¿Cómo definiría o presentaría la Red Española de Ciudades Inteligentes (RECI)?
Una red abierta para propiciar el progreso económico y social de las ciudades a través de la innovación, el conocimiento y la colaboración, apoyándose en las tecnologías de la información y la comunicación. Esta es una definición ´técnica`. Si tuviera que explicarle a una persona de la calle qué es la RECI, le diría que es un instrumento para vertebrar y modernizar España, y para que todos los ciudadanos vivan mejor, y recalco el “todos”. Si el progreso no es inclusivo, no es progreso. Las ciudades inteligentes no son cosa de especialistas y políticos: son una necesidad.
Han pasado doce años desde su constitución formal, ¿cuál ha sido la evolución? ¿De qué punto se partía, en qué punto estamos y a qué punto llegaremos?
La evolución ha sido espectacular, y solo acaba de empezar. Nos queda mucho por hacer, estamos en el inicio de la era de las ciudades y los territorios inteligentes. La RECI empezó a gestarse en junio de 2011 y desde entonces hemos ido creciendo a buen ritmo. Ya tenemos alrededor de 150 municipios socios que suman más de la mitad de la población española y más de 650 técnicos, responsables, concejales y alcaldes. Me atrevo a decir que 2024 ha sido el año más intenso y satisfactorio en la historia de la RECI.
¿Hacia dónde vamos? Necesitamos que se nos unan más municipios, crecer. En este sentido, ha sido muy importante el habernos convertido en parte de la estructura organizativa de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP). Nos va a abrir un abanico más amplio de posibilidades. Debemos reforzar la cooperación con esta asociación que representa a más del 95 % de los Gobiernos Locales españoles. También estamos trabajando en nuestra internacionalización. En el mundo hay más de 300 redes de ciudades y territorios inteligentes, y tenemos que aprovechar sus conocimientos para mejorar la nuestra. En el mundo globalizado de hoy el trabajo en red no es una opción, es una necesidad.
¿Cuáles han sido los últimos logros importantes de la RECI?
Difundimos más de 50 buenas prácticas cada año, experiencias de éxito de nuestras ciudades que pueden usar otras para resolver sus problemas. Y las diferentes líneas de actuación de nuestros Grupos de Trabajo están dando sus frutos. Por citar solo algunas, estamos avanzando en el desarrollo de comunidades energéticas o en la línea de trabajo BIM, una metodología para proyectos de construcción que permite que levantar edificios sea más eficiente, más fácil de gestionar y con menos costes de mantenimiento a lo largo de la vida útil de las construcciones. Tenemos otras líneas, como la de la Plataforma Inteligente de Destinos o la de la Oficina Local del Dato. Tenemos mucho que hacer en materia de sostenibilidad, ciberseguridad, gemelos digitales, movilidad sostenible, Internet de las Cosas, redes 5G y 6G… Y por supuesto, no nos olvidamos de la inteligencia artificial (IA). Una de nuestras nuevas líneas de trabajo va a impulsar la implantación de la IA y la robotización en las administraciones locales. Trabajará en la regulación, la formación de los empleados, la compartición de buenas prácticas y la participación ciudadana.
¿Cómo ve el futuro de las ciudades apoyado en la tecnología?
Creo que la tecnología nos va a sacar del atolladero de la crisis climática, nos va a permitir ofrecer servicios públicos más eficientes y sostenibles, va a dar transparencia a las administraciones, va a mejorar la movilidad urbana, la eficiencia de los edificios y las redes de energía, la gestión de residuos, la seguridad… Todo, si sabemos aprovecharla. El porvenir de la humanidad se juega en las ciudades, y por eso estas tienen que ser inteligentes y establecer redes de colaboración. Ya no hablamos solo de ciudades inteligentes, sino de territorios inteligentes que crean corredores que fomentan la prosperidad de los países.
¿Cuáles son los principales retos de las ciudades inteligentes en España?
Son muchos y variados, y no tienen que ver sólo con la tecnología: incluyen aspectos sociales, culturales, políticos y económicos. Afrontarlos requiere un enfoque integral, que reúna soluciones tecnológicas, políticas públicas adecuadas, fomento de la participación ciudadana y una visión a largo plazo. Retos, por ejemplo, relacionados con la sostenibilidad y el cambio climático. Todos queremos ser sostenibles, pero es muy difícil conseguirlo sin afectar a la actividad económica. La integración de energías renovables, la eficiencia energética en los edificios y el transporte, y la adaptación al cambio climático son imposibles sin planificación a largo plazo y una inversión considerable. Y retos también como la movilidad urbana. La congestión del tráfico y la falta de alternativas de movilidad sostenible siguen ahí. Los avances en los sistemas de transporte público inteligentes y la promoción de la movilidad eléctrica o compartida continúan siendo insuficientes.
¿Qué significa ser de la RECI?
Significa que crees en la colaboración entre ciudades, municipios y territorios, en el conocimiento compartido. Significa que crees en la colaboración público-privada. Y significa que eres consciente de la enorme oportunidad que representa la unión de la transformación digital, la tecnología, la innovación y el conocimiento. ¿Oportunidad para qué? Para mejorar la vida de todos, porque nada de esto tiene sentido si no ponemos a las personas en el centro.