Entrevista publicada en el número 94 de Energías Renovables en papel (noviembre de 2010).
¿Qué es Equo y, sobre todo, de dónde sale?
Equo es un proyecto de un grupo de personas que provenimos de distintos movimientos sociales y que creemos que es necesario generar un espacio socio-político en el que la sostenibilidad y la equidad social tengan un peso específico muy determinado, un peso que, hoy, no tienen en el campo institucional. El proyecto sale de un grupo de personas que hemos trabajado en el medio ambiente, la ayuda al desarrollo, el sindicalismo… y que no nos resignamos con lo que hay en la escena política. No nos gusta lo que hay, y queremos trabajar por crear algo nuevo que responda a las señas de identidad de lo que han sido los partidos verdes europeos.
¿No es un poco atrevido salir a la palestra ahora, con la que está cayendo? Es más, ¿no cree usted que, cada vez que hay crisis económica, pasa a un segundo plano la crisis ecológica?
Sí. Es cierto que la crisis económica seguramente no ayuda al desarrollo de un proyecto como este. Pero no es menos cierto que cualquier momento es malo. Por ejemplo, en momentos de gran bum desarrollista habrá gente que te diga: “bueno, es que, ahora, cuestionar el modelo…”. O sea, que ningún momento es bueno para crear un movimiento como este.
Bien, en todo caso, ¿cómo está encajando la sociedad civil la aparición de Equo?
La verdad es que la acogida ha sido muy buena, mucho mejor de lo que pensábamos, y eso está haciendo que todo vaya más rápido de lo que habíamos planeado. Por ejemplo, mire lo que está sucediendo con las redes sociales: nuestro facebook tiene ya casi siete mil amigos, lo cual nos convierte [esboza una sonrisa] en la tercera fuerza política del país… en facebook. Eso puede darle una idea del interés que ha despertado nuestra iniciativa. Y eso que aún estamos en fase de constitución de la fundación y de construcción de la red que necesitamos para que esto funcione. Porque lo que queremos es hacer red. Hacer red con otras organizaciones políticas, sociales, con personas relevantes que puedan estar interesadas… En fin, crear primero una fundación, buscar apoyo ciudadano y luego convertirnos en partido político.
Vamos al grano: ¿cuáles deberían ser las líneas maestras de la política energética española?
Cumplimiento del Protocolo de Kioto; 30% de reducción de emisiones para 2020; transición justa a una economía baja en carbono; fin de la energía nuclear; ahorro y eficiencia energética; y 100% de energías renovables. La política energética española debe pensar en un horizonte de autosuficiencia, un horizonte cien por cien renovable. Por motivos estratégicos –porque España es muy dependiente de las importaciones de combustibles–, por motivos sociales y por motivos ambientales. Por todo ello, creemos que el horizonte debería ser alcanzar un 100% de autosuficiencia renovable. Ese debería ser el objetivo que marcase la política energética española.
El cambio climático está en la agenda política de todos los gobiernos del Planeta. Es, probablemente, el problema ambiental más atendido. Al menos, por el discurso oficial. Según Equo, el Ministerio de Medio Ambiente de España dedicará en 2011 el 2,5% de su presupuesto a la lucha contra el cambio climático. ¿Qué significa eso?
Significa que el cambio climático es una cuestión absolutamente marginal para el gobierno español. Estamos hablando del 2,5% del presupuesto de un ministerio. Esto, en el conjunto de los presupuestos, debe ser un cero coma… Eso nos da una idea real de dónde están las prioridades y de cómo el discurso nada tiene que ver con la acción del gobierno y nada, con la realidad presupuestaria. Eso es lo que venimos denunciando desde hace años y lo que, de alguna manera, nos ha animado a dar este paso y decir “oye, ya está bien”.
Hace ya cinco años, exactamente en noviembre de 2005, el catedrático de Física Aplicada de la Universidad de Alcalá de Henares Antonio Ruiz de Elvira nos dijo que “es posible sustituir en 20 años todas las nucleares por centrales solares y parques eólicos”. Ha pasado un lustro y han pasado 20.000 MW renovables desde entonces: ¿es posible?
Claro que es posible. Cuando Greenpeace presentó el informe “Renovables 100%” [abril de 2007], las miradas de la gente, especialmente del sector, fueron de escepticismo. Nos miraban como diciendo: “bueno, ya están los de Greenpeace...”. Pues bien, hoy en día, el gobierno de Zapatero –un gobierno que no es amigo de las renovables, además– está planificando un 40% de generación eléctrica renovable para el año 2020. Si hace unos años, no muchos, hubiéramos hablado de que el gobierno iba a planificar un 40%, muchísima gente hubiese dicho “bah, eso es una utopía”. Bueno, pues si el mismísimo gobierno –que siempre va por detrás de la realidad en materia de renovables– está hablando ya del 40%, pues yo le digo a usted que vamos a ver, en muy poco tiempo, avances mucho, mucho mayores. Es decir, que el “Renovables 100%” va a ser una realidad más temprano que tarde.
Hablando de tiempos… ¿dónde colocamos el cementerio nuclear, o sea, el Almacén Temporal Centralizado (ATC)?
Vamos a ver, primero tiene que quedar muy claro que un cementerio nuclear no es solución a los residuos radioactivos. Es, simplemente, un almacenamiento… temporal, como su propio nombre indica. Para nosotros, este es un debate que tiene que vincularse al futuro de las centrales nucleares. Para empezar, el debate del ATC es un debate con trampa. Ahora, el sector nuclear tiene prisa por abrir el cementerio porque quiere alargar la vida de sus centrales, centrales que han sido diseñadas para operar durante un tiempo, y diseñadas para acumular los residuos durante ese tiempo. Por eso decimos que este es un debate que hay que vincular al debate sobre el alargamiento de la vida de las nucleares. Nosotros somos contrarios a ese alargamiento. Y, por eso, no entendemos necesario el ATC.
Equo no quiere que España siga quemando carbón. Bien, de acuerdo, ¿y qué hay de los mineros?
Nosotros somos partidarios de la eliminación del carbón como combustible, porque el carbón es la fuente de energía que más CO2 emite por kilovatio producido. Esto hay que decirlo con toda claridad y con toda su crudeza. Y sin miedo. Por otra parte, el balance social de otras fuentes de energía, especialmente las renovables, es mejor que el balance social de la minería del carbón. Las renovables son las energías que más empleo producen por kilovatio y, en ese sentido, por lo que hay que abogar es por una transición justa para que la gente que depende de la minería encuentre alternativas en la energía limpia. Pero no se puede seguir justificando el quemar carbón porque es la quema de los combustibles fósiles lo que está destruyendo el clima.
Insisto en la dimensión social. El cierre de Garoña, o el de las minas de carbón, implica destrucción de empleo. ¿Cómo cerramos las fuentes sucias de energía sin crear paro?
Las energías limpias son la alternativa. En todo caso, me resulta muy curioso lo que ocurre con la dimensión social que menciona. Mire, con la reducción de las primas a la energía solar fotovoltaica, se ha producido una destrucción de empleo mucho mayor que la que se produciría en cualquiera de esos dos casos. Y, sin embargo, esa destrucción de empleo ha tenido un impacto mediático reducidísimo. Lo que quiero decir es que, en gran medida, esas son operaciones mediáticas del propio sector: Garoña solo genera 300 empleos directos, y, sin embargo, daba la sensación de que, si cerrábamos la planta, se acababa el mundo. Si es que, cuando todo el mundo hablaba de esos 300 empleos, exactamente al mismo tiempo, se estaban perdiendo miles de puestos de trabajo en el sector fotovoltaico sin que los medios les prestaran apenas atención.
Me da la sensación de que es usted de los que piensan que hay una campaña mediática contra las renovables. ¿Me equivoco?
No cabe duda de que esa campaña existe. Y de que es una campaña desatada por la industria de los combustibles convencionales, por los fósiles, especialmente por el gas natural, y por la industria nuclear. Mire, lo que ha ocurrido es que ha habido un momento en el que las energías renovables han dejado de ser esos simpáticos invitados que no pintan nada y han empezado a abrirse un hueco en la producción real de kilovatios. Y, a partir de ese momento, han empezado a convertirse en antipáticos competidores para las energías convencionales. Eso es lo que ha pasado y es por eso que las renovables están siendo ahora víctimas de esa campaña.
¿Es cierto que es más barato el kW nuclear?
Es radicalmente falso. Lo que ocurre es que me están hablando del kW de centrales nucleares ya amortizadas. Amortizadas, además, gracias a lo que hemos pagado los españoles durante 25 años en la tarifa eléctrica. Esas cuentas no valen. O sí… que valgan… Y, entonces, yo le digo a usted que, en el momento en el que las plantas fotovoltaicas estén amortizadas [período que oscilaría entre 10 y 15 años], o una vez hayan pasado los 25 años de la prima, entonces, el kW renovable va a ser totalmente gratuito. O sea, que, ni siquiera contando de esa manera, haciendo esas cuentas, podrá competir la nuclear con la fotovoltaica. Ni siquiera una vez amortizada.
¿Qué hacemos con las primas?
Primero, yo comparto el diagnóstico que hace el sector de las renovables de que, a la hora de valorar el coste de la prima, hay que tener en cuenta todos los beneficios que producen las energías renovables. Por ejemplo, todos los combustibles fósiles que dejamos de importar. La prima no es solamente un coste del estado. La prima también genera un beneficio para el mismo. Que eso vaya por delante. Y, una vez reconocido eso, y en la medida en que las energías renovables van siendo cada vez más rentables, pues es lógico ir proyectando una hoja de ruta de reducción progresiva de las primas. Eso sí, siempre de modo tal que esa reducción no perjudique al desarrollo del sector, sino que, muy al contrario, vaya haciendo posible una evolución lógica. Lo que no podemos hacer es lo que se ha hecho: establecer cupos máximos o recortes radicales de las primas que llevan a situación es dramáticas, como esta que estamos viviendo.
Cupos para las renovables, recortes para las primas y mucho dinero público para la promoción del vehículo eléctrico, la que parece ser la apuesta estrella del ministro Sebastián… ¿Cómo ve Equo la política energética nacional?
Consideramos que el modelo energético del ministro Sebastián está muy alejado de nuestro modelo, que sería un modelo basado en las energías renovables. Y, en cuanto al coche eléctrico… pues… si el coche eléctrico se introduce para que las centrales térmicas de carbón sigan produciendo electricidad de manera sucia… pues el balance energético final seguirá siendo sucio. Esa es la clave. La clave está en el modelo energético. Y lo que es indudable es que el modelo de transporte del futuro no va a consistir simplemente en sustituir los actuales coches por coches eléctricos. En todo caso, creo que será un modelo de movilidad con mucha más variedad de modos y de formas.
He leído por ahí que Equo considera que "las ayudas a la industria del automóvil son un disparate ecológico". ¿Van a conseguir ustedes algún voto de los mineros o del sector de la automoción?
Pues probablemente sí. Porque en todos los sectores hay gente que es consciente de la realidad ambiental que vivimos y de la insostenibilidad. Y, de hecho, lo que vemos es que son aquellas personas y aquellas empresas que tienen una visión más clara del futuro las que finalmente acaban siendo más viables. Yo siempre pongo el ejemplo de General Motors y Toyota en Estados Unidos. Toyota apuesta por un vehículo más eficiente y se convierte en la primera compañía automovilística de Estados Unidos, mientras que GM no lo hace y quiebra.
Siempre que aparecen proyectos como Equo, los analistas políticos miran a la izquierda como potencial yacimiento de voto ecologista. ¿Está hoy el voto verde en Izquierda Unida, en el PSOE?
Nosotros no descartamos ninguna opción de voto. Nos dirigimos a un público muy amplio, porque esta es una idea que estamos viendo que es muy compartida, y compartida, además, bastante transversalmente. Yo no sé si luego recolectaremos todo ese voto… Es decir, que no sé si, a la hora de la verdad, la simpatía se transforma efectivamente en voto. Esa es la duda que tenemos. Pero, evidentemente, nosotros creemos que nuestro voto está fundamentalmente en la izquierda y que, probablemente, hay un espacio lleno de gente, mucha gente, desencantada con las políticas del PSOE, gente que puede ver esta opción como una opción atractiva. Pero, insisto, a priori, tenemos claro que no descartamos ninguna opción.
¿Es, pues, el ecologismo rival del socialismo… o rival del PSOE?
No. Yo no diría que el ecologismo es rival del socialismo. Yo diría que el siglo XXI plantea nuevos retos, retos que no estaban en el siglo XIX, y a los que, por lo tanto, hay que enfrentarse con fórmulas del siglo XXI. El ecologismo es una visión moderna de cómo deben ser las relaciones dentro de la sociedad y entre el ser humano y su entorno. Y, en ese sentido, yo creo que da respuestas nuevas, modernas, diferentes. Y por eso es una opción atractiva para mucha gente y completamente alternativa a otras ideologías, que no están siendo capaces de adaptarse a los nuevos tiempos y continúan ancladas en modelos antiguos.
¿Otras ideologías? ¿El socialismo, quizá; el liberalismo?
Hablo en general: me refiero al socialismo, al comunismo, al liberalismo. No han interiorizado el factor Planeta. Continúan anclados en la promoción de un modelo que es anacrónico. Porque ni los unos ni los otros cuestionan el modelo. Y el modelo es el problema, el modelo de crecimiento continuado sobre una base física que es finita. ¿Cuál es la diferencia? Pues que unos dicen que ese crecimiento venga del mercado, mientras que otros, los comunistas, apuestan por que venga de la mano del estado… o de una mezcla de ambos, como el socialismo. Pero, al final, todos abogan por un desarrollismo que nos está llevando al abismo.
Bien, ¿y cuáles son las líneas maestras del programa político del futuro partido verde?
Para nosotros, los dos elementos clave son la sostenibilidad ambiental y la equidad social. Esos son los dos ejes de nuestra actuación. Ese es el fondo. Pero también estamos muy preocupados por las formas. Queremos cambiar las formas… de la política en España. Nos gustaría recuperar el atractivo de la política para el ciudadano. Queremos que se sienta más cercano a la política y más involucrado. Y que los partidos dejen de ser, simplemente, enormes maquinarias de poder. Queremos que la política sea un medio de gestión de la sociedad y no un fin en sí misma.
En cuanto al fondo, pues es evidente que entendemos que hay cuestiones muy relevantes que deben estar en el centro de la vida política. Me refiero, por un lado, a la dimensión ambiental –el cambio climático, la pérdida de biodiversidad, la contaminación…–, y, por otro lado, a todo lo relacionado con la equidad social, a la injusta distribución de la riqueza... No parece lógico que, mientras apenas un 20% de la población acumula la mayor parte de los recursos, el 80% restante apenas pueda sobrevivir. Por eso, la dimensión social forma también parte imprescindible de nuestro ideario. Esas son las cuestiones que consideramos deben estar en el centro de la vida política, cuestiones y retos frente a los cuales queremos proponer nuestras soluciones.
Greenpeace se financia exclusivamente a través de las cuotas de sus socios, no acepta patrocinios ni dinero estatal. ¿Cómo debería financiarse el partido verde?
Son cosas distintas. Lo que sí queremos es tratar de que esta iniciativa esté financiada por la gente. En ese sentido, queremos un modelo diferente de hacer las cosas, un modelo en el cual el apoyo ciudadano se note también en la financiación. Porque la verdad es que es muy difícil conseguir recursos para una iniciativa como la nuestra.
En la Unión Europea llevan treinta años colocando diputados verdes en los parlamentos. ¿Sigue España treinta años por detrás del resto de Europa?
En este tema… ciertamente sí.
¿Qué pregunta que debiera haber hecho se me ha escapado? O, ¿qué le gustaría decir que no ha dicho todavía?
Pues me gustaría invitar a la gente del sector de las renovables a reflexionar… a los trabajadores, a la gente que está alrededor del sector, a todos… sobre la necesidad de este proceso que estamos poniendo en marcha. Desde Equo estamos tratando de abrir un hueco para difundir un discurso diferente, un discurso ambiental en la política española. Y creemos que eso será objetivamente beneficioso para muchos, muchos sectores, y, entre ellos, especialmente, para el sector de las renovables. Eso me gustaría decir.
Por cierto, ¿a quién ha votado Juan López de Uralde durante todos estos años?
No lo voy a decir, ja, ja, ja...
Los nombres de un cartel
¿Cuál será el cartel de ese partido verde que aún es solo germen? ¿Con quién concurrirá Uralde a las elecciones generales? ¿Quiénes serán sus compañeros de viaje? No suelta prenda. Supongo que aún es pronto. Así que yo propongo y él dispone. Yo menciono nombres y él responde. No hay pregunta. Es solo reflexión. Una frase para cada uno, un par, a lo sumo. Lo primero que se le venga a la cabeza, le digo. Ahí van siete propuestas. Ahí, siete respuestas.
Alejandro Sánchez [director ejecutivo de la Sociedad Española de Ornitología (SEO) durante los últimos diecinueve años, es la otra cara visible de Equo y el único de los nombres que aparecen a continuación que ya ha hecho pública su adhesión a Equo]
Alejandro es una de las personas que más y mejor conoce la biodiversidad española, sus problemas y sus amenazas. He trabajado con él durante todos estos años y creo que, él desde su organización y yo desde la mía, hemos sido capaces de superar nuestras discrepancias y alcanzar acuerdos sobre cuestiones muy diversas, hasta el punto de que hemos forjado una relación de amistad y de colaboración que espero que pueda continuar durante muchos años.
Cristina Narbona (ministra de Medio Ambiente de España entre 2004 y 2008)
Cristina Narbona no me deja que hable bien de ella porque dice que… Bueno, usted sabe que nosotros ahora… desde que estamos en Equo… somos gente proscrita en determinados círculos… Y, por lo tanto… Bueno, Cristina Narbona es una persona que ha hecho mucho por el medio ambiente en este país y sabe que cuenta con el respeto y el cariño de todos los ecologistas españoles.
Javier García Breva (ex director general del IDAE)
A Javier García Breva lo conozco desde los tiempos en que era parlamentario del PSOE, cuando peleamos juntos por el cierre de la central nuclear de Zorita. En aquel entonces él era diputado por Guadalajara. Y luego coincidimos cuando fue director general del IDAE [Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía]. Es una persona a la que su compromiso sincero con las energías renovables le ha llevado a fuertes discrepancias con su propio partido, lo cual es una muestra de la honestidad de sus planteamientos.
Domingo Jiménez Beltrán (ex director de la Agencia Europea de Medio Ambiente)
Es uno de esos personajes mucho más importantes de lo que ellos mismos se consideran. Es una persona que, sin darse aires, es capaz de hacer unos excelentes análisis sobre la realidad gracias a que tiene muchísima información en la cabeza. Y yo creo que es uno de los baluartes del conocimiento ambiental en España y en Europa.
Joan Herrera (secretario general de Iniciativa per Catalunya Verds y parlamentario en el Congreso de los Diputados)
Ha cabalgado en solitario durante toda esta legislatura. En el Congreso, ha luchado prácticamente solo, en defensa del medio ambiente, y ha sido y es una persona que ha desempeñado un papel clave en muchos de nosotros, que hemos comprendido que, realmente, hace falta más gente acompañando a Joan en el Parlamento. Además, es una excelente persona y está liderando un proceso de evolución en Iniciativa per Catalunya cada vez más hacia lo verde.
Theo Oberhuber (coordinador de Ecologistas en Acción durante más de diez años)
Theo es uno de los ecologistas más importantes de España. Trabaja 25 horas al día, ocho días a la semana, por la defensa del medio ambiente. Siempre, desde un segundo plano, tratando de que no se le vea demasiado, y, sin embargo, su papel en el desarrollo de Ecologistas en Acción ha sido clave. Theo sabe que tiene las puertas de Equo abiertas y estaríamos encantados de que viniera con nosotros.
Joaquín Nieto (presidente de honor de la fundación Sustainable Labour)
Es un todoterreno del sindicalismo y del medio ambiente, una persona que, desde que se incorporó, muy a principios de los noventa, al departamento de medio ambiente de Comisiones Obreras, generó unas sinergias entre el ecologismo y el sindicalismo, y entre el discurso ambiental y el discurso sindical, que todavía se mantienen a día de hoy. Fue realmente él quien las inició. Creo que es un gran valor del pensamiento ecologista en España y, desde luego, una persona a tener muy en cuenta.