacar un plan 2011-2020 lo primero que había que hacer era evaluar muy claramente su antecesor, evaluarlo y aprender de esa experiencia. Además, queremos que el nuevo plan sea muy participativo. Por eso, estamos trabajando ya con todos los sectores renovables, con todas las comunidades autónomas y con los ministerios de la administración general del estado cercanos en competencias. Porque creemos que conviene que estemos todos cómodos con el nuevo plan. Yo daría por bien invertidos un par de meses más si sacamos lecciones muy claras del lustro anterior y alumbramos al final una planificación que tenga la capacidad de adecuarse y de ir detectando las señales para poder ir orientándose.
¿Y los números? El futuro plan, ¿va a estar más cerca del Plan de Acción Nacional de Energías Renovables –que proponía en junio un 22,7% de renovables en la tarta energética de 2020– o se aproximará más al documento que ha salido de la Subcomisión parlamentaria de Análisis de la Estrategia Energética Española para los próximos 25 años, que rebajó esa cuota, en noviembre, al 20,8?
Lo que queremos es que el plan sea ambicioso, pero, ahora mismo, donde más nos estamos centrando es en las medidas que son necesarias para alcanzar el objetivo, sea éste el que sea. Siendo claro: a fecha de hoy, no tenemos el escenario final de lo que van a ser los objetivos. Estamos en ello, trabajando con los sectores y con todas las administraciones, como le digo.
Miremos de nuevo atrás, pues. Hay quien dice que el PER 2005-2010 ha sido un éxito en eólica y fotovoltaica (FV) y un fracaso en solar térmica y biomasa.
Veamos, en eólica está claro que hemos alcanzado el objetivo; en FV ha pasado lo que ha pasado, lo cual, lógicamente, da para sacar muchas lecciones. Y, por fin, efectivamente… hay algunas tecnologías que no van a cumplir los objetivos y que son lógicamente las que más hay que apoyar en el nuevo plan.
Ya ha mencionado la solar térmica. ¿La biomasa también, quizá?
La biomasa tiene todo el apoyo de esta casa. Y lo va a tener en el nuevo plan. Lo que ocurre es que hay algunas cuestiones, más relacionadas con el suministro, que la hacen un poquito más complicada que otras. En lo que a la biomasa se refiere, en todo caso, repito lo que dije antes: que tenemos que ir no tanto a la producción de electricidad con biomasa, como a los usos térmicos.
Lo del régimen específico del kilovatio térmico, ¿sería también para la biomasa, pues?
Nos gustaría. Lo estamos estudiando y lo podemos a plantear.
Apenas hemos hablado de fotovoltaica. Que la FV sumara 3.000 MW en un solo año, ¿fue un éxito o un fracaso?
Como todo en la vida… luces y sombras. Es un éxito el hecho de que exista un sector que hace muy pocos años no existía. Es un éxito el hecho de que hace unos años tuviésemos un megavatio y hoy tengamos 4.000. Es un éxito que la tecnología haya madurado de una forma tan exponencial y que los costes de producción hayan bajado de una forma también exponencial. Y es un éxito que la electricidad FV suponga ya un porcentaje del mix. Yo diría, resumiendo, que es un caso de éxito.
¿Pero…?
Pero también ha habido sombras. Mire, aunque es verdad que en España se ha desarrollado una industria propia para esta tecnología, si pregunta usted a los chinos… pues estarán muy contentos, porque la producción de paneles FV ha sido espectacular en algunos países gracias al tirón de la demanda española. Si pregunta en algunos mercados de inversores también estarán encantados con la rentabilidad que se ha dado. Y claro, quizá ese –la rentabilidad financiera– no deba ser el primer criterio a la hora de desarrollar una tecnología. En fin, que ha habido sombras y que las estamos pagando todos. También el sector. De todas formas, yo le digo que mucho peor que hacer prospectiva y morir de éxito es hacerla y no alcanzar ni la décima parte de lo esperado.
O sea, que, para no morir de éxito es fundamental el registro de preasignación (RP) y el establecimiento de cupos, dos medidas que el sector critica porque han limitado el crecimiento…
Cuando uno hace prospectiva es muy importante tener mecanismos de seguimiento y corrección. El RP es una fórmula para saber qué está pasando y cuánto se está instalando. Y, en función de lo que se está instalando, puede usted modular sus ayudas. Imagínese que, de repente, una tecnología renovable alcanza precio de mercado. Bueno, pues, en ese momento, sabiéndolo, lo lógico es no seguir apoyando… desde el punto de vista de la subvención, la prima o la I+D, y optar por apoyar a las que más lo necesitan. En fin, que es importante tener un mecanismo de seguimiento de señales del mercado y, en este sentido, el RP es una señal del mercado.
Se van a mantener los cupos?
Esa es una decisión que corresponde al ministerio. Los cupos permiten un mayor control por la administración. Para el sector también ofrecen ventajas, ya que garantizan un negocio estable y con un horizonte definido. Pero los cupos no deben obstaculizar el desarrollo tecnológico y, mirando al futuro, su sentido es más dudoso cuando las tecnologías alcancen la competitividad en costes.
Las cinco últimas
¿Puede el gobierno legislar en materia de energía o acaban marcando las pautas las grandes empresas del sector?
Mal gobernante sería aquel que no tuviera en consideración al sector de riqueza más importante, o uno de los más importantes, que tiene este país. Eso no significa que gobierne al dictado. Mire, el peso de ciertas compañías es impresionante. Pero para bien. Un seleccionador de fútbol haría muy mal en no jugar como juegan los mejores jugadores que tiene la selección.
¿Cuál es la asignatura pendiente del IDAE?
Convencer a los ciudadanos, o sensibilizarlos suficientemente, para que vean la energía como otro bien escaso, como el agua. Todo el mundo tiene clara esa escasez cuando ve un pantano vacío, pero no sucede lo mismo con la energía, y eso tenemos que solucionarlo.
¿Una ventana de oportunidad?
Los servicios energéticos. Las empresas de servicios energéticos no son el bálsamo de Fierabrás, pero sí que serán una solución en muy corto plazo, y, para nosotros, constituyen una apuesta muy clara y que estamos seguros de que va a dar muy buenos resultados.
Una instalación emblemática.
La isla del Hierro, que queremos que sea 100% autosuficiente con renovables, y que, además, va a serlo a un coste menor al que se hubiese derivado de una solución tradicional.
Cuénteme algo que estima que sucederá en un futuro no lejano aunque pocos lo vislumbren ahora mismo.
La implantación del vehículo eléctrico con dimensión suficiente para ayudarnos a superar los retos que tenemos con el transporte, las emisiones contaminantes y nuestra dependencia del petróleo.
